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Agencia Internacional de Energía: demanda eléctrica mundial caería 5%

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda mundial de electricidad caería en torno al 5% este año, debido al impacto de la menor actividad productiva causada por la pandemia del Covid-19, específicamente debido a las cuarentenas impuestas en diferentes partes del mundo, entre las cuales están los principales centros de consumo energético.

“Las medidas de bloqueo han reducido significativamente la demanda de electricidad, afectando a su vez la combinación de energía. Los aumentos en la demanda residencial fueron superados por las reducciones en las operaciones comerciales e industriales. Los datos diarios recopilados para más de 30 países, que representan más de un tercio de la demanda mundial de electricidad, muestran que el alcance de la disminución de la demanda depende de la duración y la rigurosidad de los bloqueos. En promedio, encontramos que cada mes de bloqueo total reduce la demanda en un 20% en promedio, o más del 1.5% en forma anual”, indica el análisis del organismo internacional.

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“En nuestra proyección para 2020, la demanda mundial de electricidad caería un 5%, con reducciones del 10% en algunas regiones. Las fuentes de energía bajas en carbono superarían con creces la generación a carbón a nivel mundial, extendiendo el liderazgo establecido en 2019. Una recuperación económica más rápida y en forma de V reduciría el impacto en la demanda de electricidad a la mitad, lo que llevaría a menores caídas interanuales para el carbón , gas y energía nuclear. Pero los bloqueos más largos, la recuperación económica más lenta y la amplia difusión de Covid-19 en los países en desarrollo podrían reducir aún más la demanda”, se precisa.

El informe sostiene que los sectores más afectados por las medidas de confinamiento a nivel mundial son los servicios, “ya que las actividades de venta minorista, oficinas, hotelería, educación y turismo se cerraron casi por completo en muchas economías importantes”.

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Energías renovables

Según la AIE, las reducciones de la demanda eléctrica en el mundo “han aumentado la participación de las energías renovables en el suministro de electricidad, ya que su producción no se ve afectada en gran medida por la demanda. La demanda disminuyó para todas las demás fuentes de electricidad, incluido el carbón, el gas y la energía nuclear”.

“La generación basada en energías renovables aumentó un 3%, principalmente debido a un aumento porcentual de dos dígitos para la energía eólica y un salto en la producción de energía solar fotovoltaica (PV) de nuevos proyectos durante el año pasado. La participación de las energías renovables en el suministro de electricidad se acercó al 28% en el primer trimestre de 2020, frente al 26% en el primer trimestre de 2019”, señala la AIE.

Agencia Internacional de Energía: demanda eléctrica mundial caería 5%

Agencia Internacional de Energía: demanda eléctrica mundial caería 5%

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda mundial de electricidad caería en torno al 5% este año, debido al impacto de la menor actividad productiva causada por la pandemia del Covid-19, específicamente debido a las cuarentenas impuestas en diferentes partes del mundo, entre las cuales están los principales centros de consumo energético.

“Las medidas de bloqueo han reducido significativamente la demanda de electricidad, afectando a su vez la combinación de energía. Los aumentos en la demanda residencial fueron superados por las reducciones en las operaciones comerciales e industriales. Los datos diarios recopilados para más de 30 países, que representan más de un tercio de la demanda mundial de electricidad, muestran que el alcance de la disminución de la demanda depende de la duración y la rigurosidad de los bloqueos. En promedio, encontramos que cada mes de bloqueo total reduce la demanda en un 20% en promedio, o más del 1.5% en forma anual”, indica el análisis del organismo internacional.

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“En nuestra proyección para 2020, la demanda mundial de electricidad caería un 5%, con reducciones del 10% en algunas regiones. Las fuentes de energía bajas en carbono superarían con creces la generación a carbón a nivel mundial, extendiendo el liderazgo establecido en 2019. Una recuperación económica más rápida y en forma de V reduciría el impacto en la demanda de electricidad a la mitad, lo que llevaría a menores caídas interanuales para el carbón , gas y energía nuclear. Pero los bloqueos más largos, la recuperación económica más lenta y la amplia difusión de Covid-19 en los países en desarrollo podrían reducir aún más la demanda”, se precisa.

