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Plantean fortalecer rigurosidad en relacionamiento con comunidades para evitar «personalismos»

Abr 18, 2016

Consultor en gestión comunitaria, Bruno Baranda, señala que es necesario reconocer que la organización de estos grupos responde a objetivos distintos a la hora de oponerse a proyectos energéticos en el país.

El fortalecimiento de los grupos ciudadanos que se oponen a proyectos energéticos a lo largo del país fue analizado por el fundador de Orígenes Consultores, Bruno Baranda, quien identifica tres tipos de objetivos en la conformación de estas organizaciones, señalando que no se pueden calificar a todos con un mismo objetivo.

«Se debe ser capaz de entender cómo, por qué y de dónde surgen, para luego formarse un juicio. Ahora bien, aunque no únicamente, ellos han surgido como una manifestación de su voluntad por participar o recibir beneficios producto de una determinada inversión; también por un interés comunitario –sea medioambiental, social o cultural, para alcanzar mayor progreso material, etc.-; los hay también como una respuesta a la falta de espacios de participación y de consideración por parte de inversionistas; otros han nacido como reacción a una falta de confianza tanto en las instituciones públicas, como en las decisiones, en la acción o en la pasividad del Estado; y también existen casos en que se advierte sencillamente algún aprovechamiento e interés monetario de algunos y no necesariamente representativo de un genuino interés comunitario. Se trata de personas que representarían intereses muy particulares y que no necesariamente velan por el desarrollo inclusivo y sostenible», señala el especialista a Revista ELECTRICIDAD.

Según Baranda, es necesario que las empresas consideren esta realidad al momento de iniciar planes de relacionamiento comunitario en las zonas en que se emplazan proyectos, «teniendo presente la necesidad de conciliar los múltiples intereses para avanzar hacia un estado de desarrollo con mayor consideración y sostenibilidad».

El ex ministro de Desarrollo Social también destaca la influencia de las redes sociales pues «han ido ampliando el camino de la seducción a la ciudadanía, encontrando acogida las más de las veces», aunque advierte que es «necesario reforzar y regular un mayor compromiso con la transparencia y rigurosidad por parte de todos los actores, subiendo la vara –y haciéndola exigible- no solo para alguno de ellos. En todo el desarrollo del proceso y en las opiniones que se emitan durante el mismo, debieran existir similares grados de responsabilidad para todos quienes participan».

«Por otra parte, el protagonismo y la difusión que entregan las redes, son también atractivos para muchos que, sin tener un sincero interés en el fondo de un asunto, utilizan los medios como canal de promoción más bien personalista. Algunos han estado siendo identificados y cada vez pierden más influencia, han dejado de ser considerados y de ser referencia», agrega Baranda.

 

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