La necesidad de fortalecer la resiliencia del sistema eléctrico fue el tema central del conversatorio «Que no falte energía: cómo construimos un sistema eléctrico seguro y resiliente para el futuro», organizado por Transelec. Representantes del sector público, privado y académico analizaron los desafíos y soluciones para asegurar la continuidad del suministro frente a contingencias y fenómenos naturales.
El encuentro contó con la participación de Marta Cabeza, superintendenta de Electricidad y Combustibles (SEC); Danilo Zurita, jefe del Departamento Eléctrico de la Comisión Nacional de Energía (CNE); y Jorge Candia, director de Estudios y Regulación de la Asociación de Transmisoras.
Alessandro Lazzarini, head of Grid Resilience de la operadora italiana Terna, destacó que su país ha sufrido más de 1.700 cortes de línea en los últimos años, afectando más de 20 GWh debido a fenómenos como viento y nieve. Subrayó que “es necesario cambiar el enfoque en el que se hace la evaluación de resiliencia de la red, pasando de un método preventivo y determinista hacia una perspectiva probabilística y basada en riesgo”.
Durante el panel moderado por Jorge Vargas, vicepresidente de Operaciones de Transelec, Marta Cabeza enfatizó la meta de reducir el indicador de indisponibilidad (SAIDI) a una hora para 2050, explicó que “es una deuda que tenemos con el usuario final”. Añadió que “el compromiso del sector público es hacer políticas robustas que incidan en el bienestar del usuario final”.
Por su parte, Danilo Zurita señaló que “la transmisión es un segmento habilitante para la transición energética” y destacó el rol del almacenamiento para optimizar la infraestructura actual, afirmando que “si no es posible modificar la infraestructura existente, hay que ocupar la tecnología actual para que en horarios nocturnos se pueda cargar y en horarios diurnos entregar esa energía”.
Jorge Candia expresó preocupación por el aumento de indisponibilidad en regiones como Valparaíso y Metropolitana debido a eventos climáticos y robos de cables, con pérdidas que superan los US$3 millones. recalcó que “hoy necesitamos cambios regulatorios que nos permitan avanzar en obtener resiliencia y seguridad de suministro para las personas” y solicitó una planificación más ágil y una visión holística para evaluar las obras de refuerzo».
El evento concluyó con un llamado a promover el diálogo entre actores del sector y a implementar medidas concretas para garantizar un sistema eléctrico más seguro y resiliente.