julio 5, 2016 | Industria
(Reuters) Alemania planea limitar la expansión de la energía eólica marina en el comienzo de la próxima década para garantizar que el crecimiento futuro de las energías renovables esté de acuerdo con la construcción de nuevas líneas eléctricas, según un documento revisado de una nueva ley de energía al que tuvo acceso Reuters.
Entre 2021 y 2025 el gobierno quiere limitar las instalaciones de energía eólica marina, también conocida como «offshore», a 3,1 gigawatios (GW) de capacidad, ya que las líneas eléctricas de alta tensión necesarias para llevar la energía verde desde el ventoso norte al industrial sur no estarán preparadas.
Las reformas a la ley de energía van dirigidas a abaratar el coste de la «Energiewende», como se conoce a la transición alemana hacia las fuentes de energía renovable desde la electricidad por generación nuclear o fósil.
La rápida expansión de la energía verde, que ahora representa más del 30 por ciento del mix energético, ha hecho subir los costes de la electricidad en la mayor economía de Europa y tensionado sus redes de transporte.
En 2021, la nueva capacidad de eólica marina debería levantarse exclusivamente en el mar Báltico, ya que las líneas eléctricas terrestres en esa zona ya están disponibles, según el acuerdo entre el Ministerio de Economía y los partidos del gobierno de coalición.
A partir de 2026, habrá nueva capacidad anual de 840 MW para alcanzar el objetivo de 15 GW de potencia eólica marina en el año 2030.
La revisión de la nueva ley también establece el volumen de las subastas de nuevos proyectos offshore. En 2017 se licitarán 1,7 GW, mientras que en 2018 el cupo se reducirá a 1,4 GW.
Por otra parte, las empresas de elevado consumo energético que estaban exentas del pago de los sobrecostes por la energía verde hasta 2014 sólo tendrán que pagar un 20 por ciento de este recargo en el futuro, según el acuerdo.
La nueva ley, que aún debe ser examinada y aprobado por la Unión Europea, entrará previsiblemente en vigor a principios del año que viene.
octubre 22, 2015 | Agua, Medio Ambiente, Sustentabilidad
La Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (Camchal) dio a conocer en Chile la feria IFAT 2016, referente en tecnologías de gestión del agua, aguas residuales, manejo de residuos y reciclaje, que se llevará a cabo en Múnich entre el 30 de mayo y el 3 de junio. Camchal es representante oficial de esta exhibición que se organiza cada dos años y que fue fundada en 1966.
En su versión de 2014, IFAT contó con 3.081 expositores de 59 países, una superficie de 230.000 metros cuadrados y 135.000 visitantes de 170 países, números que se proyecta se superen el próximo año. “En Chile, estas tecnologías cobran especial relevancia, sobre todo por el tema del agua”, señaló Collin Davis, Exhibition Group director de Messe Muenchen, entidad organizadora del evento.
Entre estas soluciones, destaca para el público chileno los equipos que tienen que ver con la desalinización de agua de mar. También estarán presentes los servicios que tienen que ver con el reciclaje de materiales, como neumáticos, botellas, baterías, papeles, etcétera.
“Tendremos una amplio rango de productos en lo que es tratamiento de aguas, tanto en extracción, tratamiento, transporte, medición y testeo. Todos ellos juegan un rol crucial en IFAT, con exhibidores que estarán presentes en ocho halls, en un área total aproximada de 115.000 m2”, destacó Davis.
Más información de Camchal aquí:
http://chile.ahk.de/es/
Visite el sitio web oficial de IFAT 2016:
http://www.ifat.de/
Video oficial de IFAT 2016:
https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=xUT_PIz3hpE
febrero 25, 2014 | Industria
(AméricaEconomía) Alemania decidió abandonar por completo la energía atómica en 2022, una decisión política que costará muchos millones de euros. Ya en este momento, la ampliación de redes de energías renovables produjo un importante aumento en los precios de la electricidad. Y todavía no se puede calcular cuánto dinero costará el desmontaje de las centrales nucleares, pero es casi seguro que no serán suficientes los 34.000 millones de euros que los operadores reservaron para ese fin.
Según el registro de la Oficina Federal de Protección de Radiaciones hay aún nueve centrales atómicas en funcionamiento. Ocho reactores se apagaron luego de la catástrofe de Fukushima. A eso se suman 16 instalaciones que se encuentran en medio del largo proceso de apagado total.
