(Pulso) Meses después de cumplir 100 años, el canal de Panamá inaugurará finalmente su proyecto de inversión más ambicioso para el 2015: la ampliación de la vía que une el océano Pacífico con el Atlántico.
La construcción de un nuevo carril de tránsito que conectará ambos mares permitirá por primera vez transpotar buques de clase Pospanamax, que son los barcos más grandes que habrán cruzado por los cauces del canal caribeño y los únicos capaces de transportar 12 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) al año, gracias a un nuevo juego de esclusas.
Mientras que el ancho de un buque Panamax mide 32 metros de ancho y 294 de largo, el de un Pospanamax mide 49 metros y 366 metros de largo.
Esto significará una revolución para el mercado de GNL, que ahora pasa por un momento de esplendor que se suma a la promesa del shale gas o gas de esquisto en Estados Unidos.
«EEUU, el mayor productor mundial de gas natural será responsable de gran parte de ese tráfico a medida que se convierte en el tercer mayor exportador de GNL en 2020», estimó un estudio de Morgan Stanley, citado en una nota de Bloomberg.
La independencia energética de la primera economía mundial y la modernización del canal potenciarán el mercado del gas en el mundo, pues significará un ahorro considerable en tiempo y costos en los envíos hacia Asia: los barcos cruzarán el canal de 77 kilómetros 350 veces al año, y los viajes a Asia desde EEUU vana costar un 24% menos en comparación a las rutas más largas, según la Autoridad del Canal.
«El viaje de ida y vuelta hacia Japón, desde Louisiana, EEUU, tendrá un costo de US$8 millones y demorará 43 días a través del canal, en lugar de los US$11,4 millones y los 63 días que tomaban cuando se usaba la ruta por África», indicaron analistas a Bloomberg.
Las mayores exportaciones al país nipón compensarían el déficit energético que se generó tras el terremoto y tsunami en marzo de 2011.
CANALES MÁS PROFUNDOS
Una de las innovaciones, además del ensanchamiento de los cauces que entran al Pacífico y al Atlántico, es la ampliación y la profundización de los cauces de navegación existentes en el lago Gatún y la Corte Culebra, lo que mejorará el suministro de agua del canal y posibilitará cerca de 1.100 tránsitos adicionales cada año.
El canal también se puede utilizar para viajes hacia España desde Perú y a Chile desde Trinidad y Tobago, en el sur del mar caribe. Desde allá se enviaron a nuestro país 2,1 millones de toneladas de productos, de acuerdo con datos del Grupo Internacional de Importadores de GNL.
Sin embargo, no solamenta la ampliación del canal potenciará el comercio con Asia desde EEUU del gas licuado, sino que potenciará el campo general del combustibles, en un momento de creciente demanda energética. El segmento principal que transitan por este canal entre los cargamentos líquidos son el diesel y las exportaciones de gasolina, desde el Golfo de México a Asia y América del Sur.
En tanto, entre los productos secos, los granos son los principales cargamentos transportables por el Canal de Panamá, desde EEUU y América del Sur hasta Asia, según la Autoridad de Panamá.
LOS TRABAJOS
Con una inversión de hasta US$2.300 millones proveniente de diversas entidades bilaterales y multilaterales de crédito y en un plazo de ocho años, la construcción de una tercera vía, sumada a las ampliación de los cauces ya existentes que conectan ambos océanos lleva 64.6 % de avance. Hasta septiembre de este año, se habían desembolsado US$1.350 millones.
El cauce de acceso al Pacífico para construir las nuevas esclusas requiere la excavación de unos 50 millones de metros cúbicos de material a lo largo de 6,1 kilómetros. La entrada al Pacífico y al Atlántico se ensanchará a un mínimo de 225 metros, con una profundización de alrededor de 16 metros en el cauce de navegación.
Las nuevas iniciativas del Canal de Panamá también incluyen un puerto en el Pacífico, parques logísticos y estaciones de toma de combustible para aprovechar el nuevo gas licuado, de acuerdo a cifras de la Autoridad del Canal de Panamá.
Fuente / Pulso