El informe sostiene que los sectores más afectados por las medidas de confinamiento a nivel mundial son los servicios, “ya que las actividades de venta minorista, oficinas, hotelería, educación y turismo se cerraron casi por completo en muchas economías importantes”.

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Energías renovables

Según la AIE, las reducciones de la demanda eléctrica en el mundo “han aumentado la participación de las energías renovables en el suministro de electricidad, ya que su producción no se ve afectada en gran medida por la demanda. La demanda disminuyó para todas las demás fuentes de electricidad, incluido el carbón, el gas y la energía nuclear”.

“La generación basada en energías renovables aumentó un 3%, principalmente debido a un aumento porcentual de dos dígitos para la energía eólica y un salto en la producción de energía solar fotovoltaica (PV) de nuevos proyectos durante el año pasado. La participación de las energías renovables en el suministro de electricidad se acercó al 28% en el primer trimestre de 2020, frente al 26% en el primer trimestre de 2019”, señala la AIE.

Agencia Internacional de Energía estima que demanda eléctrica mundial caería 5%

La Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la demanda mundial de electricidad caería en torno al 5% este año, debido al impacto de la menor actividad productiva causada por la pandemia del Covid-19, específicamente debido a las cuarentenas impuestas en diferentes partes del mundo, entre las cuales están los principales centros de consumo energético.

«Las medidas de bloqueo han reducido significativamente la demanda de electricidad, afectando a su vez la combinación de energía. Los aumentos en la demanda residencial fueron superados por las reducciones en las operaciones comerciales e industriales. Los datos diarios recopilados para más de 30 países, que representan más de un tercio de la demanda mundial de electricidad, muestran que el alcance de la disminución de la demanda depende de la duración y la rigurosidad de los bloqueos. En promedio, encontramos que cada mes de bloqueo total reduce la demanda en un 20% en promedio, o más del 1.5% en forma anual», indica el análisis del organismo internacional.

«En nuestra proyección para 2020, la demanda mundial de electricidad caería un 5%, con reducciones del 10% en algunas regiones. Las fuentes de energía bajas en carbono superarían con creces la generación a carbón a nivel mundial, extendiendo el liderazgo establecido en 2019. Una recuperación económica más rápida y en forma de V reduciría el impacto en la demanda de electricidad a la mitad, lo que llevaría a menores caídas interanuales para el carbón , gas y energía nuclear. Pero los bloqueos más largos, la recuperación económica más lenta y la amplia difusión de Covid-19 en los países en desarrollo podrían reducir aún más la demanda», se precisa.

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El informe sostiene que los sectores más afectados por las medidas de confinamiento a nivel mundial son los servicios, «ya que las actividades de venta minorista, oficinas, hotelería, educación y turismo se cerraron casi por completo en muchas economías importantes».

Energías renovables

Según la AIE, las reducciones de la demanda eléctrica en el mundo «han aumentado la participación de las energías renovables en el suministro de electricidad, ya que su producción no se ve afectada en gran medida por la demanda. La demanda disminuyó para todas las demás fuentes de electricidad, incluido el carbón, el gas y la energía nuclear».

«La generación basada en energías renovables aumentó un 3%, principalmente debido a un aumento porcentual de dos dígitos para la energía eólica y un salto en la producción de energía solar fotovoltaica (PV) de nuevos proyectos durante el año pasado. La participación de las energías renovables en el suministro de electricidad se acercó al 28% en el primer trimestre de 2020, frente al 26% en el primer trimestre de 2019», señala la AIE.

Baterías: Agencia Internacional de Energía prevé producción de 1.500 GWh para 2030

Baterías: Agencia Internacional de Energía prevé producción de 1.500 GWh para 2030

El almacenamiento de energía con baterías y la instalación de electrolizadores para la producción de hidrógeno, a partir de energías renovables, serán alternativas cada vez más relevantes para la recuperación de la economía mundial tras la pandemia del covid-19, de acuerdo con las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

«A medida que los gobiernos se centran en enfrentar la emergencia de salud de covid-19, cada vez más centran su atención en el impacto de cerrar sus economías y en cómo revivirlas rápidamente a través de medidas de estímulo. Los paquetes de recuperación económica ofrecen una oportunidad única para crear empleos al tiempo que respaldan las transiciones de energía limpia en todo el mundo», sostiene el último informe publicado por el organismo.

