(Pulso) Hace más de 18 meses llegó el francés Axel Leveque a la gerencia general de la eléctrica E-CL -ahora Engie Energía Chile-, y su presencia se ha sentido.
En el último año, la empresa ha puesto en marcha un riguroso proceso de reestructuración que significó el cambio del 60% de los niveles gerenciales y la modificación del 40% de las gerencias corporativas. La nueva estructura -cuyo proceso aún no está concluido- busca mejorar los procesos de toma de decisiones y enfocarse en la cadena de valor, para hacer frente a un mercado eléctrico que ha vivido profundas modificaciones en el último periodo.
Además, la compañía ha estado ejecutando una ambiciosa cartera de proyectos que incluye una termoeléctrica de 375 MW en Mejillones y, a través de su subsidiaria TEN, la construcción de la línea que unirá el sistema eléctrico del Norte Grande con el Sistema Interconectado Central (SIC).
Adicionalmente E-CL estudia proyectos de energía renovable y en base a gas en el centro-sur del país; entre el que se encuentra Las Arcillas, una central de ciclo combinado con una capacidad máxima nominal de 480 MW que busca emplazarse en la comuna de Pemuco, región del Biobío.
Ustedes recientemente informaron sobre una reestructuración a su negocio. ¿Ya terminaron este proceso?
-En Engie Energía Chile hemos reestructurado toda la empresa, es decir, hemos redistribuido algunos clusters. Ahora tengo más reportes directos, lo que me permite hacer mi proceso de cambio muchísimo más rápido porque tengo más personas con las cuales trabajo día a día. En Operaciones, que es la parte más grande, hay casi 600 personas que están tocadas por la reestructuración. Yo diría que el proceso va bien, pero es más lento porque hay más capacidad de management, entonces ahí hay que cambiar la cultura, definir objetivos más concretos, etc. Toma más tiempo, pero estoy contento en este momento.
¿Por qué se tomó la decisión de reestructurar la compañía?
-Porque el mundo en el que estamos viviendo está cambiando cada vez es más rápido. Los precios en el sistema están cada vez más competitivos, hay más presión a la baja; y la competitividad no va solamente por ver la parte de venta, va por sobre todo en controlar mejor los costos de la empresa.
¿Había alguna operación que consideraran débil, o que no estuviera operando al 100% de la capacidad?
-No tal cual. Lo que sí estamos viendo muy en detalle es el futuro de nuestras carboneras. Tenemos sitios donde tenemos carboneras más antiguas, que sobrepasan los 30 años de antigüedad, que han perdido de alguna forma eficiencia, entonces ahí hacemos el denominado asset managment. Estamos viendo cuál es la vida real y económica de estos activos y en función de eso tomamos decisiones de mantenciones o de extensión de vida útil, o de no extensión de vida útil.
¿En cuáles centrales estarían tomando la decisión de no extender la vida útil?
-No hay decisiones en este momento. Es una cosa que es natural en una empresa de mirar lo que tienes, lo que las nuevas tecnologías te permiten tener, que en nuestro caso es renovables. De forma continua miramos nuestro portafolio de activos, y los activos nuevos que todavía no existen: hablo de fotovoltaico y de eólico, entre otros. Y entonces como los precio de inversión en energía renovable han bajado mucho hoy la ecuación entre las termoeléctricas antiguas y las renovables nuevas ha cambiado, ya no están tan desbalanceado como hace dos años atrás.
Uno de los focos de la empresa es la generación a gas, ¿cómo se va a suministrar este proyecto? ¿Participarían en algunos de los terminales de gas que piensan emplazarse en el sur de Chile?
-Nuestro proyecto Las Arcillas cerca de Concepción es un proyecto que forma parte de una cartera de desarrollo, por lo que no es que lo queramos hacer a cualquier costo, o a corto plazo. Más bien necesitamos desarrollarlo, necesitamos hacer todos lo que está en este compromiso que tenemos. Estamos en este momento en una fase de socialización temprana, y lo que estamos haciendo es desarrollándolo bien para que cuando se dé la oportunidad de mercado estemos listos para activar el proyecto. Esa es la lógica.
¿De dónde va a venir el gas? Esta zona tiene un gasoducto que hoy en día está vacío, tiene dos terminales de gas que están en estudio, existen varios proyectos de transporte de gas en Chile y existe en algún momento el sueño de que Argentina pueda de nuevo exportar gas.
Creo que muchos actores ven a Argentina de una forma distinta hoy que hace un año, pero se sabe que para que Argentina pueda exportar nuevamente gas se necesitan muchísimos años, pero ese no es el debate del momento. El debate es que queremos hacer un buen proyecto; desarrollarlo y cuando se dé la oportunidad pensamos que habrá oportunidades de gas en esta zona.
¿No les convendría más hacer centrales a gas en el norte del país, considerando que Engie es propietaria de GNL Mejillones y actualmente tiene capacidad?
-No, porque tenemos clientes en el sur. Toda nuestra generación actual está ubicada en el Norte Grande. Los dos sistemas se van a interconectar el próximo año, y es cierto que nuestra energía va a poder transitar desde el norte hacia el sur; pero sin embargo hay una regla en generación eléctrica: tener un balance entre la ubicación geográfica de tus clientes y la ubicación geográfica de tus activos de generación. Si no, tú te expones al riesgo de que haya congestión en la transmisión, por eso estamos mirando la posibilidad de tener generación en el sur.
¿Cómo ven las próximas licitaciones para abastecer a clientes regulados? Pregunto porque nuevos contratos requeriría nuevos proyectos, lo que podría pesar en la caja de E-CL…
-Estamos mirando la licitación como una oportunidad más, pero no te olvides que los PPA de esta licitación parten en 2021-2022; entonces inclusive si estuviéramos limitados en este momento, un ciclo de inversión gatillado por estos PPA vienen después de los ciclos de inversión actuales, entonces son cosas no vinculadas.
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