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Sin una definición de una política energética

(Pulso) El gobierno ha destacado que entre 2010 y 2014 aprobó ambientalmente más de 17 mil megawatts (MW), que han entrado en operación al sistema eléctrico más de 4.300 MW en nueva capacidad y que actualmente existen en construcción 2.800 MW adicionales.

Sin embargo, la cartera de energía, para los expertos, quedó al debe. Si bien se destacan avances en materia legislativa (como la promulgación de Ley 20/25, que establece que hacia el año 2025 las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) representarán el 20% de la matriz eléctrica de Chile), la indefinición del Comité de Ministros sobre HidroAysén, que traspasó la tarea a Bachelet, fue la huella más notoria de esta secretaría de Estado.

A esto se suma la judicialización que han enfrentado una serie de proyectos eléctricos, lo que para muchos se debe a la falta de una política energética clara, pese a que en el gobierno destacan el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Energía 2012-2030, realizada en febrero de 2012 por el Presidente Sebastián Piñera.

Otro de los puntos grises de la cartera fue la paralización del proyecto Barrancones. El hecho marcó un punto de inflexión en la cartera de energía.

Más aún la inestabilidad en la jefatura del cargo fue una piedra en el zapato para el mandatario, quien debió nombrar a cinco ministros durante su mandato.

Hubo uno que incluso sólo alcanzó a durar tres días y puso su cargo a disposición del Ejecutivo tras serios conflictos de interés.

En efecto, por la cartera pasaron los nombres de Ricardo Raineri, Laurence Golborne, Fernando Echeverría, Rodrigo Alvarez y Jorge Bunster.

Este último -un ex gerente de Copec que trabajó con la familia Angelini por casi 20 años- pareció entender de mejor forma las tareas del ministerio.

De hecho, en la última cumbre energética en La Moneda el secretario de Estado se mostró orgulloso de los avances bajo su administración.

Bunster logró sacar adelante cuatro leyes que resultan ser el mayor legado del gobierno.

El secretario de Estado destacó el énfasis que el Ministerio realizó para robustecer la red de transmisión. En ese sentido, destacó la aprobación de las Leyes de Concesiones, de Interconexión y el aumento histórico de la inversión en transmisión troncal, por más de US$ 1.100 millones.

Argentina y Perú tienen en carpeta proyectos hidroeléctricos que superan los 5.000 MW

Argentina y Perú tienen en carpeta proyectos hidroeléctricos que superan los 5.000 MW

(Diario Financiero) 
Para abril está prevista la apertura de ofertas de la licitación para levantar la central hidroeléctrica Chihuido I, un proyecto que considera la instalación de 637 MW de capacidad en la zona norte de la Patagonia Argentina.

Con una inversión de US$ 1.570 millones y una superficie inundable de 18.000 hectáreas, que triplica lo propuesto en proyectos como HidroAysén en Chile, esta iniciativa marca un paso más en los planes del gobierno argentino para desarrollar su potencial hidroeléctrico y remontar la desaceleración que desde hace dos décadas evidenciaría este tipo de inversiones en ese país, lo que tiene a la hidroeléctricidad representando actualmente del orden del 35% de la matriz.

Entre 2000 y 2012 en Argentina entraron en operación sólo 1.100 MW en base a agua. Sin embargo, en los últimos años las autoridades han incluido el desarrollo de proyectos hidroeléctricos especialmente en la zona de la Patagonia, como es el caso del complejo rebautizado como Presidente Néstor Kirchner (ex Condor Cliff) y Gobernador Jorge Cepernic (ex La Barrancosa), que fue relicitada en 2012.

En total, ese país cuenta con 7.825 MW que están en construcción o con estudios básicos concluidos.

Claro que Argentina no es el único vecino de Chile que está dispuesto a impulsar su potencial hidroeléctrico, pues Perú ya tiene en evaluación ambiental iniciativas de este tipo por más de 2.100 MW, un volumen que es similar al de la iniciativa que a nivel local tramitan Endesa y Colbún.

En términos conjuntos, y considerando los proyectos de ambos países que presentan el mayor grado de avance, Argentina y Perú tienen en carpeta iniciativas que superan los 5.100 MW, es decir, poco más de seis veces el tamaño de la mayor hidroeléctrica que opera en Chile, Ralco (690 MW).

Al comparar otras variables asociadas a estos desarrollos, destaca que en conjunto inundarían un área que supera las 74 mil hectáreas. Para tener una idea, en total, los embalses de las centrales Rapel (370 MW), Colbún (470 MW) y los proyectados para las cinco centrales de HidroAysén (2.750 MW) representan una superficie de 19.600 hectáreas.

Volviendo a la capacidad instalada, las cifras aumentan, cuando el cálculo se amplía hacia aquellas iniciativas que tienen potencial, pero presentan un grado de desarrollo menor, pues en ese caso Argentina exhibe más de 7.800 MW, mientras que en Perú la capacidad podría alcanzar los 12.500 MW, considerando únicamente los proyectos planteados en el río Marañón.

