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Gerente de Colbún y la crisis eléctrica: «Es bueno que el Estado tome el liderazgo y que se juegue porque las cosas se hagan»

Gerente de Colbún y la crisis eléctrica: «Es bueno que el Estado tome el liderazgo y que se juegue porque las cosas se hagan»

(La Segunda) «Soy optimista por naturaleza». Así responde el gerente general de Colbún, Ignacio Cruz, cuando se le pregunta por sus proyecciones para el sector eléctrico este año. Los pronósticos de un invierno más lluvioso le sacan una sonrisa, aunque, para asegurarse, «hay que prender velas a San Isidro», bromea.

Igual de optimista se plantea con el arribo de Máximo Pacheco al Ministerio de Energía. «Llegó con una actitud que considero fundamental, de dialogar y construir con todos los actores del sector. Nuestra visión del negocio es así», opina.

Cruz llegó hace dos años a la generadora del Grupo Matte, pero su paso por la minería -fue gerente general de Los Pelambres, mina de los Luksic-, le entregó más de una lección que puede aplicar en el negocio eléctrico, dice. El principal es que los proyectos deben conversarse desde el día uno con la comunidad

«Hoy las cosas ya no las hacen los que saben más, porque nadie en realidad sabe más, sino que se hacen en conjunto. Tenemos que construir nuestro negocio con las comunidades y, bueno, las autoridades tienen que construir también las regulaciones y las políticas en conjunto con la comunidad y los actores relevantes del sector».

– ¿Cuánto debería durar este período de diálogo y de escuchar para llegar a acuerdos?

-No seré yo quien le ponga plazos al ministro, pero los diálogos hay que hacerlos hasta obtener los resultados que se requieren, y para eso hay que tener la decisión de avanzar, y cuando los diálogos se entrampen, llega el minuto de tomar decisiones. Supongo que eso hará.

Los plazos también dependen mucho de cómo se den esos diálogos. Si son lo suficientemente amplios y profundos, y la gente los enfrenta de una manera constructiva, pueden ser muy cortos, pero si se entrampan en prejuicios, no vamos a llegar a ninguna parte.

– ¿Cuál es el sentido de urgencia, esto de posible año lluvioso calma algo la situación?

-Lo primero que espero es que estas voces de año lluvioso no calmen ninguna urgencia, porque nadie nos asegura que lo será, y si así fuera, tampoco cambiaría el futuro: puede venir un próximo nuevo año seco y vamos a enfrentar los mismos problemas.

Por eso es muy importante ir avanzando y resolver pronto aquellas cosas que nos permitan que se desarrollen los proyectos que están en carpeta, que son un montón.

«Es importante incorporar la participación ciudadana temprana»

-Esta búsqueda de acuerdo que menciona solía radicarse en el Congreso, pero ahora se pone más el acento en las comunidades, ¿ve un cambio de foco en esto?

-No veo cambio en el cómo se tienen que hacer las cosas: los acuerdos deben ser lo más amplios posible y un buen escenario para la discusión es el Congreso, pero no sólo de los políticos sino también incorporando a todos los actores: los inversionistas, los actuales incumbentes y las comunidades deben poder manifestarse.

– ¿En esta búsqueda de consenso, cuáles son las definiciones imprescindibles para que el sistema funcione mejor?

-No sé si imprescindibles. Probablemente hay algunas que aportan más que otras y dependiendo del conjunto de soluciones es cómo va a funcionar. Pero me parece muy importante poder darle mayor certeza a nuestra institucionalidad, de modo que cuando un proyecto tenga aprobación, el inversionista pueda ejecutarlo con cierta certeza. Eso es fundamental para poder incorporar a nuevos actores en esa industria, quienes tienen obviamente más incertezas que los que están ya instalados.

También es importante incorporar en nuestra institucionalidad ambiental la participación ciudadana temprana . Un paso importante es que todos los proyectos tengan un diálogo anterior con las comunidades, de modo de hacer proyectos atractivos para todos.

– ¿Y estos acuerdos deberían ser vinculantes?

