(Pulso) Sobre HidroAysén, ¿cree que hay que tomar una decisión política respecto a si se explotan o no los recursos de esa región?
Hemos dicho con todas sus letras que este país, que no tiene carbón, petróleo, ni gas natural y que tiene que importar todo eso, sí tiene agua, viento, sol, volcanes y biomasa. Y lo que queremos es desarrollar todos esos recursos propios que tenemos para generar energía eléctrica en la medida que los proyectos cumplan con la normativa ambiental y sean amigables con las comunidades. En esta materia no tenemos dos discursos: apoyamos absolutamente el desarrollo de la hidroelectricidad. El proyecto HidroAysén y el rechazo del Comité de Ministros que nos correspondió hacer fue el rechazo a un proyecto y no el rechazo a una política. Hemos dicho que el proyecto HidroAysén fue rechazado por el Consejo de Ministros, que forma parte de la institucionalidad ambiental. Aquí no hubo ninguna situación irregular ni contraria a la institucionalidad, al contrario.
¿No está la puerta cerrada entonces a explotar los recursos eléctricos de la Patagonia?
Definitivamente no. Y de hecho vamos a iniciar un encuentro con mesas de trabajo en septiembre en Aysén porque es un contrasentido que Aysén tenga los dos ríos más caudalosos y más regulares de Chile, como son el Baker y el Pascua, y que la mitad de la capacidad instalada de Aysén sea a petróleo diésel, que es un combustible caro y que agrava la alta contaminación que ya existe en una ciudad como Coyhaique.
Hace algunos días el ministro de Medio Ambiente le solicita a la DGA que reserve caudales del Baker y Pascua para el tema ecológico. ¿No es contradictorio con su discurso?
Para nada, porque sabemos que acá tenemos que hacer una política energética equilibrada. Acabamos de adjudicar el estudio de cuencas, que van desde O’Higgins a Aysén, para construir una opinión bien fundamentada de cuáles son las disponibilidades de recursos hídricos de las principales cuencas del país, seleccionando seis, y para ver de qué forma la realidad hídrica de estas cuencas se puede compatibilizar con su realidad social y ambiental. No hay ninguna contradicción. Si hay algo que yo destacaría es que este gobierno ha tenido la característica desde el comienzo de armonizar el trabajo entre el ministerio de Energía y el de Medio Ambiente.
HidroAysén contestó en el Tribunal Ambiental acusando de inconstitucionalidad al Comité de Ministros, señalando que no se tomó en cuenta el fallo de la Corte Suprema. ¿Qué hará el gobierno si dicho Tribunal le da la razón al proyecto?
Como Consejo de Ministros tuvimos muy buenas y fundadas razones para tomar la decisión que tomamos. Y esta decisión en nada contradice la opinión y el fallo de la Corte Suprema en relación a la RCA. Las razones que se han usado para rechazar el proyecto no tienen que ver con los temas que fueron tratados por la Corte Suprema, de manera que son dos discusiones distintas, no hay contradicción entre lo que resolvió la Suprema y lo que resolvió el Consejo de Ministros. Ahora, el derecho del titular a presentar una reclamación al Tribunal Ambiental es un derecho que existe conforme a la ley chilena, de manera que respetamos el derecho de la empresa a haber ejercido ese derecho. No me quiero poner en el caso de que el tribunal falle contra nuestra decisión porque creo que nuestra decisión está muy bien fundamentada.