“Arteria energética”


En el caso de Perú, los tres proyectos que presentan mayor grado de avance se ubican en lo que se ha denominado la “Arteria energética del Perú”: el río Marañon.

En 2011, el entonces presidente, Alan García firmó un decreto donde planteaba la posibilidad de instalar 20 centrales hidroeléctricas a lo largo de este río, lo que demandaría una inversión en torno a los US$ 15.000 millones.

En enero el ministro de Energía peruano, Jorge Merino, dijo que una de las prioridades de su país es incrementar la capacidad instalada de generación, que bordea los 6.900 MW, para responder al crecimiento de la demanda, que oscila en los 5.500 MW.

“Lo que tenemos que hacer es trabajar para instalar más centrales hidroeléctricas; consolidar la infraestructura de transporte para el gas natural y consolidar nuestro sistema de transmisión”, dijo el secretario de Estado y añadió que para ello el gobierno tiene previsto entregar facilidades y garantías para la instalación de hidroeléctricas. A partir de esto, en agosto serían concesionadas unidades por 1.000 MW.

Santander ve con buenos ojos plan B de Endesa para enfrentar HidroAysén

(Pulso) El plan B que está barajando Endesa para HidroAysén fue bien recibido por el mercado. Así por lo menos lo demuestra un reporte de Santander enviado a clientes.

«De acuerdo a PULSO, Endesa está analizando una termoeléctrica a gas natural por 1.600 MW en la parte central de Chile. Nosotros creemos que este evento es positivo para Endesa porque esto permitirá a la compañía utilizar el mayor volumen de gas natural concedido por el cambio en el contrato con British Gas y su menor dependencia de la hidrología», sostiene el informe.

Sin embargo, advierten que esperan una reacción moderada de la acción debido a que la información no ha sido confirmada por la compañía.

El departamento de estudio de la corredora destaca además que la renegociación del contrato de suministro de GNL con British Gas permitirá, a su juicio, obtener precios entre 40% y 50% más bajos.

Es así como Santander está positivo para la acción de Endesa, basado además en atractivos múltiplos, incluso asumiendo un año en que la normalización de lluvias no sería completa, y el nuevo contrato regulado firmado en el cuarto trimestre, que fue 76% superior a los niveles actuales.

Dado esto, la recomendación es Comprar sobre los ADR de Endesa, con un precio objetivo de US$57 cada papel, lo que arroja un alza potencial de 31% frente a las cotizaciones actuales.

Endesa Chile retira HidroAysén de catastro de proyectos que presenta a inversionistas

Endesa Chile retira HidroAysén de catastro de proyectos que presenta a inversionistas

(El Mercurio) Las dificultades que enfrenta el proyecto HidroAysén (2.750 MW) llevaron a uno de sus accionistas, Endesa Chile (51%) -el otro es Colbún (49%)-, a retirar la iniciativa de la cartera de proyectos en América Latina que la firma exhibe a inversonistas.

En la última presentación realizada en noviembre, la empresa informó sobre siete centrales eléctricas a desarrollar sin incluir entre ellas al complejo hidroeléctrico de US$ 10 mil millones en la Patagonia.

La omisión en el documento, que tiene una data de dos meses, contrasta con el reporte anterior -del primer semestre del año-, donde Endesa dio cuenta de la existencia de ocho proyectos para agregar capacidad de generación en Latinoamérica, siendo el más relevante HidroAysén.

En la industria sostuvieron que el retiro de la eléctrica en la presentación a inversionistas es una señal potente sobre la poca claridad que existe en el grupo sobre su eventual materialización.

En la compañía manifestaron que HidroAysén es un proyecto lejano y sobre el cual existe incertidumbre puesto que tiene decisiones pendientes aún, específicamente en lo que concierne a la línea de transmisión. Esto, agregaron, se traduce en un horizonte temporal más amplio.

Considerando lo anterior, en las presentaciones que se les hacen a los inversionistas no es posible dar certeza sobre los plazos de ejecución de las centrales y la línea de transmisión. Es por esto, explicaron en la compañía, que se retiró de la presentación de noviembre. Sin embargo, en la firma precisaron que esto no significa que se haya desechado la iniciativa, pues aseguraron que ésta sigue siendo parte de los planes o pipeline de la empresa.

Sin embargo, fuentes cercanas al proyecto afirmaron que al no incluir HidroAysén en la presentación se está dando una señal evidente de que la iniciativa no se llevaría a cabo en el mediano plazo.

Esto, teniendo en cuenta la alta oposición de la ciudadanía y la indefinición política frente al complejo.

La empresa todavía está a la espera de que el Comité de Ministros se pronuncie sobre las más de 30 reclamaciones que fueron presentadas en contra del proyecto, tras recibir su aprobación ambiental en mayo de 2011.

