(Pulso) El abogado Andrés Romero Celedón, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), destaca los avances que ha tenido la Agenda Energética, lo que atribuye a un mayor diálogo con las comunidades, pero dice que aún falta generar más confianza “para evitar un rechazo permanente” a los proyectos de nuevas centrales eléctricas.
¿Cómo ve el grado de avance de la Agenda Energética?
Tal y como ha señalado el ministro Pacheco, estamos muy satisfechos del trabajo realizado. Los logros no son pocos. A modo de ejemplo, hemos bajado el costo marginal del SIC en un 15%; revertido la prolongada falta de ofertas en las licitaciones de suministro eléctrico y puesto fin al frenazo de las inversiones en generación, llegando a duplicar los niveles de años anteriores. De igual forma, hoy podemos decir que la interconexión de nuestros principales sistemas eléctricos ya es una realidad y que también nos estamos haciendo cargo de los vacíos legales de la actual normativa de distribución de gas por redes y hemos comenzado a potencia a ENAP como un actor relevante en la industria.
¿Cómo percibe hasta ahora la recepción? ¿La esperaban?
Estamos muy orgullosos de la excelente recepción que hemos conseguido. Parte importante del éxito de este proceso ha sido gracias a un trabajo colaborativo de profundo diálogo técnico y político, con los más diversos actores del sector y la sociedad. Estamos convencidos que sin estas instancias de participación y diálogo, no habríamos podido avanzar al ritmo que hemos mantenido hasta ahora. Es algo que de verdad nos alegra y nos motiva a esforzarnos cada vez más.
¿Cuál ha sido la recepción por parte de los privados?
Las cifras hablan por sí solas. Hace un año, había 28 proyectos en construcción por 1.949 MW y hoy hay 40 iniciativas con 3.777 MW. Es decir, frente a un escenario de desconfianza y menor inversión privada que afectaba al desarrollo del país desde hacía ya un buen tiempo, se logró revertir la situación, casi doblando la potencia instalada en construcción y aumentando la competitividad del sector, mediante la llegada de nuevos y relevantes actores. Lo mismo podemos decir del inédito nivel de participación en las licitaciones de suministro eléctrico: nunca se había conseguido la presentación de 17 ofertas para el suministro de los clientes regulados, logrando bajar el precio ofertado en 15% respecto de la última licitación de 2013.
¿Siente que la opinión pública ha entendido que todos tienen una responsabilidad y un rol para resolver el tema energético?
Aún debemos construir más conocimiento y confianzas para evitar un rechazo permanente a los proyectos de energía que permiten movilizar al país.
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¿Qué ha sido lo más complejo?
El desarrollo y ejecución de la Agenda de Energía conlleva un enorme trabajo por parte de un equipo humano que, en buen chileno, ha “dejado todo en la cancha”.
Desde los distintos proyectos de ley que se han llevado hacia adelante, hasta responder a los distintas contingencias que ha enfrentado el sector desde hace un buen tiempo, todo esto ha significado un arduo proceso de análisis, elaboración, cumplimiento y gestión de las iniciativas que plantea la Agenda de Energía, las cuales han venido siendo aplicadas con celeridad y rigurosidad. No obstante, lo más complejo ha sido un aspecto que no estaba en nuestro radar al comenzar el Gobierno: darle a conocer a los chilenos que las cuentas eléctricas subirían dado que el anterior Gobierno no sinceró el alza de las cuentas por más de un año.
¿Siente que el Estado ha ido ganando terreno y teniendo un rol más importante que antes en este tema?
Sin duda alguna. Tal y como lo señala el eje 1 de la Agenda de Energía, los desafíos de las próximas décadas requieren de un Estado que articule a los diversos actores en torno a una visión compartida y que oriente el desarrollo del sector hacia la protección de los usuarios, promueva una competencia sana del mercado y asegure el desarrollo dinámico de las inversiones.
En esa línea, sin duda hoy podemos observar un Estado cuya relevancia ha crecido en base a un diálogo social, político y técnico que ha incorporado las realidades y visiones de los diversos actores de la sociedad. Más que sólo promesas, hemos respondido con hechos.