-Creo que sí. Así como está la resolución de calificación ambiental, que impone una serie de obligaciones y restricciones a la operación de una empresa, también puede establecer condiciones de relacionamiento con las comunidades.

– ¿Que sea una nueva etapa en los procesos de evaluación de los proyectos?

-Puede ser uno de los requisitos para la presentación de los estudios de impacto ambiental el haber establecido un diálogo con las comunidades del que se desprenda cuáles son las acciones que tendrá la compañía en relación a ellas al desarrollar el proyecto. Los proyectos bien integrados con las comunidades y que sean atractivos para ellas, no deberían tener más problemas. Se aprueban, se ejecutan y listo.

«Hoy requiere un diálogo más amplio»
– ¿Desde las mismas eléctricas no hay una crítica de cómo han sido sus procedimientos en todo este tiempo, más allá de la incertidumbre que pueda haber respecto de la institucionalidad?

-Lo he dicho en todos los tonos: hay que hacer un mea culpa, yo hago un mea culpa. Trabajando en la minería aprendí de los errores que íbamos cometiendo y yo creo que al empresariado en general le ha pasado eso. No hemos hecho las cosas de la mejor forma, pero hemos ido aprendiendo y podemos seguir aprendiendo.

Hace 10 años a nadie se le habría ocurrido iniciar un proyecto conversando con las comunidades antes de presentar un estudio. Hubiésemos tenido terror de que se subieran por el chorro. Nosotros en Colbún lo hicimos en Angostura. Y tenemos un proyecto que resultó fantástico.

-Eso sirve harto para lo local, pero cuando se trata de un proyecto como HidroAysén que es de interés nacional, ¿cuál es la solución?

-Yo le voy a hacer caso al ministro, voy a deshidroaysenizar el debate (risas)… Efectivamente creo en un modelo en el que las empresas tienen que insertarse en la sociedad y agregar valor al sistema conformado por todos sus grupos de interés. Hay proyectos que son muy pequeños y los grupos de interés son también muy localizados. Hay otros con alto impacto, que trascienden y por lo tanto hay que satisfacer necesidades de un grupo mucho mayor. En esos casos hay organizaciones que pueden representar a la sociedad civil. – ¿Y en el caso de HidroAysén, donde ya no se hizo esa consulta previa?

-Entiendo que en el caso de HidroAysén se ha trabajado bastante con la comunidad más cercana y hoy día el proyecto requiere de un diálogo más amplio para tener un acuerdo en cómo se hace… No más, ya dije mucho.

-Pero, ¿cuál es su opinión sobre la última resolución del Comité de Ministros que anuló lo del anterior?

-HidroAysén tiene la vocería de lo que pase en HidroAysén. Pero para contestar, más que evaluarlo, lo que queremos es que la institucionalidad funcione y eso hemos buscado siempre. Cuando deja de funcionar ponemos en riesgo no sólo la situación específica, sino todas aquellas que vienen detrás porque todo el mundo empieza a cuestionarse.

Cómo funciona políticamente el enredo de un Comité de Ministros, cruzado con el otro, prefiero no opinar. Vamos a establecer la forma de resolverlo una vez que tengamos todas las resoluciones sobre la mesa.

-Una de las definiciones del nuevo gobierno ha sido que el Estado juegue un rol más activo en la industria ¿cómo lee esa señal?

-Lo leo muy positivo. Se requiere un liderazgo del Estado que sea más activo y, en ese sentido, creo que ese es el camino correcto.

Que el Estado, en esta situación, tome un liderazgo para lograr que se solucionen los problemas y, como lo ha planteado el ministro, que esa solución se obtenga desde un diálogo con todos los actores relevantes.

– ¿Un rol tan activo hasta el punto de que el gobierno tramite permisos y luego licite construcción de centrales?

-Dependiendo de las situaciones. Es bueno que el Estado tome el liderazgo y que se juegue porque las cosas se hagan y no queden nuevamente entrampadas en alguna dificultad. El Estado debiera definir hasta dónde llega con qué tipo de proyectos.

-En los próximos años no entrará nueva capacidad de generación ¿cómo se enfrentará?

