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Rasgos e impactos ambientales de la perforación geotérmica en Chile

May 27, 2016

Los primeros avances en el desarrollo de proyectos de generación eléctrica en base a esta fuente son más complejos que las operaciones mineras y petroleras, pues implican trabajos a mayores profundidades subterráneas.

(ELECTRICIDAD 194) En proyectos geotérmicos de alta entalpía, es decir en aquellos donde el recurso alcanza temperaturas de más de 150°C y cuyo uso principal es para la generación de electricidad, la perforación representa hasta el 50% de los costos.

A juicio del presidente del Consejo Geotérmico, José Manuel Soffia, en Chile la inversión en perforación geotérmica es más alta que la que se usa en la industria minera y petrolera de Magallanes, debido a la inmadurez del mercado y a la falta de conocimiento técnico en la materia, aunque destaca los primeros pasos en perforación que se han dado en el territorio.

Soffia menciona que la perforación en territorio nacional “es igual a la que se realiza en otros países, pero en Chile como recién se está empezando con esto las tasas de perforación son más desconocidas, mientras que en lugares con mayor experiencia se conoce más la roca y los compuestos metálicos para que las máquinas de perforación se adapten mejor a los requerimientos”.

Diego Morata, director del Centro de Excelencia en Geotermia de Los Andes (Cega) de la Universidad de Chile, explica que el proceso de perforación geotérmica de alta entalpía se caracteriza por trabajar pozos de mayores dimensiones, los cuales “deben tener casi un metro de diámetro y una profundidad que va entre 1.500 a 3.000 metros, mientras que la perforación geotérmica de baja entalpía, destinada a proyectos de calefacción, considera profundidades de 100 a 300 metros”.

Perforación geotérmica realizada en el proyecto Curacautín. Foto: Gentileza MRP Geotermia.

 

 

 

 

El especialista indica a Revista ELECTRICIDAD que la perforación rotatoria es el método de perforación más común, similar a la que se realiza para pozos de petróleo y gas, que consiste en hacer rotar una herramienta de corte o desgaste de rocas mediante una columna de tuberías con algunos aditamentos (moldes) que faciliten la operación”.

“Para lograr este proceso es necesario circular un fluido, llamado también lodo de perforación, con ciertas propiedades, que ayuden a levantar los recortes de la roca generados durante la perforación hasta la superficie, además de enfriar a la barrena (o barra de hierro) y crear una columna hidrostática que mantenga presión sobre las paredes del pozo”, precisa Morata.

José Manuel Soffia indica que además existe una perforación que utiliza agua y espuma, la cual “tiene que ver con cómo se enfría la broca que está perforando el subsuelo y cómo se levanta la piedra molida desde la profundidad. La espuma debe levantar el material a la superficie; esto se utiliza también en las zonas de perforación donde no hay agua”.

Rodrigo Álvarez, director del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), sostiene a Revista ELECTRICIDAD que existen tres etapas estratégicas para la perforación de un campo geotérmico.

“Primero está la perforación de pozos delgados que sirven para caracterizar el campo en cuanto a su geología y potencial. Si esta etapa es exitosa, se procede a la perforación exploratoria con pozos productivos (de mayor diámetro), los que tienen como objetivo probar la capacidad productiva del campo, su extensión y planificar la ubicación de la planta geotérmica. Finalmente, si la capacidad y extensión del campo geotérmico se estiman viables económicamente, se avanza hacia la etapa de desarrollo, donde un mayor número de pozos de gran diámetro son perforados”.

Según Álvarez, “el método más comúnmente utilizado en la industria es la perforación rotatoria con tricono, brocas policristalinas de diamantes o con extracción de testigo diamantino, con máquinas de más de 1.000 caballos de fuerza (hp) para pozos exploratorios y que incluyen sofisticados sistemas de seguridad”.

Impacto ambiental

Los especialistas afirman que la perforación geotérmica no presenta un alto impacto ambiental. En opinión de José Manuel Soffia, esta actividad “no tiene impacto ambiental en el uso del territorio, pues cuando se perfora se requieren hacer piletas para acumular agua, pero todo ese material se recupera y se devuelve al terreno con normalidad, quedando solo el cabezal del pozo, que va entubado por lo que queda aislada la zona, sin contacto con las napas subterráneas”.

Diego Morata destaca que para evitar un eventual impacto de este tipo se aplica la técnica del encamisado del pozo “para que no tenga contacto las napas subterráneas que se encuentran en los primeros 300 metros de profundidad puesto que lo último que quiere un inversionista es que al reservorio geotérmico le entre agua subterránea”.

Rodrigo Álvarez señala que “cuando se realiza de forma adecuada, una perforación geotérmica causa un impacto ambiental mínimo, el cual queda restringido a la plataforma de operación, de unos 50 metros cuadrados; al tránsito de vehículos o maquinaria desde y hacia el sitio; la intervención del paisaje y la contaminación acústica generada durante la perforación”.

“No obstante, existen numerosos factores durante la perforación que representan riesgos potenciales que hay que considerar, como por ejemplo las posibilidades de derrame de químicos, de alteración de acuíferos y alteración de ecosistemas. Esto debe contemplarse en la evaluación de impacto ambiental”, sentencia el director del Sernageomin.

Experiencia chilena

El proyecto geotérmico Curacautín, a cargo de la empresa MRP Geotermia, es uno de los últimos proyectos que han realizado perforaciones para ver la factibilidad de desarrollar una planta generadora en la Región de La Araucanía.

El primer pozo de exploración profunda culminó en enero de 2012, alcanzando una profundidad de 2.575 metros. Se realizó según el método de perforación direccional y las pruebas de flujo y producción demostraron la existencia de fluidos de agua y vapor a más de 280°C, información esencial para el desarrollo de ingeniería de la futura central.

Rüdiger Trenkle, country manager de MRP Geotermia, afirma a Revista ELECTRICIDAD que la perforación para este proyecto “tuvo desafíos logísticos como trabajar en la alta montaña, con las vicisitudes meteorológicas de nieve y viento en invierno.

“La perforación del segundo pozo fue mejor, porque se aprendió la forma de trabajo en la zona. El equipo, que se trajo desde Argentina, ya se había usado en la zona de Apacheta, actual Cerro Pabellón, en el norte del país”, dice Trenkle.

Por su lado, en el proyecto Cerro Pabellón que construye Enel Green Power Chile y Enap en la Región de Antofagasta, “se está perforando con un equipo italiano Drillmec operado por el contratista italiano Petreven, ambas empresas del Grupo Trevi”, según afirma a este medio Giuseppe Manenti, director de la Oficina de Santiago de la Agencia Italiana para el Comercio Exterior.

José Manuel Soffia, indica que la técnica de perforación de esta iniciativa “usa el estándar para un pozo de gran diámetro que parte en 18 a 24 pulgadas hasta llegar al nivel de reservorio, donde se producen las altas temperaturas, por lo que se usan tuberías de 9 a 5/8”.

[Endesa Chile defiende contrato de geotermia con Enel Green Power]

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