Vortex es el nombre de las nueva tecnología aparecida en la industria de la energía eólica y que consiste en un aerogenerador sin palas, con lo que se reducen los costos de fabricación y operaciones en parques eólicos, que pueden llegar a 53% y 51%, respectivamente, de acuerdo a lo indicado por la empresa fabricante de la tecnología.
David Suriol, uno de los Fundadores y responsable de Negocio de Vortex, señaló a la Agencia EFE Verde «que estos molinos de viento», aprovechan los efectos físicos conocidos como vórtices de Von Karman. Así los remolinos que se producen al colocar una estructura frente al viento generan una oscilación similar a como ondea una bandera.
El especialista asegura que, pese a su oscilación, es “ muy complicado” que los nuevos aerogeneradores se desplomen una vez instalados, porque su estructura confeccionada en fibra de vidrio y con escasas piezas metálicas es “alta pero muy ligera y muy rígida, totalmente hueca y con paredes muy estrechas”, soportada por una varilla de fibra de carbono.
Además, “son como macetas” porque “ tienen todo el peso abajo, mientras que los aerogeneradores convencionales lo sufren arriba, por lo que ejercen mucha presión”, por ello, “apenas tenemos corrosión o gastos de mantenimiento».
Estos aerogeneradores poseen dos vías diferentes para convertir la energía cinética primero en mecánica y luego en eléctrica: el material piezoeléctrico “que genera energía a partir de la oscilación” y la inducción electromagnética , “gracias a un alternador convencional», señaló David Suriol.