Cerca de 3.700 fallas en las redes de media y baja tensión, equivalentes a las que se registran durante dos meses de operación normal, registró Enel Distribución durante la contingencia del 15 de julio, donde la nieve caída en la zona centro sur del país produjo prolongados cortes del suministro eléctrico en la Región Metropolitana, activando una serie de medidas por parte de las autoridades, entre las cuales está el anuncio de enviar un proyecto de ley corta que aumenta las sanciones para las distribuidoras por el incumplimiento en la entrega del servicio.
De acuerdo a lo indicado por Enel Distribución, en un reporte entregado a Revista ELECTRICIDAD, las principales causas de las fallas registradas por la nevazón se debieron a «caídas de árboles, caída de grandes ganchos sobre el tendido; caída de postes en efecto dominó producto del daño del tendido, y severos daños en transformadores».
Según la empresa, el impacto en la red de distribución para las comunas del sector oriente de Santiago «fue aún mayor que el sufrido en el terremoto de 2010».
Otro datos recogidos por la contingencia arrojaron que el peak de clientes afectados por el corte del servicio afectó a un total de 311.000 clientes de Enel Distribución, por lo que hubo cerca de «800 personas que trabajaron en terreno para recuperar la entrega de suministro eléctrico».
Además la compañía anotó 205.000 llamados que fueron recogidos por el servicio de atención telefónica, para gestionar atención caso a caso, junto a «139.000 interacciones por redes sociales se realizaron durante la crisis».
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