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Energía y minería: El cobre como elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias

Energía y minería: El cobre como elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias

Considerando las emisiones de la huella de carbono que genera la industria minera, donde la demanda del sector representa el 33% del consumo eléctrico y 20% del diésel a nivell nacional, investigadores y académicos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, desarrollaron el estudio «Minería y Cambio Climático», que fue presentado –de manera general- por el director ejecutivo de Beauchef Minería, Willy Kracht.

El documento busca generar un diálogo entre el sector público y la industria en temas asociados a minería, la tecnología y la sociedad, por lo que muestra la relación que existe entre la transición energética, temas de electromovilidad y minería, donde la base se centra en la mitigación de los efectos del cambio climático.  En esta línea, es abordado cuál es el rol de la minería.

Willy Kracht sostuvo que «el cobre es un elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias, eso es central en el desarrollo del estudio(…)existe una suerte de demanda de más minería producto de que estamos avanzando hacia la transición energética».

En este escenario, el académico detalló que el estudio considera «la importancia en la participación de emisiones a nivel país por parte de la minería y cuáles son los desafíos en términos de adaptación de la industria sobre el cambio climático(…)nosotros proponemos algunas rutas para avanzar en esta lucha por el cambio climático desde el sector minero».

Propuestas

Dentro de las propuestas realizadas en el informe para una minería responsable se describe:

Energías renovables y electromovilidad (ERNC, Electromovilidad y ,motores de de hidrógeno).

Economía circular (reciclaje de baterías de litio y celdas de hidrógeno, segunda vida en baterías, neumáticos y desalación).

Cobre responsable (cobre trazable, mercado diferenciado de cobre responsable).

En el mismo contexto, el director ejecutivo explicó que el informe aborda tres posibles escenarios sobre cómo lograr energías bajas en emisiones:

Seguir con lo habitual: Aquí se reducen emisiones por esfuerzo del sector eléctrico. La minería sigue teniendo gran participación en emisiones del país.

Incorporación de electromovilidad y eficiencia energética: No es responsable de alcance de emisiones 2.

-Se hace cargo de emisiones de alcance 1 y 2 e incentiva I&D

Capítulos 

El estudio «Minería y cambio climático», iniciativa FCFM «Beauchef Minería», consta de cuatro capítulos:

-Minería general y cambio climático

-Mitigación hacia una minería baja en emisiones

-Desafíos para adaptación al cambio climático

-Propuesta para lograr minería con bajas emisiones

Energía y minería: Cobre es elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias

Energía y minería: Cobre es elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias

Considerando las emisiones de la huella de carbono que genera la industria minera, donde la demanda del sector representa el 33% del consumo eléctrico y 20% del diésel a nivell nacional, investigadores y académicos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, desarrollaron el estudio «Minería y Cambio Climático», que fue presentado –de manera general- por el director ejecutivo de Beauchef Minería, Willy Kracht.

El documento busca generar un diálogo entre el sector público y la industria en temas asociados a minería, la tecnología y la sociedad, por lo que muestra la relación que existe entre la transición energética, temas de electromovilidad y minería, donde la base se centra en la mitigación de los efectos del cambio climático.  En esta línea, es abordado cuál es el rol de la minería.

Willy Kracht sostuvo que «el cobre es un elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias, eso es central en el desarrollo del estudio(…)existe una suerte de demanda de más minería producto de que estamos avanzando hacia la transición energética».

En este escenario, el académico detalló que el estudio considera «la importancia en la participación de emisiones a nivel país por parte de la minería y cuáles son los desafíos en términos de adaptación de la industria sobre el cambio climático(…)nosotros proponemos algunas rutas para avanzar en esta lucha por el cambio climático desde el sector minero».

Propuestas

Dentro de las propuestas realizadas en el informe para una minería responsable se describe:

-Energías renovables y electromovilidad (ERNC, Electromovilidad y ,motores de de hidrógeno).

-Economía circular (reciclaje de baterías de litio y celdas de hidrógeno, segunda vida en baterías, neumáticos y desalación).

-Cobre responsable (cobre trazable, mercado diferenciado de cobre responsable).

En el mismo contexto, el director ejecutivo explicó que el informe aborda tres posibles escenarios sobre cómo lograr energías bajas en emisiones:

Seguir con lo habitual: Aquí se reducen emisiones por esfuerzo del sector eléctrico. La minería sigue teniendo gran participación en emisiones del país.

Incorporación de electromovilidad y eficiencia energética: No es responsable de alcance de emisiones 2.