-Por un lado están las soluciones obvias: trabajar los temas de eficiencia energética que, si se avanza, podría ahorrar la necesidad de una o dos centrales en el plazo de cinco o diez años. En el plano de mejorar la oferta para hacer frente a esta demanda que sigue creciendo creo que hay que abocarse, en el corto plazo, a hacer el mejor uso posible de las instalaciones que hoy día tenemos y destrabando desde ya los proyectos que puedan realizarse y que sean los que queremos.

Tenemos por delante tres o cuatro años en que la situación se irá haciendo más estrecha y en la medida que esos años sean secos como los anteriores veremos los costos marginales subiendo.

Corte de Apelaciones de Coyhaique da luz verde a proyecto Río Cuervo, pero impone nuevas condiciones

Corte de Apelaciones de Coyhaique da luz verde a proyecto Río Cuervo, pero impone nuevas condiciones

(La Tercera) Tras casi siete meses, la Corte de Apelaciones de Coyhaique rechazó los recursos de protección presentados por ambientalistas en contra del proyecto hidroeléctrico Río Cuervo, el segundo mayor en la zona de Aysén, después de HidroAysén.

En 2013, la iniciativa obtuvo aprobación ambiental y luego la Suprema exigió realizar estudios geológicos en la zona en que se ubicará la central Río Cuervo.

El proyecto contempla la construcción de tres centrales hidroeléctricas (Cuervo, Cóndor y Blanco) en Aysén, que tendrán una capacidad instalada de 1.100 MW. Sólo Río Cuervo aportaría 600 MW y demandará una inversión de US$ 770 millones.

Desde su ingreso a evaluación ambiental, en 2009, la firma ha presentado cuatro adendas y respondido 1.376 observaciones.

En votación dividida -dos a uno- el tribunal de alzada determinó que los recursos presentados eran extemporáneos y que la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) otorgada en septiembre del año pasado cumplía con la legalidad vigente.

“La Corte estima que la RCA impugnada no es arbitraria ni ilegal. No ha vulnerado las garantías constitucionales denunciadas, sobre el derecho a la vida y a la integridad física o psíquica de los recurrentes (…) así como la garantía de vivir en un ambiente libre de contaminación”, dijo.

Un abogado ambiental explica que, en este caso, el rechazo de los recursos de protección estuvo fundado en definiciones de fondo, lo que sería beneficioso para la firma. Asimismo, ambientalistas anunciaron que apelarán la decisión.

El tribunal puso nuevas exigencias al proyecto. Entre ellas, la realización de un segundo estudio que incluya información de fuentes sismogénicas, según las estipulaciones de Sernageomín.

También estimó necesario realizar un plan de monitoreo del nivel de las aguas subterráneas en el sector de Portezuelo, el que se deberá presentar a la autoridad antes de comenzar el llenado del embalse.

La firma deberá, también, crear canales de información abiertos a la comunidad, entre otros puntos.

Energía Austral valoró la decisión de tribunal, y dijo que continúa estudiando la alternativa de una línea de transmisión submarina para evacuar la energía hacia el Sistema Interconectado Central (SIC).

Economista que predijo crisis financiera de 2008 dice que HidroAysén no genera un «daño ambiental directo»

Economista que predijo crisis financiera de 2008 dice que HidroAysén no genera un «daño ambiental directo»

(El Mercurio) Nouriel Roubini, profesor de la U. de Nueva York y economista famoso por anticipar la crisis de 2008, habló ayer en extenso sobre la realidad económica chilena en un seminario organizado por la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile. Y no dio una mirada superficial.

Junto al subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, el denominado “Doctor Calamidad” conversó con un centenar de estudiantes sobre temas como los problemas de la matriz energética del país. En esa línea, el economista le dio un apoyo tácito, pero directo, al proyecto eléctrico HidroAysén, emplazado en la Patagonia y que es fuertemente criticado por sectores de la sociedad civil por su irrupción en el medio ambiente.
“Ustedes tienen que tomar sus propias decisiones. Pero diría que esta propuesta en particular no genera daño ambiental directo, no desplaza personas, no desplaza a la flora y fauna”, indicó. Roubini agregó que “las líneas de transmisión pasan por escenarios prístinos, lo que conllevará que esos lugares se vean feos. Comprendo esa preocupación, pero el carbón va a ser mucho más contaminante (…) las decisiones tienen un costo y si no hay suficiente energía en el país, entonces habría un crecimiento más lento”.

