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Blockchain: una nueva forma de crear valor para el sector energético

Blockchain es una tecnología que busca dar confianza sobre transacciones, procesos e intercambios de activos físicos o digitales. Básicamente es una base de datos distribuida donde se lleva registro de cada transacción o intercambio que se realice, el cual se encuentra distribuido en cada uno de los integrantes que forman parte del proceso y al no ser una base centralizada, es imposible su modificación.  Además, el proceso entrega una garantía sobre la trazabilidad de la información, facilitando la auditoría de terceros lo que favorece la transparencia.

 Para el sector energético, blockchain viene a potenciar y dinamizar la digitalización, transformando la manera en que interactuamos con la energía. ¿De qué manera lo podemos utilizar? por ejemplo, a través de la generación de certificados de producción de energía renovable a bajo costo, permitiéndole a los consumidores traspasar ese atributo a sus productos y servicios. Al ser una plataforma descentralizada, permite agilizar la entrada de nuevos actores (comercializador), mediante el intercambio punto a punto (P2P) y se simplifican los sistemas de pagos asociados a la compra de energías renovables o la carga de vehículos eléctricos.

 Al ser una forma de notario digital también permite auditar el estado y mantención de los activos físicos, aspecto fundamental para elevar los estándares de calidad del suministro energético. Además, permite trazar de manera inalterable los ahorros energéticos, simplificando y fomentando la financiación de proyectos de eficiencia energética bajo el modelo ESCO.

Este potencial ya se ve materializado a nivel internacional con más de 250 empresas y 15 organizaciones dedicadas a desarrollar soluciones para el sector energético, para las cuales se prevé un incremento de participantes e inversión cercana a los US$35.000 millones para 2025, de acuerdo al último informe publicado por el Premium Market Insights.

Lo cierto es que por más que la tecnología se esté desarrollando rápidamente a nivel mundial, su real inserción en nuestro país dependerá del nivel de digitalización que alcancemos en el sector, la cultura de innovación que promuevan las empresas y la voluntad de la autoridad.

Es así como actualmente existe el desarrollo del servicio eproof, en el que se certifican soluciones energéticas, desde los ahorros, reducción de emisiones de CO2, generación ERNC, contratos de suministro y activos físicos, por lo que la idea es centrarse en soluciones y beneficios que nos entrega blockchain.

Blockchain: una nueva forma de crear valor para el sector energético

Blockchain: una nueva forma de crear valor para el sector energético

Blockchain es una tecnología que busca dar confianza sobre transacciones, procesos e intercambios de activos físicos o digitales. Básicamente es una base de datos distribuida donde se lleva registro de cada transacción o intercambio que se realice, el cual se encuentra distribuido en cada uno de los integrantes que forman parte del proceso y al no ser una base centralizada, es imposible su modificación.  Además, el proceso entrega una garantía sobre la trazabilidad de la información, facilitando la auditoría de terceros lo que favorece la transparencia.

 Para el sector energético, blockchain viene a potenciar y dinamizar la digitalización, transformando la manera en que interactuamos con la energía. ¿De qué manera lo podemos utilizar? por ejemplo, a través de la generación de certificados de producción de energía renovable a bajo costo, permitiéndole a los consumidores traspasar ese atributo a sus productos y servicios. Al ser una plataforma descentralizada, permite agilizar la entrada de nuevos actores (comercializador), mediante el intercambio punto a punto (P2P) y se simplifican los sistemas de pagos asociados a la compra de energías renovables o la carga de vehículos eléctricos.

 Al ser una forma de notario digital también permite auditar el estado y mantención de los activos físicos, aspecto fundamental para elevar los estándares de calidad del suministro energético. Además, permite trazar de manera inalterable los ahorros energéticos, simplificando y fomentando la financiación de proyectos de eficiencia energética bajo el modelo ESCO.

