(El Mercurio) El aporte de las energías renovables sigue creciendo en el país, según revelan las cifras que se vieron durante enero. En este período la generación de energía por las centrales de energías renovables no convencionales (ERNC) fue de 1.222 GWh, el mejor mes de enero desde que existe el registro en cuanto a este tipo de producción.
En comparación con el mismo mes del año anterior, cuando la cantidad fue de 1.171 GWh, se trata de un alza de 4,4%, mientras que al comparar la participación de este tipo de fuentes en la matriz local, el indicador tuvo una variación que pasó de 17,8% a 18,7%, es decir, casi un punto porcentual adicional.
La principal causa detrás de estas variaciones se explica a partir de que durante 2018 se instalaron más de 800 MW de nueva potencia ERNC en Chile, tanto en tecnología eólica como solar.
Y si bien el peak en la inyección proveniente de centrales renovables suele suceder en época de primavera, el pasado 1 de enero se llegó a un máximo horario a las 15:00 horas en el que el 40,9% de la matriz provino de este tipo de fuentes, el segundo más alto desde que se mide de esta manera.
Este último punto también se vio impulsado porque al tratarse de un día en el que habitualmente se muestra una demanda más baja que otros días del año, atendiendo a las disposiciones legales que exigen una operación del sistema lo más económica posible, el Coordinador Eléctrico Nacional busca inyectar la mayor cantidad de energía renovable posible en cada hora del día, ya que es la de menor costo.
Desde Acera, gremio que reúne a las empresas del sector renovable, sostienen que actualmente hay sobre 1.200 MW de capacidad ERNC que está declarada en construcción, de la que gran parte debiese entrar en operación dentro de 2019. Por ello el aporte de las renovables seguirá aumentando en el ejercicio, teniendo cada vez más cerca la meta del 20% anual, que estaba prevista originalmente para el 2025.
Asimismo, otro elemento que miran con atención desde Acera tiene que ver con impulsar cambios respecto al esquema de compensaciones que existe en torno al impuesto a las emisiones. Esto, a juicio del gremio, está haciendo que las firmas renovables tengan que pagar por este concepto a las centrales termoeléctricas.
El efecto Cardones-Polpaico
Sin embargo, uno de los factores que han jugado en contra del mayor desarrollo de las renovables tiene que ver con la línea de transmisión de energía Cardones-Polpaico, infraestructura clave para el transporte de la producción del norte del país al resto de las regiones.
Por estos días, la compañía a cargo de las obras, InterChile, oficializará al Ministerio de Energía una nueva postergación en la entrada en operación de la línea, proceso que podría tardar más de seis meses según conocedores del tema, impidiendo el tránsito de este tipo de energía.
Según explica Carlos Finat, director ejecutivo de Acera, al tratarse del proyecto de transmisión más grande que se ha desarrollado en Chile, era factible que existieran retrasos. Sin embargo, advierte, se trata de plazos muy significativos, en los que ni siquiera existen certeza de que se puedan cumplir.
«Nos parece muy negativo que una inversión de millones de dólares, que beneficia a todo el país, se vea retrasada por el interés de un pequeño grupo de personas, considerando que el proyecto cuenta además con la aprobación de las autoridades competentes, incluida la ambiental», asegura Finat, haciendo alusión al grupo de comuneros de la zona La Dormida que ha impedido el ingreso de los contratista a cargo de la obra a la zona de construcción.
No contar con el correcto funcionamiento del proyecto significó que -durante 2018- 500 GWh de energía limpia y competitiva no pudieran ser generados, afectando a un número importante de centrales del sector renovables, estiman en Acera.