-Se hace cargo de emisiones de alcance 1 y 2 e incentiva I&D

Capítulos 

El estudio «Minería y cambio climático», iniciativa FCFM «Beauchef Minería», consta de cuatro capítulos:

-Minería general y cambio climático

-Mitigación hacia una minería baja en emisiones

-Desafíos para adaptación al cambio climático

-Propuesta para lograr minería con bajas emisiones

El desafío del 4% cuando un Sistema de Gestión de Energía tradicional no es suficiente

El desafío del 4% cuando un Sistema de Gestión de Energía tradicional no es suficiente

Sin perjuicio de que el sector minero es probablemente uno de los más preparados para enfrentar el desafío que impone la Ley de Eficiencia Energética, el 4% de reducción al que estaría obligado por dicha nueva normativa, viene a reafirmar que la Eficiencia Energética tradicional -esencialmente documental y orientada a proyectos de bajo impacto o incluso al simple cumplimiento- no será suficiente. Proyectos como recambios de luminarias, instalación de luminarias solares, o sistemas solares térmicos aislados, los cuales han sido usados por distintas industrias para mostrar avances en la materia, ya no serán suficientes. Si bien, aún está por definirse sobre qué punto se medirá el 4%, todo hace pensar que la medición se hará sobre indicadores típicos usados por la minería para medir la eficiencia en la mina y la planta, como son el movimiento de mineral y tratamiento del mismo.

Lo anterior, dado que los desafíos propios de la industria -independiente del nivel de eficiencia- tales como el envejecimiento de los equipos de transporte y mayor distancia de acarreo de mineral por el crecimiento de los rajos, la baja constante de la Ley que obliga a procesar más material para sostener los niveles de producción, variabilidad de la dureza y cambios en materia de comercialización, donde la producción de concentrado prima por sobre la producción de cátodos, y los procesos de desalinización y bombeo de agua de mar, entre otras; hacen difícil pensar que sea el producto final o las ventas de estos la unidad a ser considerada.

Para ejemplificar la nueva mirada a la que me refiero, quiero usar una táctica a la que ante épocas de crisis económica, las compañías siempre recuren, me refiero a generar al interior de la organización grupos específicos de trabajo orientados exclusivamente a optimización de costos. En la mayoría de los casos, estos se traducen en ahorros millonarios, que se miden en metas anuales, pero que -sin duda- son el resultado del trabajo colaborativo e integrado de un sinnúmero de especialistas que se unen para levantar opciones de mejora y optimización.

Ahora bien, aun cuando la meta del 4% moviliza, lo que más debería movilizar a la industria es el hecho de que el uso de energía eléctrica y combustibles representa cerca del 20% de su costo de producción. He aquí el cambio fundamental que deben tener los Sistemas de Gestión de Energía, donde la meta es lograr articular a todas aquellas áreas que, de una u otra manera, intervienen con el uso y gestión de los recursos en las operaciones: áreas de Gestión de Energía, Innovación, Excelencia Operacional, Mantenimiento, Gestión en materia de Costos, Medio Ambiente, entre otras. Estas áreas pueden lograr levantar una cartera de proyectos de mejora a corto, mediano y largo plazo que, sumados, no sólo alcancen la meta que impone la Ley de Eficiencia Energética, sino que optimicen costos de producción, logrando con el tiempo que la energía sea incorporada dentro de la cultura organizacional, como una variable que se gestiona por defecto, no como un mero cumplimiento normativo, sino en pos de la productividad, competitividad y sustentabilidad del negocio.

Este ultimo punto no debe pasar desapercibido, la gestión de energía es la principal herramienta de reducción de gases de efecto invernadero, por lo que, dentro de la integración que debe perseguir la empresa por incorporar la variable energía dentro de sus principales sistemas y modelos de gestión, debe también considerar los Gases de Efecto Invernadero, a través de la gestión de la Huella de Carbono de la organización.

Con este nuevo enfoque, el área que lidera la Gestión de Energía, apoyará en la definición y mantención del sistema, articulando y liderando los temas relacionados con el área, identificando opciones de mejora y captura de nuevas opciones tecnológicas para que luego estas iniciativas sean implementadas por las áreas de la organización que corresponda según su naturaleza, especialización, equipos que muchas veces serán los mismos que operarán la mejora. El trabajo en equipo y la definición de roles en cada iniciativa es crucial para el avance concreto y sostenido en materia de eficiencia energética. Si esperamos que el área de Gestión de Energía diseñe, resuelva e implemente todas las iniciativas, es probable que nos encontremos con murallas infranqueables, propias de organizaciones tendientes a trabajar en silos, donde cada unidad, si bien se encuentra dispuesta a colaborar, cuida su espacio y ámbito de competencia celosamente.

