Dos universidades nacionales y seis empresas firmaron los estatutos de la nueva corporación Instituto Nacional del Hidrógeno, con el propósito de conformar una plataforma colaborativa de alto impacto para potenciar el uso de este recurso energético en la electromovilidad del país.
El organismo se enmarca en el programa tecnológico estratégico de Corfo «Electromovilidad Minera Mediante Celdas de Combustible», consorcio internacional liderado por la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) en calidad de gestor tecnológico, que busca convertir un vehículo de operación minera diésel en uno 100% eléctrico, alimentado por pilas de combustible en base a hidrógeno.
La nueva corporación, de carácter privado y sin fines de lucro, abordará el quehacer del programa Corfo y las iniciativas público-privadas relativas a la producción y el uso del hidrógeno verde en la industria y la electromovilidad.
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«Para ello, conformará una plataforma colaborativa de alto impacto mediante la creación de un consorcio tecnológico para la industrialización de soluciones a través de un portafolio de proyectos, que permitirá abordar el desafío de adaptar y desarrollar tecnologías adecuadas a las condiciones de la industria nacional», informó la UTFSM.
Este trabajo será desarrollado en conjunto por seis entidades socias: Universidad de Concepción y Universidad Técnica Federico Santa María, en el ámbito académico, y las empresas Sociedad de Servicios de Ingeniería SPA, Salamanca Henríquez Compañía Limitada, Ingeniería y Energía ABT Limitada, y Sociedad de Ingenieros de Valparaíso Limitada, cuyos representantes legales firmaron los estatutos junto al rector de la USM y la representante de la Universidad de Concepción, Marcela Angulo.
Según el rector de la UTFSM, Darcy Fuenzalida, el Instituto Nacional del Hidrógeno «nos entrega una tarea muy relevante para el país, que es desarrollar tecnología e investigar para poder poner a disposición la posibilidad de usar el hidrógeno como combustible en movilidad, especialmente en la industria, en la minería y también en cualquier otro tipo de vehículo que requiramos como sociedad».
Por su parte, Marcela Angulo, representante de la Universidad de Concepción, sostuvo: «En la producción de hidrógeno hay una cadena de valor en torno al proceso de transformación hacia una economía del hidrógeno, en la cual las universidades y las empresas pequeñas tienen un tremendo rol, que es expandir a otros sectores industriales y áreas productivas estas tecnologías».
Para el director del programa de Electromovilidad Minera de Corfo y académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la USM, Antonio Sánchez, la fundación de la nueva corporación «es un hito relevante, no sólo por el hecho de constituir una nueva entidad entre academia y empresas, sino también por las nuevas posibilidades que se pueden presentar en materia de hidrógeno y desarrollo de tecnología. Cuando la visión empresarial y de negocio se complementa con la investigación y el desarrollo de tecnología, se genera una importante ventaja en el mercado»