Este potencial ya se ve materializado a nivel internacional con más de 250 empresas y 15 organizaciones dedicadas a desarrollar soluciones para el sector energético, para las cuales se prevé un incremento de participantes e inversión cercana a los US$35.000 millones para 2025, de acuerdo al último informe publicado por el Premium Market Insights.

Lo cierto es que por más que la tecnología se esté desarrollando rápidamente a nivel mundial, su real inserción en nuestro país dependerá del nivel de digitalización que alcancemos en el sector, la cultura de innovación que promuevan las empresas y la voluntad de la autoridad.

Es así como actualmente existe el desarrollo del servicio eproof, en el que se certifican soluciones energéticas, desde los ahorros, reducción de emisiones de CO2, generación ERNC, contratos de suministro y activos físicos, por lo que la idea es centrarse en soluciones y beneficios que nos entrega blockchain.

Proyecto de ley larga de distribución introduce concepto de portabilidad

Proyecto de ley larga de distribución introduce concepto de portabilidad

El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, señaló que la Ley Larga de Distribución incorpora el concepto de portabilidad, a partir de cambios regulatorios «para generar más competencia y empoderar a los clientes, lo que redundará en un mejor servicio y precios más bajos».

La autoridad expuso ante la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, donde dio a conocer los principales lineamientos que tendrá la iniciativa, que forma parte de la segunda fase de modernización al segmento de distribución, y que se dividirá en tres proyectos de ley.

Principios

«Bajo el concepto central de portabilidad, tres son los aspectos que estamos abordando: la separación del distribuidor de la energía del comercializador de la misma, la creación de una institucionalidad independiente para administrar de manera segura los datos de los clientes y mejoras en el proceso de licitación», precisó Jobet.

Según el secretario de Estado, los cambios «permitirán paulatinamente a los clientes regulados- que son el 6,7 millones de clientes en el país- elegir a qué empresa le compran la energía, qué fuentes quieren que produzca esa energía y que tipo de servicio desean recibir».

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«El año pasado aprobamos –como parte de la primera fase de modernización del sector- la llamada Ley Corta de distribución, con la que avanzamos en aspectos de transparencia. Ahora, estamos incorporando mayor competencia en el sector y empoderando a los clientes», añadió.

Jobet planteó que proyecto de ley en su conjunto recoge experiencias internacionales y las adapta a la realidad chilena: «Con ella, avanzaremos hacia los mejores estándares internacionales en temas de competencia. Todo esto redundará en una mejor calidad de servicio para los chilenos».

«Estas modificaciones permiten que los chilenos puedan acceder a los beneficios de los adelantos tecnológicos de la industria, al mismo tiempo que mantienen las certezas para las empresas respecto de los contratos vigentes, al introducir mecanismos que permiten avanzar en una transición paulatina. Además, se coordinará esta política pública con otras iniciativas clave para la ciudadanía como es el tema de la estrategia de transición domiciliaria (leña)», enfatizó.

Jobet también anunció que el Ministerio de Energía «presentará un paquete de iniciativas que para continuar con la modernización del sector de distribución y para entregar más protección a los chilenos. Próximamente se ingresará la Ley que fortalece la labor de la Superintendencia de Electricidad y Combustible, para mejorar su capacidad de fiscalización, además de entregarle herramientas sancionatorias a la altura de los tiempos».

Blockchain: una nueva forma de crear valor para el sector energético

Blockchain: una nueva forma de crear valor para el sector energético

Blockchain es una tecnología que busca dar confianza sobre transacciones, procesos e intercambios de activos físicos o digitales. Básicamente es una base de datos distribuida donde se lleva registro de cada transacción o intercambio que se realice, el cual se encuentra distribuido en cada uno de los integrantes que forman parte del proceso y al no ser una base centralizada, es imposible su modificación.  Además, el proceso entrega una garantía sobre la trazabilidad de la información, facilitando la auditoría de terceros lo que favorece la transparencia.

