La Federación Nacional de Cooperativas Eléctricas (Fenacopel) desarrollará, a través de sus siete socios, una red de electrolineras desde la Región del Maule a la Región de Los Lagos para impulsar la elecromovilidad en la zona centro sur del país, incorporando al sector en la entrega de servicios de electromovilidad.
Este fue uno de los puntos destacados en el II Seminario Anual del Sector Cooperativo Eléctrico, organizado por Fenacopel, cuyo gerente general, Cristián Espinosa, indicó que la infraestructura de carga para autos eléctricos partiría en la zona de Curicó para finalizar en Puerto Varas, en un sistema «que estarán muy cercanos a la carretera, de tal forma que los usuarios puedan cargar sus autos, en un modelo de negocios que debemos definir».
Alejandro Toledo, gerente general de la Cooperativa Eléctrica Curicó, mostró el proyecto que tienen para instalar una electrolinera en la Región del Maule, la que se ubicaría en la Ruta 5 Sur, en la zona de Curicó, con una infraestructura de 22 kW, la que cargaría los vehículos entre una hora y una hora y media. «Queremos ser pioneros en la región y tenemos que dar el mensaje de que una cooperativa eléctrica es capaz de tener una visión de futuro y generar la primera electrolinera en la Región del Maule», sostuvo el ejecutivo.
Cristián Espinosa señaló que es necesario definir el cronograma para la instalación de las electrolineras, por lo que se firmará un convenio «entre todas las cooperativas para hacer esto entre Curicó y Puerto Varas».
Regulación
El evento, realizado en Osorno, también abordó la regulación del sector, donde el presidente de Fenacopel, Arnoldo Toledo, sostuvo que los principales desafíos para las cooperativas eléctricas es la reforma que se prepara para la distribución eléctrica, junto a los retos que significa cumplir con la nueva Norma Técnica de Calidad de Servicio para Sistemas de Distribución, pues el punto fundamental es la baja rentabilidad que tienen las cooperativas y esperamos que se tomen medidas para revertir esto».
Cristián Espinosa señaló que las inversiones que plantea la nueva norma para el sector se estiman en US$57 millones, «lo que dará una rentabilidad en el sector del 4,2% al 2020, mientras que para el resto de la industria eléctrica será del orden del 6,5%, por lo que estamos lejos de la rentabilidad promedio de la industria».
Según Arnoldo Toledo, «la gran inversión que tenemos que hacer las siete cooperativas debe tener como contrapartida un estudio de la forma de tarificación y hemos solicitado que esto no se haga en base a una empresa modelo, sino que se realice empresa a empresa, porque tienen características distintas, pues el ánimo es cumplir con la nueva norma, pero para eso necesitamos tener las tarifas adecuadas para invertir y poder mejorar nuestros servicios».
Por su parte, José Carrasco, jefe de la División de Seguridad y Mercado Energético del Ministerio de Energía, dijo que la Ruta Energética contempla una modernización regulatoria en el segmento de la distribución, «donde no se puede no reconocer a los pequeños generadores en distribución».
El ejecutivo indicó que en la Ruta Energética que lanzará el Ministerio de Energía «se recoge las particularidades de cada una de las regiones», donde las cooperativas tienen su propia realidad.
Carrasco afirmó que el actual marco regulatorio «no tiene los incentivos suficientes y necesarios» para que la generación eléctrica a pequeña escala pueda aprovechar los recursos de energía renovable en determinados territorios.