Análisis

Según el análisis, se «requerirá algo más que energías renovables y eficiencia para encaminar al mundo hacia el cumplimiento de las metas climáticas y otros objetivos de sostenibilidad», por lo que se menciona la necesidad de aumentar la incorporación de tecnologías como las baterías y los electrolizadores que producen hidrógeno».

«Las baterías y electrolizadores son tecnologías modulares de pequeño tamaño que son potencialmente adecuadas para la fabricación en masa. Las reducciones de costos como las experimentadas a través de la producción a gran escala de energía solar fotovoltaica no son inconcebibles y, de hecho, ya están en marcha. El progreso de la tecnología de batería es más avanzado que el de los electrolizadores, y el costo de las baterías de iones de litio en particular ha disminuido gracias a los mayores volúmenes de producción. La ampliación de la fabricación de electrolizadores, por otro lado, se encuentra en una etapa anterior. Pero eso hace que su alcance para reducciones significativas de costos a corto plazo sea aún mayor», indica la AIE.

En esta línea, el organismo señala que el 2 de julio publicará un informe especial de Energy Technology Perspective, «centrado en la innovación de tecnología de energía limpia», que analizará estos y otros atributos de tecnologías que son particularmente adecuadas para transiciones rápidas de energía limpia.

La AIE destaca que el precio de las baterías de iones de litio ha disminuido drásticamente en los últimos años después de haberse desarrollado para un uso generalizado en la electrónica de consumo. «Los gobiernos de muchos países han adoptado políticas que fomentan un mayor despliegue de automóviles eléctricos, acelerando aún más la disminución de los precios de las baterías. Al mismo tiempo, el sector eléctrico ahora ofrece oportunidades crecientes para el uso de baterías para apoyar la integración de energías renovables variables como la eólica y la solar fotovoltaica en los sistemas eléctricos. Como tal, las baterías de iones de litio son ahora una oportunidad tecnológica para el sector energético más amplio, mucho más allá del transporte».

Por su parte se indica que los electrolizadores, dispositivos que dividen el agua en hidrógeno y oxígeno utilizando energía eléctrica, «son una forma de producir hidrógeno limpio a partir de electricidad baja en carbono».

«El hidrógeno limpio y los combustibles derivados del hidrógeno podrían ser vitales para los sectores de descarbonización donde las emisiones están resultando particularmente difíciles de reducir, como el transporte marítimo, la aviación, los camiones de larga distancia, las industrias siderúrgica o química. Estas son áreas donde otras tecnologías de energía limpia no se pueden implementar fácilmente», agrega el análisis.

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Producción

Según la AIE, la capacidad mundial para fabricar celdas de batería se ha expandido rápidamente en los últimos años: «Hoy, las operaciones de fabricación a nivel mundial pueden producir alrededor de 320 gigavatios-hora (GWh) de baterías por año para su uso en automóviles eléctricos. Esto está muy por encima de los aproximadamente 100 GWh de baterías necesarios para los 2,1 millones de autos eléctricos que se vendieron en 2019».

«Tener suficiente capacidad disponible para la fabricación de baterías es fundamental para la electrificación continua del transporte por carretera. La capacidad de producción global se distribuye de manera desigual. China es el líder mundial, representando alrededor del 70% de la capacidad global, seguida de los Estados Unidos (13%), Corea (7%), Europa (4%) y Japón (3%). El brote de la epidemia de Covid-19 ha afectado a todos los centros de producción de baterías de China, ubicados en las provincias de Hubei, Hunan y Guangdong. La fabricación se ha reanudado gradualmente debido al tiempo que lleva restaurar la cadena de suministro y devolver a los empleados al trabajo», se indica.

«Existe la necesidad de que la capacidad de fabricación crezca aún más. Suponiendo que los objetivos anunciados de la industria automotriz mundial para la producción de vehículos eléctricos se cumplan a pesar de la crisis covid-19, se necesitarían alrededor de 1,000 GWh de capacidad de fabricación de baterías en 2025. Esta producción requeriría el equivalente de 50 plantas, cada una en la escala de un Tesla Gigafactory», añade el organismo.

Las estimaciones de la AIE indican que la producción anual de baterías a nivel mundial «alcance alrededor de 1.500 GWh para 2030 para todos los vehículos eléctricos combinados (incluidos automóviles, autobuses, etc.), mientras que también espera un incremento en la producción de electrolizadores.

