Q

Las claves y efectos del proyecto que busca adelantar el cierre de las centrales a carbón

Nov 6, 2020

La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto que propone anticipar en quince años el retiro de estas unidades. Su avance preocupa al gobierno y a la industria pues, aunque hay consenso en que se debe acelerar la descarbonización, ven riesgos en hacerlo tan rápido sobre la estabilidad del sistema, en una mayor generación con diésel e incluso alzas de tarifa.

(La Tercera-Pulso) De muy cerca se está observando el proyecto que busca cerrar inmediatamente todas las centrales que lleven más de 30 años operando y a 2025 las restantes. La iniciativa dio nuevos pasos la semana pasada, cuando la sala de la Cámara lo aprobó en general y en los próximos días busca votarse en la Comisión de Medio Ambiente las nuevas indicaciones presentadas.

El consenso en la industria y gobierno por el proyecto es amplio: no es viable técnicamente lograr el objetivo en el periodo postulado, pues quedaría en riesgo la estabilidad del sistema, aumentaría la generación diésel, subirían los costos marginales de la energía y también habría alzas para los clientes finales.

Son 28 las centrales a carbón que inicialmente había en el país, 3 de ellas ya cerraron y, con el cronograma actual, se prevé cerrar ocho más al 2025.

¿Es técnicamente posible adelantar el cierre de centrales a carbón a 2025?
-Sí, es posible cerrar las centrales en el plazo que se propone en el proyecto de ley, pero según los expertos del sector eléctrico, está al límite. Los efectos que esto traería son múltiples y no solo para las empresas, sino que para los mismos clientes finales. En concreto, existiría un riesgo para la estabilidad del sistema y deberían encenderse un número importante de centrales diésel para reemplazar el carbón. Además, tiene un efecto en los racionamientos y un aumento en los costos, no solo para el sistema, sino que en un alza en las cuentas de luz. Otra consecuencia serían las importantes inversiones que deberían hacer las compañías del sector y en urgentes líneas de trasmisión para que comiencen a operar lo antes posible.

¿Qué peso tiene actualmente el carbón en la matriz?
-En lo que va corrido del año, el aporte del carbón respecto del total de producción de electricidad en el país alcanza el 38,5%, siendo por lejos el energético de mayor peso. El año pasado, la cifra fue de 36,7%, el 2018 alcanzó el 38,6% y previó a ese año, 39%.

En los últimos qaños se ha buscado disminuir la participación del carbón para potenciar las limpias -principalmente solar y eólica-. Esto ha sido fructífero, pues ambas tecnologías han aumentado fuertemente su preponderancia en el sistema eléctrico. Sin embargo, para que la energía solar y eólica sigan aumentando deben construirse nuevas líneas de transmisión, pues el consumo está en la zona central del país y las generadoras se ubican principalmente en el norte y sur de Chile.

¿Con qué podría reemplazarse el carbón?
-En el escenario planteado de retiro del carbón a 2025, la generación eléctrica con ese combustible se debería reemplazar mediante nuevos proyectos de centrales renovables, centrales a gas, el aporte de las hidroeléctricas de gran tamaño (lo que dependerá de los niveles de lluvia) y mediante centrales generadoras de respaldo, que usan diésel como combustible.

En el corto plazo, estas últimas tomarían más relevancia y ya en el mediano y largo plazo el gas y las renovables tomarán el protagonismo. Para que estas últimas sigan potenciándose, se deben crear nuevas líneas de transmisión que faciliten la entrega de energía a la zona central, lo que requiere millonarias inversiones

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

Suscríbase al Newsletter Revista Electricidad