Dicha revisión ha demorado más de dos años, lo que según han advertido desde HidroAysén es reflejo de la falta de voluntad política que existe frente a la iniciativa.

Por otra parte, la Presidenta electa, Michelle Bachelet, mostró su disconformidad con la hidroeléctrica al señalar que en la situación actual en la que se encuentra el proyecto es inviable su desarrollo.

Además, HidroAysén se encuentra paralizado por sus propios controladores desde mayo de 2012, fecha en que Colbún decidió suspender los estudios de la línea de transmisión, debido a la falta de una política energética y un consenso nacional sobre el futuro de la eléctrica.

De las siete obras que aún aparecen en la presentación de Endesa a sus inversionistas, tres encaran problemas que podrían frenar su construcción.

Tras HidroAysén, Punta Alcalde es el segundo mayor proyecto energético de la generadora en el país. La inversión por US$ 1.400 millones está en una difícil situación, luego de que la Corte de Apelaciones de Santiago paralizara el proyecto tras acoger un recurso de protección presentado por vecinos y pescadores de la localidad de Huasco. Actualmente, la termoeléctrica por 740 MW se encuentra a la espera del pronunciamiento de la Corte Suprema que definirá el futuro de la central.

Otro proyecto con problemas es la hidroeléctrica Neltume. La central tiene paralizado su proceso de evaluación ambiental, mientras realiza la consulta indígena que exige el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La obra, que tendría una capacidad de 490 MW y un costo de US$ 781 millones, ha recibido el rechazo de líderes mapuche y entidades ambientalistas.

Finalmente, la oposición de los agricultores del Maule por el uso de las aguas cordilleranas es la principal traba para la construcción de la Central Hidroeléctrica Los Cóndores, en la que se han invertido US$ 600 millones. La compañía había firmado un protocolo de uso del cauce con la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, pero tras las movilizaciones habría quedado en cero.

Jorge Lavín, gerente general de Canal Maule, dice que el MOP tendrá el 100% del control de las aguas, sin embargo, el gerente general de Endesa, Jorge Galindo, plantea que el documento está vigente.

Energía Austral decide no trabajar con HidroAysén en estudio de tendido submarino

(El Mercurio) Energía Austral tomó la decisión de trabajar en solitario en los estudios de una línea de transmisión submarina que permita unir sus tres centrales hidroeléctricas por 1.000 MW en la Patagonia con el Sistema Interconectado Central.

Según explican desde la compañía, todos los análisis están siendo realizados por la empresa y en estos no está incluido HidroAysén. Dicha definición contrasta con las afirmaciones que en noviembre pasado realizó el vicepresidente ejecutivo del proyecto que impulsan Endesa (51%) y Colbún (49%), Daniel Fernández. En la ocasión indicó que ambas compañías compartirían sus análisis y abrirían un sistema de información para avanzar en conjunto en esta opción.

Fuentes de la industria agregan que la australiana Origin (controlador de Energía Austral) decidió avanzar de forma independiente frente al bajo interés de la administración de HidroAysén por un tendido de esta naturaleza.

Asimismo, se entiende que el futuro del proyecto por 2.750 MW de Endesa y Colbún en la Patagonia es incierto. Esto, por la indefinición del Gobierno en torno a la revisión de las reclamaciones contra la hidroeléctrica y la postura de Colbún de no seguir adelante con los estudios de la línea, mientras no exista un consenso país para avanzar con HidroAysén.

Además, el controlador de Energía Austral tiene bien encaminados sus análisis, lo que le permite ver con optimismo la construcción de un tendido bajo el mar solo para su proyecto.

Desde Energía Austral explican que el memorándum de entendimiento firmado con HidroAysén en noviembre de 2011 sigue en pie, pero que este rige solo para un eventual trazado por tierra.

Definiciones
Los estudios que está realizando Energía Austral están bastante avanzados. Es más, desde la compañía aseguran que durante este año tendrán claridad sobre los costos y la factibilidad física de levantar las torres bajo el mar.

Una de las alternativas que se está evaluando es la construcción de una línea de 600 kilómetros que evacue los 1.000 MW de generación desde Aysén hasta la subestación Ciruelos, en la ciudad de Valdivia. Otra posibilidad es un tendido mucho más corto -de cerca de 300 kilómetros- que una a las tres centrales con Puerto Montt, punto donde termina el SIC.

La empresa ya inició un fuerte trabajo con las comunidades. La primera ronda de conversaciones tempranas sobre la opción submarina tuvo lugar entre fines de agosto y diciembre. Desde esa fecha se han sostenido más de 100 reuniones y se han incluido diversos grupos de interés en las regiones de Aysén y Los Lagos, como autoridades regionales y comunales, parlamentarios, representantes de sectores productivos, comunidades indígenas, ONGs y representantes de organizaciones sociales.