«Hace unos 10 años, la mayoría de los proyectos tenían menos de 0,2 MW. En los últimos tres años, varios proyectos estuvieron en el rango de 1 MW a 5 MW, y el más grande fue de 6 MW. En Japón, acaba de comenzar a funcionar un proyecto de 10 MW y se está construyendo un proyecto de 20 MW en Canadá. Se han anunciado proyectos más grandes en los cientos de megavatios», sostiene el informe.

«Como resultado, los próximos dos años podrían establecer nuevos récords, con proyectos anunciados que llevarán la instalación global de la capacidad del electrolizador de 170 MW en 2019 a 730 MW en 2021. Para garantizar que ese impulso se mantenga después de la crisis de covid-19, Será importante que los gobiernos tranquilicen a los inversores sobre su compromiso continuo con el hidrógeno», concluye el análisis

Pandemia: estiman corrección de hasta 15% en la potencia generada por la energía eólica

Pandemia: estiman corrección de hasta 15% en la potencia generada por la energía eólica

Ramón Fiestas, presidente para Latinoamérica del Consejo Global de la Energía Eólica señala que la crisis mundial desatada por la pandemia de coronavirus plantea una serie de desafíos a futuro para las energías renovables, donde afirma que el nivel de inversiones seguirá creciendo para responder a los problemas que genera el cambio climático, junto a la reducción de emisiones y a la descarbonización.

En entrevista con ELECTRICIDAD, el ejecutivo indica que impactará en el nivel de potencia generada por la energía eólica en el mundo, aunque prevé que a futuro vendrán nuevas oportunidades para aumentar la presencia de esta tecnología, donde Chile no queda afuera.

Impactos

¿Cuál es el análisis que tienen respecto al impacto de la pandemia en la generación eólica a nivel mundial?

Observamos que la pandemia incide de manera inmediata sobre los proyectos en desarrollo y en construcción, teniendo en cuenta que el confinamiento decretado ha retrasado la marcha normal del programa de obras y desarrollo de estas inversiones, afectando a la cadena de suministro en algunos de los mercados. No obstante, numerosas empresas y centros de trabajo donde las medidas han sido menos restrictivas, han ido adoptando prácticas operativas para proteger del contagio a sus trabajadores, con el fin de continuar las actividades y minimizar los impactos, pero asegurando la salud de sus equipos.

Aún no estamos en condiciones de precisar en qué medida pudiera afectar a nuestras previsiones de potencia eólica anual instalada, pues desconocemos las medidas que en cada mercado se adoptarán para reanudar las actividades suspendidas y el ritmo que tomará la normalización de la actividad económica, pero podríamos estar apuntando a una corrección en torno al 10% y el 15% de la potencia prevista para 2020.

¿Cuánta información han recibido hasta ahora de sus asociados sobre el impacto de la crisis en el sector?

Estamos en contacto permanente con nuestros asociados y hemos recibido gran cantidad de respuestas, que nos entregan una visión amplia de la situación. Tanto la asociación como nuestros asociados somos conscientes de la importancia de compartir la información y experiencias en esta situación tan excepcional, de ahí que hayamos habilitado un sitio específico en nuestro portal Web, dedicado a clasificar la información más actualizada sobre este fenómeno en todos los mercados, y donde está cooperando de forma muy activa la industria eólica.

Perspectivas

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado que esta crisis plantea oportunidades para la generación de energías limpias, ¿coinciden con esta perspectiva?

Sin duda. La pandemia ha despertado la necesidad y la voluntad de actuar con decisión y sin titubeos ante los desafíos más importantes que enfrenta la humanidad. Es un llamado a la acción, y la lucha contra el cambio climático será el desafío más inmediato al que nos vamos a enfrentar tras la pandemia, que lamentablemente se va a superponer con la crisis económica desencadenada. En las energías renovables se encuentra una respuesta perfecta para hacer frente a ambas problemáticas, ya que los proyectos de generación ERNC constituyen el instrumento de mitigación de emisiones de GEI más relevante del sector eléctrico, y además sus inversiones contribuyen a detonar de manera muy efectiva e inmediata un importante flujo de obras, actividades y servicios que va a ser fundamental para la reactivación económica. Estamos, sin duda, ante uno de los sectores que más pueden contribuir a la salida rápida de la crisis.