Reforma tributaria

Otro comentario coyuntural del economista fue sobre la reforma tributaria y el aumento de impuestos para las empresas, una de las principales propuestas del nuevo gobierno de Michelle Bachelet. Roubini le dio un apoyo a la iniciativa, ya que “en Chile la carga impositiva ha sido relativamente baja en comparación con otros países del mundo y si lo usan no para gastos corrientes sino para invertir en cosas que poseen un alto retorno social y de otra naturaleza, entonces puede ser beneficioso (…) para el crecimiento económico de largo plazo”.

Roubini y la desaceleración en la economía chilena

Respecto de la desaceleración que está enfrentando la economía chilena, luego de que el Imacec de enero subiera apenas 1,4%, Nouriel Roubini destaca que las autoridades locales tienen herramientas para contrarrestar el ciclo.
“Si la economía se enlentece aún más, hay espacios para flexibilización monetaria. Hay amortiguadores y reservas que también se han usado en el pasado en cuanto a estímulo fiscal. Además, existe la posibilidad de permitir que la moneda se debilite gradualmente para restaurar la competitividad”, apuntó.

Por su parte, el subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, David Lipton, destacó que la economía chilena está en la dirección correcta, aunque subrayó el factor de la dependencia de los commodities en el mercado nacional.”Chile también necesita reaccionar a lo que ocurre en el mundo, ustedes son rehenes del mercado de las materias primas y ello ha acarreado algunos desafíos”, dijo.

Y agregó: “Creo que lo que realmente va a importar es si el Gobierno entrante podrá mantener la economía flexible y crear más oportunidades, de manera que se trate de una economía más inclusiva, con beneficios compartidos por todos”.

Carlos Finat : “No estamos en contra de HidroAysén”

Carlos Finat : “No estamos en contra de HidroAysén”

Reacciones generó la carta que publicó el Diario La Tercera el pasado 15 de febrero, en la que Daniel Fernández, presidente ejecutivo de HidroAysén, aludiera a los comentarios que Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), realizó respecto al proyecto eléctrico.

En una nueva carta publicada hoy en dicho medio, Carlos Finat replicó que “no estamos en contra de HidroAysén, como equivocadamente interpreta su representante”, agregando que “defendemos cualquier proyecto que cumpla la normativa vigente para que pueda ser realizado. Por cierto, en los de mayor impacto se requerirá en paralelo la licencia social para operar, aspecto que observamos con preocupación en el caso de HidroAysén, ya que sus titulares fallan en lograrla”.

Junto a lo anterior, Finat manifestó que “creemos que se requiere de una absoluta transparencia en cuanto a los beneficios y efectos negativos de cada uno de esos proyectos”, aunque advirtió que “no estamos de acuerdo con que HidroAysén sea imprescindible y menos que sea la solución a las necesidades de energía de nuestro país”.

Finalmente, en relación a los conceptos expresados por Daniel Fernández en su carta, la autoridad de Acera indicó que al ejecutivo “le faltó explicar su posición respecto de dos preguntas que expuse en mi carta anterior: ¿HidroAysén asegura que el precio de la electricidad al consumidor final bajará en la eventualidad que ese proyecto se construya; y si habrá efectos en la estabilidad del Sistema Interconectado Central frente a fallas en su extensa línea de transmisión?”.

Electricidad: Generación con energías renovables aumentará 25% durante 2014

Electricidad: Generación con energías renovables aumentará 25% durante 2014

(La Segunda) Bionergía: 444 MW instalados impulsado por las grandes forestales
La más consolidada de las energías renovables es la bioenergía, principalmente la proveniente de los residuos forestales. Gracias a plantas de cogeneración instaladas por compañías como Arauco o CMPC esta tecnología cerró 2013 con una capacidad instalada en 444 MW.

