(El Mercurio) Esta vez, y a diferencia de las anteriores, la esperada operación para incorporar a Enel Américas en los activos renovables de Enel Green Power (EGP), que fue anunciada a inicios de esta semana, no tiene un nombre clave para identificarla.
Quizás como un forma de alejar los fantasmas del pasado, atrás quedaron los «Carter» -en sus dos versiones- y el más reciente «Elqui», las denominaciones que la europea les asignó a las operaciones a través de las cuales reestructuró el negocio de la ex-Enersis en América Latina, escidiéndola primero de Endesa España, para después establecer vehículos de inversión separados para Chile y los otros países donde la firma tiene presencia (Brasil, Perú, Colombia y Argentina). La tercera fase de ese proceso fue la incorporación de Enel Chile de los activos de generación renovable de EGP en el país. Esta filial de la firma italiana surgió como tal a fines de la década pasada, a instancias del propio Francesco Starace, antes de que se convirtiera en el CEO de Enel.
Esta semana el nuevo anuncio de Enel Américas sorprendió, aunque lo cierto es que el mercado se esperaba hace tiempo. De hecho, tras el Plan Elqui era habitual que en las conferencias con analistas a la plana ejecutiva de la ex-Enersis se le hiciera la pregunta: ¿Cuándo será el turno de incorporar en Enel Américas al resto de los activos de EGP en la región?