Los aprendizajes y lecciones del proceso de descarbonización en América Latina y el Caribe, fue uno de los principales tópicos abordados en el marco de la X Semana de la Energía, organizada por Olade.
Como parte del evento internacional, se llevó a cabo la Sesión Magistral “Transformando el consumo: Estrategias para la descarbonización de la demanda”, que reunió a autoridades, representantes sectoriales y especialistas.
La instancia se inició con las palabras del ministro de Energía de Chile, Diego Pardow, quien realizó una revisión sobre el estado actual del Sistema Eléctrico Nacional, con una diversidad de actores que se desempeñan en ámbitos tan diversos como la generación, la transmisión y distribución, ante lo cual la relevancia de convocar a la multiplicidad de participantes para la definición de acciones orientadas a la sostenibilidad de la matriz.
En esa línea, el secretario de Estado abordó tópicos como los efectos que ha tenido el proceso de salida de activos carboníferos, sumado al incremento de los proyectos renovables, y el incentivo a la capacidad de almacenamiento, con miras a entregar mayores herramientas en materia de variabilidad y robustez del sistema.
En ese contexto, Johanna Monteiro, jefa de la División de Mercados Eléctricos de Ministerio de Energía de Chile, se explayó sobre los objetivos y alcances del Plan de Descarbonización, una hoja de ruta con miras al cumplimiento de las metas establecidas en la Política Energética Nacional y en la Ley Marco de Cambio Climático.
La profesional se refirió al proceso de retiro y reconversión de centrales a carbón, que en una primera etapa implicó a las unidades más antiguas. Para la siguiente fase, se consideran modificaciones regulatorias y normativas habilitantes, con acciones en ámbitos como el fomento a la reconversión y el incremento del almacenamiento.
Impulsar la electrificación
Otra de las expositoras de la jornada fue Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera A.G.), quien afirmó que el mundo, Latinoamérica y el Caribe se están “renovabilizando”, pero no electrificando, en lo relativo al comportamiento del consumo energético y el objetivo de desplazar los combustibles fósiles.
La líder gremial comentó que se ha incrementado la generación eólica y solar, pero la demanda eléctrica se mantiene estable, abordando tópicos como las tarifas y la seguridad del suministro. Expresó que crear nueva demanda eléctrica e interconexiones es crucial, haciendo hincapié en que el límite de la descarbonización quedará circunscrito al tamaño del mercado eléctrico.
“Si la cadena de valor de la electricidad se base en una que no se puede pagar, ésta colapsa”, recalcó.
Esto fue complementado por Ludmilla Diniz, especialista en Cambio Climático y Energía en el equipo de Naturaleza, Clima y Energía del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien analizó las alternativas de descarbonización industrial, relevando las acciones que está realizando el organismo en la materia.
Explicó que se han enfocado en industrias como la del acero y el hormigón, con miras a la reducción de la huella ambiental en el sector de la construcción. También se trabaja en acelerar la comercialización de soluciones climáticas innovadoras en los países en desarrollo, mediante el apoyo a proyectos de demostración catalíticos y escalables; como a generar instancias de colaboración entre desarrolladores e inversionistas.
En ese contexto, Ezequiel Tavernelli, director ejecutivo de ALACERO, organización que representa a los productores de acero de la región, presentó cómo dicha industria se suma al proceso de transición energética, al proveer un insumo relevante para el sector.
En esa línea, destacó que América Latina ofrece un acero más limpio, más circular y gravitante para avanzar en la transición energética, al utilizarse hornos eléctricos de alta eficiencia y matrices energéticas cada vez más renovables, haciendo hincapié en que en Chile se produce el acero más limpio a nivel global.
“Ceder espacio a acero con mayor huella de carbono, implica retroceder en empleos, competitividad y sustentabilidad”, declaró.