«Esta tecnología tiene una preponderancia en la matriz ERNC actual gracias a contar en el país con una industria forestal muy desarrollada que, a la vez, es una consumidora energética relevante. Desde mediados de los 90 han realizado proyectos donde se aprovechan los residuos forestales para producir su propia energía e inyectar los excedentes a la red», explica Verónica Martínez del Centro de Energías Renovables (CER).

Empresas como Arauco -brazo forestal del Grupo Angelini- a través de su filial Bioenergía tiene instalado en el SIC 224,3 MW de energía térmica en base a desechos forestales. Su competencia, CMPC, ha comunicado que invertirá al año 2015 US$102 millones en dos proyectos que le entregarán 64 MW, uno de ellos en la fábrica Tissue en Talagante y la otra, en la planta de papel de Puente Alto.

Eólica: A la caza del liderazgo entre las renovables
Son la postal más recurrente al pensar en generación renovable: los parques eólicos. En Chile su instalación ha sido constante hasta llegar a tener operativos al cierre del año pasado 335 MW, en 15 proyectos en el país.

«La energía eólica ya se lanzó y en este momento hay en construcción cerca de 500 MW que entrarán en funcionamiento probablemente durante el primer semestre de este año, por lo que en el ranking de operación de 2014 esta tecnología se posicionará en el primer lugar», dice el director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), Carlos Finat.

De esta manera, aumentará la generación eléctrica en base a esta tecnología, que durante 2013 aportó el 14% del total de lo inyectado al sistema vía ERNC.

Los proyectos eólicos con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) suman 4.340 MW, siendo los segundos renovables con una cartera más abultada, sólo superados por la energía solar.

Minihidro: 64 centrales operando en todo el país
Aprovechar el potencial hídrico, pero a baja escala. Esa es la premisa de la energía minihidráulica, la más masificada de las ERNC en Chile gracias a sus 64 iniciativas operando, según el último catastro del Centro de Energías Renovables (CER).

Eso sí, considerando su potencia instalada, ocupan el tercer lugar entre las renovables, por debajo de la bioenergía y eólica. A 2013 había 332 MW de capacidad en los sistemas eléctricos principales, y hay otros 68 MW en construcción. A su vez, existen 283 MW en proyectos aprobados ambientalmente y otros 213 MW en busca de su Resolución de Calificación Ambiental (RCA).

Entre las centrales operativas, Chiburgo, ubicada en la región del Maule, es la más grande: cuenta con 19,2 MW de potencia inyectados al SIC. De todas formas, el promedio de capacidad para esta tecnología en el país es de 5 MW.

Solar: Capacidad por casi el doble de HidroAysén
La energía solar es la que más expectativas genera entre las renovables. Finalizó 2013 con 6,7 MW de capacidad en operación, aunque hay 5.337 MW en proyectos con permisos aprobados que no inician su construcción: casi el doble de potencia que tendría HidroAysén.

¿Se construirá todo lo que está en carpeta? Difícl, aunque el sector cuenta con varios hitos: en enero inició la operación de Amanecer Solar (100 MW), la planta más grande en América Latina, entregará su energía al Sistema Interconectado Central (SIC) y abastecerá parte del consumo del grupo minero y siderúrgico CAP.

También se licitó una concentradora solar de potencia -tecnología que permite almacenar energía- convirtiendo a Chile en el quinto mayor exponente en el mundo de esta tecnología.

Geotermia: Pese a su gran potencial, está «al debe»

En Chile no existen centrales geotérmicas en operación ni en construcción. Sin embargo, su potencial es enorme. La gran cantidad de volcanes activos, favorece su expansión.

Hoy existen 120 MW en dos proyectos con permisos ambientales aprobados. La cantidad parece menor, pero el elevado factor de planta -cerca del 90%, es decir, opera casi sin interrupciones- hace que 1 MW equivalga en generación de energía a unos 3 MW eólicos o unos 2 MW de potencia mini hidro.

«Un proyecto normal de este tipo demora en su ejecución alrededor de 8 años, son iniciativas largas en donde sólo la exploración del recurso demora tres años», comenta Verónica Martínez, del Centro de Energías Renovables (CER).