Bajo esta mirada, el trabajo en silo o el desarrollo de una cartera de proyectos reducida -producto de un mal entendimiento del concepto de eficiencia energética- debe ser considerado por las organizaciones como cosa del pasado. La meta del 4% establecida por la Ley sólo es viable de ser alcanzada con un trabajo colaborativo e integrado dentro de la organización.

Ahora bien, si resumimos la Ley desde el punto de vista de cumplimiento, hay 2 puntos básicos a cubrir, el primero contar con un SGE certificado o que cumpla los requerimientos mínimo establecidos en el Reglamento, por otro lado, tenemos el cumplimiento del 4%, el cual uno esperaría que sea alcanzado de manera natural por el propio andar del SGE, pero cuando este último no logra articular a los actores capaces de levantar iniciativas o proyectos de alto impacto para llegar a ese 4% se complica el panorama. Más aún, cuando seguramente ya habrán pasado fácilmente un par de años y la capacidad de reacción para enfrentar este inconveniente se ve mermada producto de lo complejo que es movilizar organizaciones complejas como lo son los Consumidores con Capacidad de Gestión Energética, o CCGE como indica la Ley.

Avanzar de la mano con áreas ligadas a la mejora de la productividad u optimización de procesos desde el inicio es probablemente la mejor decisión, el trabajo colaborativo y en red -idealmente contemplando otras empresas- es crucial para modificar la cultura organizacional en torno al tema y la innovación, hoy por hoy ligada a la electromovilidad y uso de Hidrogeno, es la temática que transformará a la industria minera -y no minera- en las próximas décadas.

Seminario abordó aspecto social de las energías renovables

(Diario Concepción) Uno de los desafíos a nivel mundial es la optimización del recurso energético, especialmente en la búsqueda de dejar atrás formas contaminantes de producción. En este sentido, el Instituto Profesional Virginio Gómez organizó el Seminario Mix y Educación Energética 2021, el que, además, abordó el impacto social que puede imprimir el uso de las energías renovables en los sectores más alejados.

En esta oportunidad, Nathalie Almonacid, Geofísica de la Universidad de Concepción, Máster en Energía y Sustentabilidad de la Universidad de Southampton, Reino Unido, Investigadora y Coordinadora I+D y de plataforma tecnológica EMMAP en MERIC, dio a conocer los avances en estudios de energía mareomotriz, que adquiere alta relevancia, considerando que nuestro país tiene más de 4.000 kilómetros de costas y cuyo desarrollo podría traer grandes beneficios.

El 13 de abril de este año marcó un hito importante, se instaló el primer prototipo de energía mareomotriz a escala real, validado y comercialmente establecido, en Las Cruces, frente a las costas de la quinta región, el que abastece su propio sistema de instrumentación para estudios de esta energía. “Implicó un trabajo realizado con toda la comunidad, en diferentes áreas, y nos pudimos dar cuenta que en Chile contamos con todas las capacidades para desarrollar estas acciones”, valoró Almonacid.

Una de las aristas de la producción de energías renovables es que puede desarrollarse de distintos orígenes y proveer de este recurso a sectores remotos que muchas veces quedan marginados en las agendas de desarrollo de los países. Ese es el caso expuesto por Jesús Aguilar Jiménez, del Centro de Estudios de las Energías Renovables de la Universidad Autónoma de Baja California, México, quien relató cómo mejoró la calidad de vida de los habitantes de Puertecitos, en su país, gracias a la producción de energía eléctrica para la comunidad

Para Aguilar, “el desarrollo de las energías renovables es un área que termina por hacer bien a las personas cuando hacemos un buen uso de ellas, y ese será el desafío de los próximos profesionales del área, producir energía en las zonas más alejadas y que pueda ser mantenido fácilmente por la comunidad”, enfatizó.

Para Marcelo Fuentes, Jefe de Carrera Energías Renovables y Eficiencia Energética del Instituto Profesional Virginio Gómez, “nuestras carreras están alineadas a las actuales políticas energéticas del país. Somos de las pocas instituciones que las dictan y tenemos uno de los laboratorios más modernos de Chile, por lo que esperamos que nuestros egresados contribuyan eficazmente a fortalecer una matriz energética más robusta, verde y sustentable con el medio ambiente”, finalizó.

Electromovilidad: Enel X cumple 10 años de la instalación del primer punto de carga de Latinoamérica

La primera electrolinera de Latinoamérica fue instalada en Santiago por el Grupo Enel en abril de 2011, marcando el punto de partida de la movilidad eléctrica en el país, cuando en ese entonces prácticamente no existían los vehículos eléctricos.  