En total, son 33 centrales atómicas las que hay que desmontar, lo que implica también eliminar los desechos nucleares. Aparte de eso, todavía queda pendiente una decisión acerca del lugar del depósito final para los elementos combustibles. En abril de 2013, el Gobierno partió de que el proceso de selección de dicha terminal costará 2.000 millones de euros en los próximos 15 años.
Reservas no disponibles. Ya antes de la catástrofe de Fukushima, los operadores alemanes comenzaron a formar un capital para financiar el desmontaje de las centrales, pero estaba planeado que eso se llevara a cabo más tarde. De acuerdo con datos del Foro Alemán de la Energía Atómica se trata de unos 34.000 millones de euros, de los cuales cerca de 18.000 millones corresponden a la compañía Eon, 10.000 millones a RWE, y aproximadamente 3.600 millones a Vattenfall. Sin embargo, dado que el desmontaje deberá realizarse antes de lo planeado y alcanzará una dimensión mayor de lo que se pensaba, se duda de que esas reservas sean suficientes.
Expertos en el sector energético opinan que será necesaria una suma mucho mayor. Solo los costos de desmontaje de la central atómica en Mülheim-Kärlich, en Renania Palatinado, ascenderán, según RWE, a por lo menos 750 millones de euros. La bancada de los Verdes en el Parlamento alemán asegura, junto con otros partidos, que la cantidad será mucho mayor.
Además, ese capital de 34.000 millones de euros no está disponible en el banco, ya que los operadores invirtieron gran parte de esa suma. RWE, por ejemplo, invirtió en centrales nucleares en Holanda y Gran Bretaña.
¿Quién paga? RWE no pierde ni un centavo en el sector de energía nuclear, como demuestra la demanda de esa empresa por el apagón temporal de la central Biblis. RWE ganó el proceso en última instancia, con lo cual tiene vía libre para exigir una indemnización por daños y perjuicios que, según entendidos en la materia, podría llegar a los 187 millones de euros.
La creación de un “fondo de derecho público” es una posibilidad de asegurar el dinero para ese fin, un paso que podría traer más dificultades a las empresas, dado que, según la situación actual, RWE debería, por ejemplo, tomar más créditos para poder aportar a dicho fondo.
El desmontaje de las centrales nucleares costará miles de millones, más de lo que se creía, y está por verse quién pagará esos altísimos costos.
febrero 20, 2014 | Proveedores
(Henkel) Hace dos años, la firma alemana Henkel presentó su Estrategia de Sustentabilidad, destacando como su objetivo a largo plazo lograr más con menos, triplicando su eficiencia de recursos para el año 2030 (lo que la compañía denomina “Factor 3”).
Para alcanzar este objetivo, Henkel continuó enfocándose en la creación de soluciones para el desarrollo sustentable el año pasado. Esto incluye productos innovadores, proyectos conjuntos con socios de la comunidad, la industria y el mundo político, y numerosas iniciativas de sustentabilidad que involucran a cerca de 47.000 empleados en todo el mundo.
«Los ejemplos incluidos en el Reporte de Sustentabilidad muestran que vamos por buen camino para lograr nuestros objetivos», señaló Kathrin Menges, Vicepresidente Ejecutiva de Recursos Humanos y Presidenta del Consejo de Sustentabilidad de Henkel. «La comprensión y el compromiso con la sustentabilidad de nuestros empleados son el factor clave para nuestro éxito. Es por eso que hemos integrado a fondo las cuestiones de sustentabilidad en nuestros programas de formación en la empresa y vamos a seguir haciéndolo».
Estos programas incluyen la seguridad en los espacios de trabajo, así como programas de formación avanzada especiales para jóvenes profesionales en los mercados emergente, como el programa de «Embajadores de Sustentabilidad», que fue una de las iniciativas más importantes en 2013, brindando a sus empleados herramientas para comunicar de manera competente la importancia de la sustentabilidad entre sus compañeros de trabajo, proveedores, clientes, consumidores y estudiantes escolares. Desde el inicio del programa en 2012, Henkel ha capacitado alrededor de 1.500 embajadores de sustentabilidad, que han llevado el aprendizaje en la sustentabilidad a más de 15.000 niños en edad escolar en 25 países.