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¿Qué escenario prevén a futuro para la generación renovable variable, especialmente la eólica?

La generación eólica será uno de los pilares fundamentales en la transición energética hacia un modelo de gestión mucho más flexible, en el que la generación variable será la base del funcionamiento de los sistemas eléctricos. De las nuevas tecnologías de generación eléctrica es, con mucha diferencia, la que mayor potencial tiene para crear retornos socioeconómicos estables, a través de la creación de empleo, la fijación y la localización de puestos de trabajo especializados en los entornos más próximos a las inversiones, la contribución económica y fiscal a las comunidades y municipalidades, entre otras. Además, se trata de una actividad sobre la que los inversores y los financiadores han adquirido gran experiencia y promueven las mejores prácticas para la puesta en marcha de los proyectos, por lo que la vemos como un objetivo muy atractivo cuando se generan ambientes de inversión que eliminen las barreras que tradicionalmente han impedido un despliegue más amplio de esta tecnología.

A partir de esta crisis, ¿Qué principios regulatorios se requerirán para la generación eólica?

Es muy relevante que las medidas que los poderes públicos puedan adoptar para mitigar los efectos de la crisis económica derivada del confinamiento para los sectores más desfavorecidos, no induzcan a la insostenibilidad financiera de los agentes económicos, especialmente en el ámbito del sector energético, donde gracias a la entrada de nuevos operadores, a través de los procesos licitatorios puestos en marcha, ha emergido una estructura de mercado capaz de poner en valor todo el potencial de competitividad existente en Chile, lo que valoramos como un activo esencial que es preciso apuntalar al máximo para asegurar esa competitividad en el futuro.

Consideramos esencial que se respete el equilibrio económico-financiero subyacente en los contratos de suministro entre los productores y los distribuidores o consumidores. Es fundamental que la seguridad jurídica en estas relaciones no se vea afectada por cambios regulatorios, pues es uno de los activos principales que sustentan el ambiente de inversión en Chile. El hecho de que ese equilibrio económico-financiero haya sido alcanzado a través de procesos licitatorios, que reflejan las mayores condiciones de competitividad posibles para hacer viables los proyectos, refuerza la necesidad de que sea preservado a ultranza precisamente para asegurar el buen fin de esas inversiones.

Estamos convencidos de que el incremento de los volúmenes de consumo de energías renovables contribuiría de manera muy significativa a la recuperación de la crisis creada por el Covid-19, gracias al incremento de inversiones.

Además, se avanzará significativamente en la deseada descarbonización del sector, por lo que serán más que bienvenidas todas las medidas que se puedan adoptar para incrementar las metas de consumo de forma substancial, acelerando en lo posible la puesta en marcha de mecanismos licitatorios, y/o de las medidas que faciliten la contratación de energías renovables, como podría ser un mecanismo de compensación por el cual los estímulos para la reactivación que pudieran recibir los sectores económicos en Chile, fueran aparejados a un incremento del compromiso de esos sectores con la transición energética a cero emisiones netas o al 100% de renovables en sus futuros consumos.

¿Cómo ve el futuro del almacenamiento de energía en parques eólicos para aumentar la seguridad y continuidad del suministro ante este tipo de crisis?

No vemos señales de que las líneas de trabajo en innovación e investigación vayan a verse sustancialmente afectadas por la crisis y por ello estamos convencidos de que los programas en el desarrollo de tecnologías de almacenamiento van a seguir su curso, en particular cuando se dirigen a incrementar aún más la competitividad del sector.

¿Qué desafíos debe enfrentar la industria eólica con lo que acontece?

Estimamos que, en este momento, la atención se debe concentrar en asegurar la salud de las personas y en contribuir en lo posible a la gestión de la crisis sanitaria. Cuando se consiga doblegar la pandemia es muy importante para el sector que las políticas que se definan para la reactivación económica y la salida de la crisis se integren con aquellas que exige la acción prioritaria y no menos urgente en materia de clima y energía. Por lo mismo, uno de los desafíos más inmediatos a los que nos enfrentamos es lograr acelerar el ritmo de las inversiones eólicas en un nuevo entorno, que a corto plazo estará caracterizado por la recuperación de los niveles de actividad económica existentes con anterioridad a la crisis.