(Pulso) Se trata de una propuesta que, de materializarse, transformará al terminal de Mejillones en un verdadero hub de distribución de gas natural en el país, tal como es el sueño de los ejecutivos de la compañía.
Hace algunos días, gerentes de GNL Mejillones y de su matriz, el grupo energético Suez, se reunieron con autoridades del Gobierno para proponerles un plan: abastecer desde Mejillones al futuro terminal de GNL que se proyecta en Concepción a cargo de Enap.
¿Cómo? A través de un gasoducto virtual por mar, idea que GNLM viene desarrollando desde hace un par de años, y que opera mediante cabotaje marítimo, en el cual la compañía operará mediante buques de menor calado con el fin de transportar el gas para futuros clientes industriales en cualquier muelle del país.
Esto permite transportar volúmenes menores de gas hacia plantas satélite, ubicadas en distintas zonas del país. Algo similar ya opera en la zona central mediante camiones que salen desde el terminal GNL Quintero hasta zonas tan alejadas como Osorno, en el sur. Sin embargo, la idea de Suez es que esto se realice mediante barcos, lo que permite transportar volúmenes mayores que los camiones.
Además, esta idea permitiría ahorros significativos en el transporte, considerando que la utilización de buques metaneros que cargan GNL cuesta en promedio US$100 mil por día.
Los barcos pequeños operan a un costo que es una fracción de ese valor.
La idea es aprovechar el potencial de crecimiento que tiene el terminal del norte, y que es muy elevado tanto en capacidad de regasificación como de almacenamiento, dada su ubicación dentro de un parque industrial abierto, con mucha capacidad disponible.
Según análisis hechos por GNL Mejillones, la tasa de utilización del terminal supera largamente el 90%, siendo uno de los de mayor disponibilidad del mundo.
A eso se agrega la bahía de Mejillones, que tiene las condiciones ideales para la recalada de buques de gran tamaño, por su mar tranquilo. Precisamente este es un punto clave, pues los buques necesitan de esa condición para poder funcionar, algo que en el sur es más complejo.
“Nuestro terminal, como ya lo hemos señalado antes, tiene varias cualidades excepcionales que facilitan su futuro desarrollo para poder satisfacer la futura demanda el GNL”, explicó el jueves el gerente general de GNLM, Jean-Michel Cabanes, en un seminario sobre energía realizado en Santiago.
“Nuestro terminal apunta a ser un punto de entrada, despacho, intercambio y libre comercialización del gas natural en el país, de modo que se puede afirmar que nuestro terminal es una alternativa real para facilitar el ingreso de GNL a Chile, así como su despacho a lo largo de la costa de modo a satisfacer la creciente demanda de este combustible”, añadió.
La agenda
Según trascendió, precisamente con estas condiciones es que ejecutivos del grupo Suez plantearon la opción de abastecer al futuro terminal que el Gobierno planea levantar en Concepción, para abastecer al sur del país.
El compromiso del Ejecutivo, tal como se planteó en la Agenda Energética, es impulsar “la construcción de un tercer terminal de GNL en el país, en la zona centro- sur, para lo cual Enap se involucrará en el desarrollo de un proyecto económicamente factible que lo materialice”. Las autoridades de Gobierno están analizando esta propuesta, en el marco del plan de construcción del nuevo terminal.
En Mejillones recientemente se inauguró el primer estanque en tierra y, según Cabanes, hay disponibilidad para un segundo e incluso un tercer estanque en tierra, cuya materialización dependerá de la demanda futura por la utilización del terminal. El modelo de negocios de la firma apunta a que cualquier empresa pueda conseguir contratos de gas natural en el exterior, utilizar las instalaciones de Mejillones con tarifas claras y conocidas y luego utilizar ese gas.