Además de los programas especiales de capacitación para el personal, otro aspecto clave durante el 2013 fue la gestión de la innovación sustentable, que juega un papel esencial si las mejoras en la calidad de vida se vuelven menos dependientes del consumo de recursos. La innovación sustentable debe satisfacer por igual a los criterios de calidad, respeto al medio ambiente y la responsabilidad social mediante, por ejemplo, la reducción de la cantidad de materias primas utilizadas en la fabricación, o la cantidad de energía necesaria para usar el producto. Henkel se ocupa de estas cuestiones en estrecha colaboración con sus socios a lo largo de la cadena de valor. La colaboración a menudo toma la forma de acuerdos de cooperación con proveedores, o proyectos llevados a cabo en forma conjunta con clientes y minoristas.
Una de las fortalezas de Henkel es la alineación de su estrategia a la sustentabilidad. Esto, combinado con su capacidad de innovación, permite a la compañía fortalecer aún más su liderazgo en la materia, aspecto que se confirmó una vez más en los rankings internacionales durante 2013: Henkel fue «Líder del Sector» en el Índice de Sustentabilidad de Dow Jones por 7° año consecutivo, mientras que también fue incluida en el índice ético FTSE4Good por 13 años seguidos, y clasificada entre las «Compañías más Éticas del Mundo» por 6° vez consecutiva.
Cabe indicar que durante los últimos 11 años la compañía disminuyó el consumo de agua y energía en un 51% y 44% respectivamente, y redujo los residuos en un 47% por tonelada de producción. Durante el mismo periodo, el número de accidentes de trabajo cayó en un 90%.
enero 21, 2014 | Medio Ambiente
(Emol) El sector de energía limpia de Alemania dijo que los planes gubernamentales de acelerar los recortes en la ayuda a los operadores de plantas de energía eólica y solar, amenazan con descarrilar la transición del país a fuentes renovables.
El fabricante de turbinas eólicas Nordex SE, que se vio beneficiado por un aumento de las instalaciones en tierra, cayó a su menor nivel en dos semanas en las operaciones de Frankfurt ayer, después que se informó el fin de semana que el ministro de Economía y Energía, Sigmar Gabriel, tiene previsto limitar los subsidios. Las empresas de servicios públicos alemanas RWE AG y EON SE recibieron con agrado la noticia de los planes del ministro.
Las propuestas de reducir la ayuda para nuevas unidades eólicas en tierra hasta un 20% en 2015 frente a los niveles del año pasado son «contraproducentes», dijo el grupo de presión por la energía eólica BWE. Cortes demasiado bruscos «amenazan la expansión de la energía eólica en toda Alemania» y, por lo tanto, arriesgan con «descarrilar el cambio energético», dijo Sylvia Pilarsky-Grosch, que encabeza BWE, en un comunicado por correo electrónico.
El gobierno de la canciller Angela Merkel tiene previsto reducir el costo de su plan para cerrar las plantas nucleares alemanas y lograr la transición de la mayor economía de Europa a la energía renovable. Dice que la principal prioridad de su gobierno, que inició su tercer período el mes pasado, es modernizar el sistema de ayuda para la energía limpia después que el aumento de los costos de la energía eólica y solar contribuyó a que las facturas de electricidad de los consumidores se dispararan. Los costos de electricidad de los hogares alemanes son los segundos más altos de la Unión Europea, compuesta por 28 países.
Se reúne la coalición
Gabriel, que asumió el control general de la mayor reforma energética emprendida hasta ahora por un país desarrollado, busca limitar los subsidios pagados a los operadores de turbinas eólicas en tierra a no más de 9 centavos de euro el kWh en 2015 y reducir la expansión a cerca de 2.500 megavatios al año, según un documento del ministerio preparado para una reunión de la coalición de Merkel los días 22 y 23 de enero. Los desarrolladores obtendrán la ayuda actual si sus unidades son autorizadas antes del antes del 22 de enero.
Una propuesta relacionada con esta para cobrar a los desarrolladores de plantas solares que usan la energía para sí mismos disuadiría a los inversores e impediría que los ciudadanos comunes participaran en el cambio de tipo de energía, dijo el grupo de presión BSW-Solar en una carta abierta dirigida a la canciller. «En tanto Estados Unidos, Japón y China invierten masivamente en energía solar, el mercado fotovoltaico alemán se ha reducido a menos de la mitad como resultado de recortes demasiado rápidos a la ayuda», dijo BSW-Solar en una carta enviada hoy por correo electrónico.
