(El Mercurio de Calama) En 2022 partiría la construcción en la comuna de Taltal del mayor parque eólico de Latinoamérica. Así lo adelantó Juan Eduardo Vásquez, gerente de la División de Negocios y Gestión de Energía de Colbún, firma que en diciembre del año pasado se adjudicó 8 mil hectáreas en esa zona para desarrollar este proyecto energético que requerirá una inversión de US$971 millones y aportará 607 MW al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
En efecto, hace unos días estuvo en Antofagasta el representante de Colbún para la firma de un contrato de suministro de energía limpia con Minera Zaldívar, mediante el cual esta faena -operada por Antofagasta Minerals, Amsa- quedará abastecida 100% con energía renovable.
«En la actualidad tenemos una matriz diversificada compuesta fundamentalmente por fuentes hidroeléctricas que participa entre un 60% y 70%, una unidad a carbón que es la más eficiente del país ( con solo cinco años de operación) y el complejo termoeléctrico Nehuenco que produce energía en base a gas natural», explicó Vásquez.
Sin embargo, las perspectivas en cuanto a la composición de la matriz es que cambie significativamente en los próximos años. Una de las razones es que la compañía se adjudicó una licitación del Ministerio de Bienes Nacionales para desarrollar el proyecto energético Horizonte en un paño de 8 mil hectáreas.
Estudios
Respecto del avance de este proyecto, el ejecutivo explicó que «la compañía tomó la decisión de destinar un equipo especial de ingeniería para avanzar con los estudios, porque para efectos de construir un proyecto de esa envergadura debemos tener certeza de que los recursos y la infraestructura para exportar esa energía al resto del país estén disponibles», dijo Vásquez.
Y agregó que «en la medida que se vayan dando todas esas condiciones y encontremos las mejores soluciones para construir ese proyecto, lo vamos a desarrollar».
Se trata del parque eólico más grande de Latinoamérica y cuya capacidad -equivalente a 730 mil hogares- podría satisfacer el consumo domiciliario de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
En torno a los plazos, detalló que «están explícitos en las bases de licitación, que son siete años en total. Cuatro para desarrollar los estudios y tres para ejecutar la construcción. Es decir, la decisión de inversión deberíamos tomarla en cuatro años más».
Respecto de los resultados de las prospecciones, aseguró que pese a ser aun muy prematuras y por ende no concluyentes- han resultado positivas. Es conocido que en esa zona están los mejores vientos del norte de Chile, esa es la confianza que tenemos y ese es el norte estratégico que ha guiado nuestro interés por desarrollar el proyecto», concluyó.