Esta fue instalada en la estación de servicio Petrobras, ubicada en Américo Vespucio con Vitacura. Este hito, dio inicio a que las marcas fabricantes de vehículos eléctricos vieran a Chile como el país referente para la entrada de esta nueva tecnología en América Latina. 

“Para el mercado era absolutamente una apuesta, pero no para el Grupo Enel, quien ya en esa época tenía la visión que la electromovilidad se instalaría con fuerza en los próximos años, y solo era una cuestión de tiempo. Y efectivamente, el mismo tiempo nos dio la razón. Hoy la movilidad eléctrica es una realidad, tanto a nivel público como privado”, recuerda Karla Zapata, gerente general de Enel X Chile.

Desde ese hito, la línea de negocio del Grupo Enel orientada a entregar soluciones energéticas avanzadas, ha dado pasos agigantados en cuanto a masificar la movilidad en el país, incluso siendo replicado su ejemplo en otros países de Sudamérica. 

Entendiendo que la movilidad eléctrica es un compromiso país, la compañía decidió formar parte este desafío, y hoy trabaja con el objetivo de conectar todo Chile de Arica a Punta Arenas, a través del proyecto ElectroRuta Enel X, integrando distintos segmentos y rubros, permitiendo la democratización de la movilidad eléctrica, tanto en empresas, industrias, el retail, carreteras y por cierto en los hogares. 

Sin infraestructura de carga, los autos eléctricos no tendrían donde recargarse. Por ello Enel X definió su proyecto ElectroRuta como clave para el desarrollo de la electromovilidad en el país, consistente en la instalación de 1.200 puntos de carga en todo Chile hasta 2025 que permitirán recorrer más de 5.000 kilómetros, de Norte a Surgarantizando la autonomía y continuidad de circulación de los autos eléctricos. En el marco de este proyecto, a diciembre de 2020 se han instalado 177 puntos de carga en distintas regiones del país. Para 2021, Enel X contempla la implementación de más de 140 nuevos cargadores. 

Los puntos de carga de Enel X están siendo instalados estratégicamente en carreteras, aeropuertos, industrias de diversos segmentos, entre ellas la “minería verde”; universidades, inmobiliarias, retailstrip center, e incluso en restaurantes, convirtiéndose en pionera por la transversalidad de rubros  en la implementación de sus cargadores, basados en soluciones inteligentes que tienen como objetivo atender diferentes necesidades mediante tecnologías que permiten cargar la batería de los vehículos a distintas velocidades y en diferentes lugares. 

Buses eléctricos  

Implementando un modelo nuevo para Chile, Enel X, junto a Metbus y BYD, trajeron los primeros 100 buses eléctricos que se incorporaron formalmente al sistema de transporte público de Santiago, transformándose en el segundo país a nivel mundial, después de China, en contar con más buses eléctricos circulando por sus calles.  

Enel X ha puesto en servicio aproximadamente 500 Buses eléctricos, entre buses de transporte público y buses para el transporte privado de personas, lo que en suma totaliza aproximadamente 810 millones de kilómetros recorridos a la fecha. Esto genera diversos beneficios para los usuarios, el medio ambiente, los conductores, las empresas asociadas y los sectores circundantes. 

La eficiencia energética de los motores eléctricos se convierte en una de las principales ventajas de este tipo de transporte, los que convierten el 60% de la energía en movimiento, mientras que un bus que usa combustibles derivados del petróleo, pierde el 85% de la energía en calor. 

Las personas también se ven beneficiadas con la electromovilidad, puesto que genera importantes mejoras en la calidad de vida, disminuyendo considerablemente la contaminación acústica producida por los buses. 

 Electroterminales   

El primer electroterminal se construyó en la comuna de Peñalolén, y fue inaugurado en octubre de 2018, el cual cuenta con 63 puntos de carga para los buses y estacionamientos solares, estructuras diseñadas para soportar paneles fotovoltaicos que generan energía eléctrica a través de fuentes renovables, permitiendo contribuir al consumo, tanto de la operación de los buses, como del electroterminal. Además, otros 37 puntos de carga se instalaron en el otro punto de término del recorrido de los buses: el electroterminal de Maipú. 

Pandemia 

La empresa también destacó que al inicio de la pandemia, un bus eléctrico fue acondicionado como laboratorio móvil comenzó a recorrer las comunas de La Pintana y Puente Alto con el objetivo de ir en apoyo de la detección de contagiados por el Covid-19 y aumentar la cantidad de exámenes PCR en aquellas zonas donde es más difícil acceder a este examen. 

El diseño del laboratorio móvil eléctrico, pionero en Chile, se llevó a cabo gracias a un trabajo de innovación de Enel X, tomando en cuenta los requerimientos sanitarios del personal clínico de la Red de Salud UC Christus.