 Para el sector energético, blockchain viene a potenciar y dinamizar la digitalización, transformando la manera en que interactuamos con la energía. ¿De qué manera lo podemos utilizar? por ejemplo, a través de la generación de certificados de producción de energía renovable a bajo costo, permitiéndole a los consumidores traspasar ese atributo a sus productos y servicios. Al ser una plataforma descentralizada, permite agilizar la entrada de nuevos actores (comercializador), mediante el intercambio punto a punto (P2P) y se simplifican los sistemas de pagos asociados a la compra de energías renovables o la carga de vehículos eléctricos.

 Al ser una forma de notario digital también permite auditar el estado y mantención de los activos físicos, aspecto fundamental para elevar los estándares de calidad del suministro energético. Además, permite trazar de manera inalterable los ahorros energéticos, simplificando y fomentando la financiación de proyectos de eficiencia energética bajo el modelo ESCO.

Este potencial ya se ve materializado a nivel internacional con más de 250 empresas y 15 organizaciones dedicadas a desarrollar soluciones para el sector energético, para las cuales se prevé un incremento de participantes e inversión cercana a los US$35.000 millones para 2025, de acuerdo al último informe publicado por el Premium Market Insights.

Lo cierto es que por más que la tecnología se esté desarrollando rápidamente a nivel mundial, su real inserción en nuestro país dependerá del nivel de digitalización que alcancemos en el sector, la cultura de innovación que promuevan las empresas y la voluntad de la autoridad.

Es así como actualmente existe el desarrollo del servicio eproof, en el que se certifican soluciones energéticas, desde los ahorros, reducción de emisiones de CO2, generación ERNC, contratos de suministro y activos físicos, por lo que la idea es centrarse en soluciones y beneficios que nos entrega blockchain.

Prevén dificultades para cerrar financiamiento de proyectos

Prevén dificultades para cerrar financiamiento de proyectos

(El Mercurio) En el sector energético, el impacto ya se ha hecho presente con la contracción del consumo ante la menor movilidad de las personas, indicador que ha estado en torno al 10% a nivel nacional durante las últimas semanas.

El director ejecutivo de SPEC, Carlos Suazo, advierte que esto producirá una postergación del aumento de la demanda energética previsto para las licitaciones de clientes regulados, pero además los próximos años habrán costos marginales más bajo de lo esperado, entonces las empresas que no tienen contratos se verán más afectados.

«Para que los proyectos nuevos se concreten, se va a necesitar financiamiento, y con el costo marginal bajo, será más complejo estructurarlo», sostiene Suazo.

En esta línea, el director ejecutivo de Ecom Energía, Sebastián Novoa, apunta a que el gran desafío de la industria será que los menores precios de la energía lleguen a los consumidores de menor tamaño, y de esta forma apoyar la recuperación económica.

«La inclusión del comercializador de energía es imperativa. Para esto, se debe convertir a la red de distribución en una espacio físico que convoque, en una plataforma habilitadora para la realización de negocios», asegura.

En el sector minero, el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, adelanta que esta crisis va a acelerar la tendencia en torno a productividad, automatización y relaciones laborales. «El enfrentar la producción con menos personas ha generado una especie de prueba de qué significa eso para la operación de las mineras, hay evidencia del impacto sobre la productividad, hay datos de cómo ha cambiado, lo que puede tener consecuencia en decisiones de las empresas», señala el experto.

Advierte, además, que el sector requiere de medidas apunten a una revalorización de la inversión como una herramienta del impulso económico, lo que hasta el momento se ha abordado desde el nivel operativo, más que político.

El presidente de la Sonami, Diego Hernández, apunta a que es fundamental avanzar por la vía de la inteligencia artificial, para lo que se requieren personas con el suficiente nivel de competencias. «Para ello, es necesario que los trabajadores sepan trabajar en equipo, deben tener un alto nivel de adaptabilidad, ser innovadores, con amplio manejo de la automatización», dice Hernández.