En la actualidad, hay más de 41 proyectos de hidrógeno verde (H2V) en Chile, distribuidos en ocho regiones. Antofagasta representa el 36% del total del país, con 15 proyectos, seguida por Magallanes, que cuenta 12 proyectos.
Precisamente, hasta la región de Antofagasta, zona con auspiciosas proyecciones para el desarrollo del llamado energético del futuro –gracias a sus inmejorables condiciones de alta irradiación solar–, se trasladó el ministro de Energía, Diego Pardow, donde participó en distintas actividades vinculadas con el impulso a esta industria.
Así, el secretario de Estado encabezó la primera audiencia presencial del proceso participativo para la construcción del Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030, iniciativa del ministerio de Energía que abarcará a todas las regiones del país.
Un total de 2.381 personas se inscribió para participar de manera virtual y presencial en esta instancia. En su mayoría, representantes de la sociedad civil y del sector privado, además de miembros del ámbito público y la academia.
El plan de acción busca establecer una hoja de ruta para esta industria, con un enfoque que concilie el desarrollo económico con el respeto por el medio ambiente, las regiones y las comunidades. “La industria del hidrógeno verde es una gran oportunidad para el desarrollo sostenible de nuestras regiones. En particular, la región de Antofagasta, que tiene el potencial de ser una de las zonas más competitivas para la producción de hidrógeno a nivel mundial”, declaró el ministro Pardow durante la actividad.
El secretario de Estado también abordó la importancia de desarrollar esta industria durante una visita que realizó a la primera Planta Piloto Móvil de Hidrógeno Verde, que fue inaugurada el año pasado y hoy está instalada en medio del desierto de Atacama. Asimismo, encabezó la tercera sesión de la Comisión Regional para la Transición Socioecológica Justa, iniciativa que aborda la dimensión social de la salida del carbón del sistema energético nacional en Mejillones y Tocopilla.
“Tan importante como el cierre de centrales a carbón es la apertura de proyectos con energía limpia que tengan el potencial de sustentar procesos de reconversión productiva y laboral en la zona”, declaró el ministro.