(El Mercurio) Muy esperanzada se encuentra la Asociación de Pequeñas y Medianas Centrales Hidroeléctricas (Apemec), ya que la Agenda Energética del Ministerio de Energía, recién planteada por el titular de la cartera, Máximo Pacheco, y refrendada por la Presidenta Michelle Bachelet, define los pequeños proyectos hidroeléctricos como uno de sus pilares el desarrollo local.
«La Agenda Energética ha sido clara en que Chile va a seguir utilizando sus recursos hídricos y, de manera muy especial, las minihidros de pasada por sus mínimos impactos ambientales; así como poner de acuerdo a las generadoras para que puedan evacuar de manera conjunta energía en las líneas asociativas que serán instaladas, probablemente, en la faja fiscal que hoy solo permite la distribución eléctrica», destaca su presidente, Pedro Matthei.
Adicionalmente, agrega, «entendemos que, tanto los temas de planificación territorial como la compensación económica a las comunidades, no serán atingentes a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) dados sus atributos, sin embargo, es muy importante que ellos se despejen cuanto antes».
Situación actual
Matthei destaca que el sector minihidro tiene un potencial tremendo que aún no ha desplegado toda su capacidad en el territorio. Las cifras del sector, manejadas por el Centro de Energías Renovables (CER), indican que su potencial en el territorio nacional se estima en sobre 12.000 MW; existiendo 338 MW en operación, 95 MW minihidro en construcción, 208 MW en tramitación y 251 aprobados. «Con los proyectos en operación y construcción se han concretado inversiones cercanas a los US$ 1.500 millones en el país en los últimos años y, en los próximos 12 meses, entrarían cerca de 1.000 MW al proceso de evaluación ambiental. El sector minihidro, durante el gobierno anterior, generó alrededor de un 15% de la nueva demanda energética del país en ese período».
Y agrega: «Ahora, si disminuyeran las barreras, como las grandes dificultades para inyectar nuestra energía al Sistema Interconectado Central (SIC) y excesiva tramitación, se podría llegar a cubrir sin problemas entre el 30 y el 40% de esa nueva demanda, durante este gobierno. En un país como el nuestro, con necesidades crecientes de energía y con el desafío de tener una matriz cada vez más limpia, no podemos darnos el lujo de desaprovechar esa oportunidad. Solo entre los socios de Apemec existen sobre 3.000 MW de proyectos en desarrollo de pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs) a lo largo y ancho de Chile. El mayor potencial de corto plazo se concentra entre las regiones de O´Higgins y de Los Lagos».
Ventajas y beneficios
A juicio del presidente de Apemec, las PCHs pueden seguir haciendo un aporte significativo, ya que en el medio centenar de estas centrales que ya están operando en el país se pueden observar casos concretos de desarrollo sustentable, armónico, integrado y participativo.
«Está el ejemplo de las sociedades entre PCHs y asociaciones de regantes, las cuales, con las utilidades que obtienen, pueden mejorar la infraestructura de canales e implementar el riego tecnificado, optimizando el uso del agua. Así también, dentro de las políticas de mitigación de una PCH, se da la forestación con especies nativas, el apoyo al turismo patrimonial y rural, y el posible acceso a energía trifásica para emprendimientos industriales en zonas apartadas, entre otras iniciativas».
Todos los beneficios mencionados, asegura, se complementan con las clásicas fortalezas que el sector tiene y que explican por qué las PCHs son promovidas como un agente de desarrollo local y rural por la Organización de Naciones Unidas: generación de energía continua, segura y distribuida, utilizando un recurso propio; autonomía energética de las regiones, lo más recomendable desde un punto de vista económico y geopolítico, en especial en caso de desastres naturales; eficiencia energética dada la proximidad de las fuentes de producción de los centros de consumo; suministro de energía limpia y competitiva desde las localidades al resto del país e ingreso de nuevos actores al sector eléctrico, aumentando la competencia y provocando una baja en los precios de la energía, es decir, un ahorro que repercutirá decisivamente en una mejor calidad de vida para las personas.
No obstante, destaca, además, que la tecnología minihidro presenta diversas ventajas no solo frente a las termoeléctricas, sino también comparada con otras ERNC. «En primer lugar, utiliza un recurso abundante y nuestro como es el agua, y no necesita por ejemplo para su funcionamiento de la importación de combustibles fósiles contaminantes y no renovables como el petróleo. Al no importarlos tenemos mayor seguridad, menos dependencia, no contaminamos y contribuimos al objetivo planetario de reducir el CO2».
Y concluye: «Ahora, entre las ERNC, la energía hidroeléctrica de pequeña escala tiene la ventaja de ser continua durante todo el día, alto factor de planta, y predecible a lo largo del año. También es una forma de generación distribuida que mejora la seguridad del sistema y que genera una serie de externalidades positivas, tales como el uso eficiente del agua para agricultura en el caso de instalación de riego tecnificado y desarrollo rural sustentable desde el punto de vista social y ambiental».