Como cada invierno, el problema de la contaminación ambiental por material particulado, producto de la calefacción a leña y otras fuentes contaminantes, se convierte en tema de preocupación. Las ciudades del centro sur del país se nublan con el humo, el que tiene consecuencias relevantes para la salud.
Por ello, el Programa de Investigación en Economía de Recursos Naturales y Medio Ambiente (NENRE EfD-Chile) de la Universidad de Concepción (Udec), ha realizado una serie de investigaciones acerca de los beneficios de la política de recambio de calefactores del Ministerio del Medio Ambiente, para que familias del centro sur del país puedan obtener un calefactor a pellet, que produce una menor contaminación ambiental.
El estudio, desarrollado en 2022, estimó los beneficios más relevantes del programa de mejoramiento de la calidad del aire en la temporada de invierno. Los resultados señalan que después de controlar por los distintos factores, los usuarios de estufas a pellet tienen un 14% de disminución en la concentración del material particulado al interior de sus hogares, comparados con quienes contaban con calefactores tradicionales.
Los hogares de bajos ingresos o con pobreza energética obtienen mayores reducciones en su contaminación intradomiciliaria, lo que indica que el programa es progresivo en ese aspecto. Acerca de la temperatura, el resultado indicó que las estufas a pellet no generan más calor, pero sí logran una mayor estabilidad en el espacio que calefaccionan.
Resultados mixtos
La política de recambio de calefactores “ha contribuido no sólo al mejoramiento de la calidad del aire en la zona centro sur del país; también ha contribuido a mejorar la calidad del aire al interior de los hogares, y a la estabilidad de las temperaturas dentro de la mismos”, expresó la directora de NENRE EfD-Chile, Dra. Marcela Jaime Torres, académica de la Escuela de Administración y Negocios del Campus Chillán.
“Sin embargo, esta política también ha significado un aumento en los costos de operación de las familias, en relación con las estufas a leña. No obstante, el costo de los pellets es una alternativa económica -por unidad de calor- en relación a la parafina, el gas y la electricidad. A pesar de todos los esfuerzos, no visualizamos que a futuro haya un recambio universal”, agregó.
Por lo mismo, la investigadora aseguró que, dadas las condiciones de oferta en el mercado del pellet y el escenario ambiental del país, “es preciso resaltar el rol que puede cumplir la investigación en búsqueda de alternativas costo-efectivas de pellets, y en la implementación de políticas que contribuyan a la adopción de tecnologías diferentes”.
Algunas alternativas podrían ser la complementariedad entre políticas de calefacción y de aislamiento en hogares o el uso de otras fuentes energéticas. “La eliminación de la tarifa de invierno ofrece un buen escenario para la adopción de aire acondicionado, el cual forma parte de los programas de recambio. El precio de estás tecnologías tiene el potencial de disminuir en el tiempo, lo que podría contribuir al acceso equitativo a energías limpias, las cuales no son tan susceptibles de las condiciones de oferta, como es el caso del gas”, sentenció Jaime.