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Cooperativas eléctricas mostraron los desafíos e impactos que deja la pandemia en el sector

Mar 10, 2021

En un taller internacional, la Federación Nacional que agrupa a estos actores de la industria, mencionó que uno de los principales retos es el riesgo de menor recaudación por impedimento de corte de servicio por no pago a usuarios residenciales y repactación de la deuda en 36 meses, afectando la cadena de pagos.

Con el objetivo de conocer la experiencia de las cooperativas eléctricas de Latinoamérica frente al escenario de la pandemia del Covid-19, la Asociación Nacional de Cooperativas Eléctricas Rurales de Estados Unidos (NRECA) realizó el workshop «Covid-19: Impacto en nuestras comunidades y nuestras cooperativas/empresas eléctricas», donde Patricio Molina, gerente de la Federación de Cooperativas Eléctricas de Chile (Fenacopel), presentó el impacto de la pandemia en las comunidades y cooperativas eléctricas en nuestro país.

También expusieron Miguel Castedo, presidente del consejo de la Cooperativa Rural de Electrificación de Santa Cruz en Bolivia; Erick Rojas, Gerente General del Consorcio Nacional de Empresas de Electrificación de Costa Rica (Conelectricas); y Mery García, de Canadian Valley Electric Oklahoma.

Fernando Mercado, director de programas para América Latina de Nreca International, señaló que cada año realizamos una reunión anual con más de 10 mil personas, «y este año por el escenario actual organizamos este workshop online para compartir experiencias sobre el impacto que ha tenido el Covid-19 en empresas y cooperativas eléctricas. En el encuentro pudimos ver que esta pandemia nos ha afectado en algunas áreas, pero también nos ha dejado enseñanzas y acelerado algunos procesos».

«El Covid-19 ha impactado en la recaudación de los cargos por el consumo de energía eléctrica y en la morosidad de los clientes dada la disminución de la actividad laboral, y por otro lado el consumo de energía por parte de los clientes residenciales se ha incrementado. Lo anterior nos está enseñando a cambiar la modalidad de trabajo presencial a trabajo remoto para hacer frente a esta pandemia, acelerando un proceso que ya se venía viendo y que no se va a revertir”, agregó Fernando Mercado.

Fenacopel

Por su parte, el gerente de Fenacopel, Patricio Molina, explicó que la emergencia sanitaria del Covid-19 planteó una serie de desafíos como el riesgo de menor recaudación por impedimento de corte de servicio por no pago a usuarios residenciales y repactación de la deuda en 36 meses, afectando así la cadena de pagos.

Agregó que también hubo que trabajar en la implementación de modalidad de teletrabajo, tanto parcial como total, que vio como desafíos las condiciones de los contratos, entrega de equipamientos, gastos adicionales, manejo de retorno gradual y rotativo, adecuación de las oficinas para el cumplimiento normativo y para evitar el contagio, apoyo psicológico para los trabajadores producto del estrés producido por el Covid-19 y rediseño en procedimientos de operación que permitiesen una adecuada atención en terreno que asegurara la continuidad del suministro eléctrico y la calidad en la atención de nuestros usuarios, entre otros.

«Efectuamos aislamiento de móviles y brigadas en terreno, calendario para entrega de materiales, contratación de transporte y disponibilidad de vehículos institucionales para traslado de trabajadores, entrega de elementos de protección, capacitaciones y afiches, convenios con laboratorios para toma de PCR preventivos, sanitización periódica de oficinas, desinfección de vehículos y herramientas», sostuvo Patricio Molina.

Sobre las acciones realizadas para los usuarios, el gerente de Fenacopel, detalló que se mantuvo el funcionamiento de las oficinas de atención y centros de recaudación de pagos, además de reforzar los canales de atención y de pago no presenciales como sitios web, whatsapp, teléfono y email, así como las comunicaciones locales para evitar la concurrencia a oficinas y movilidad de usuarios.

«Adicionalmente, modificamos el procedimiento para minimizar el contacto de la brigada de emergencia con el usuario, se evitó la facturación en base a consumos promedios y se dejó de facturar el cargo por energía adicional de invierno, continuando con la toma de lectura bajo estrictas medidas de seguridad y evitando contacto con los usuarios», puntualizó.

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