La Fiscalía Nacional Económica (FNE) iniciará un estudio sobre el mercado del gas y su evolución competitiva en el país, en vista a la importancia que ha adquirido este combustible en el actual contexto de descarbonización de la matriz energética local, sin que hasta el momento existan tecnologías de generación que puedan entregar estabilidad al sistema eléctrico.
Según lo informado por el organismo, «esta creciente importancia del gas podría propiciar el desarrollo su infraestructura de transporte y distribución, la que también podría ser utilizada para trasladar hidrógeno verde, un combustible que se produce sin emisiones y cuya combustión libera energía y agua».
Otra razón para realizar el estudio es la necesidad que advierte la FNE de analizar con mayor profundidad «la estructura de propiedad horizontal de la industria y su nivel de concentración. Esto es particularmente relevante, puesto que según la información pública disponible es posible observar que los mismos grupos económicos participan tanto en el mercado del GN como del GLP, y una estructura de propiedad de este tipo podría tener consecuencias para la inversión en infraestructura y en los precios a los que acceden los consumidores».
También se indicó que el mercado cuenta con una estructura propiedad con múltiples integraciones verticales: «Si bien la existencia de integración vertical no es en sí misma negativa para la competencia en los mercados, lo que dependerá de un análisis caso a caso, sí es relevante analizar la estructura y relaciones de propiedad entre los distintos agentes para determinar si está siendo eficiente o si, por el contrario, se están produciendo ineficiencias que generen barreras a la entrada y, en consecuencia, mayores precios para los consumidores finales».
Las diferencias que presenta la regulación del gas respecto a otros servicios básicos es otro motivo aludido por la FNE. «Estas asimetrías regulatorias podrían explicar, al menos en parte, las importantes diferencias que se observan en términos de cobertura entre los distintos servicios. Al respecto, los datos muestran que solo un 21,4% de la población accede al gas a través de cañerías, mientras que un 93,7% tiene acceso a la red de agua potable y un 99,5% a energía eléctrica de red».
Por estas consideraciones el organismo sostuvo como hipótesis que «existen espacios en el mercado del gas que no se encuentran funcionando de forma adecuada desde el punto de vista de la competencia, lo que estaría provocando que las condiciones comerciales a las que pueden acceder consumidores mayoristas y minoristas en el país no sean las óptimas».