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Descarbonización: uso de bombas de calor reduciría hasta 500 millones de toneladas de carbono

Descarbonización: uso de bombas de calor reduciría hasta 500 millones de toneladas de carbono

La descarbonización de los hogares, utilizando tecnologías maduras disponibles comercialmente requiere poco o ningún cambio de comportamiento y ofrece una serie de beneficios sobre la infraestructura o la fabricación a gran escala, según indica un informe de BloombergNEF.

En el documento se estima que «reemplazar las calderas domésticas de gas, petróleo y carbón por bombas de calor podría reducir más de 500 millones de toneladas de emisiones anuales, una cifra que aumentará a medida que se descarbonicen las redes».

Se plantea que los vehículos eléctricos, la energía solar en los techos, las baterías domésticas y las bombas de calor domésticas «podrían ser de gran ayuda para abordar tres de las principales fuentes de emisiones domésticas: electricidad, transporte y calor».

«Sin intervención, la adopción de estas tecnologías quedará muy por debajo de su potencial. Estas podrían reducir las emisiones de los hogares en 6 mil millones de toneladas métricas de emisiones de carbono por año, lo que equivale a casi el 18% de las emisiones globales de CO2″, se añade.

De acuerdo con el informe, los vehículos eléctricos presentan la mayor oportunidad de reducción disponible para los consumidores. «Electrificar la flota mundial de 1.200 millones de vehículos de pasajeros podría proporcionar 1,6 Gt de reducción neta anualmente, una cifra que aumentará a medida que se descarbonicen las redes que cargan la flota de vehículos eléctricos».

Finalmente, se sostiene que la energía fotovoltaica instalada en los techos «podría reducir las emisiones en 1,2 Gt anuales, una cifra que disminuirá a medida que las redes se vuelvan más limpias».

«Por otro lado, el almacenamiento de la batería reforzará el potencial de reducción de la energía solar en los tejados. Es más probable que el almacenamiento optimizado para la descarga durante los períodos de máxima demanda esté desplazando la generación de combustibles fósiles», se concluye.

Ampliar el uso de energías renovables es de suma importancia para detener la crisis climática, pero no puede ser a costa de los derechos humanos

Ampliar el uso de energías renovables es de suma importancia para detener la crisis climática, pero no puede ser a costa de los derechos humanos

“Ampliar el uso de energías renovables es de suma importancia para detener la crisis climática, pero no puede ser a costa de los derechos humanos.” Esa fue la declaración de Anna Cavazzini, miembro del parlamento europeo, a inicios del 2021. Sus declaraciones surgen luego de una serie de reportes independientes, entre ellos el de Horizon Advisory, que apuntan a la existencia de trabajo forzado y campos de re-educación en la región de Xinjiang en China contra las minorías étnicas Uigur.

Los reportes señalan que China ha construido campos de re-educación a los cuales han movilizado miles de miembros de la minoría étnica Uigur (mayormente musulmana) con el objetivo de erradicar sus creencias religiosas, su cultura y adoctrinarlos con el Comunismo. Estas mismas personas son luego obligadas a trabajar para empresas productoras de silicio policristalino de la industria solar, para la industria de alimentos y textiles. Los uigures que han pasado por los campamentos describen condiciones duras, que incluyen agresiones físicas y sexuales.

Es en esta misma región de Xinjiang donde se produce el 50% del silicio policristalino utilizado por todos los paneles monocristalino y policristalino producidos a nivel mundial. Es decir, es altamente probable que gran parte de los paneles solares que están siendo comercializados a nivel global tengan algún grado de mano de obra forzada proveniente de Xinjiang. De hecho, en Europa hay sospechas de que cada panel instalado tenga algún grado de trabajo forzado. Así lo declaró Jenny Chase, Head of Solar Analysis de BloombergNEF, en un reciente análisis sobre el tema “Casi todos los paneles son en base a silicio – 95% del mercado europeo –, por lo tanto, es probable que tengan algo de silicio proveniente de Xinjiang”.

Ante este escenario, y con abundante evidencia, varios países (incluidos EEUU, Canadá y Holanda) han acusado públicamente a China de genocidio contra las minorías étnicas uigures, y a la fecha, algunos han impuestos sanciones a empresas chinas vinculadas de manera directa e indirecta con el uso de mano de obra forzada. Por ejemplo, Estados Unidos ha prohibido la importación de productos provenientes de Xinjiang, y de igual forma, en el parlamento europeo se discute un instrumento para hacer lo mismo.

China ha negado todas las acusaciones, pero no ha permitido auditorías externas a las fábricas ubicadas en Xinjiang. En paralelo, las empresas fabricantes de paneles están auditando sus cadenas de suministro de principio a fin y han firmado compromisos de evitar productos provenientes de Xinjiang.

¿Cómo nos afecta a nosotros? Chile se destaca a nivel internacional por records en los precios de la energía solar fotovoltaica y por su rápido crecimiento renovable, y al igual que Europa, tiene un mercado dominado por paneles en base a silicio. Por lo tanto, de la misma forma que el resto de los países, Chile ha estado y sigue estando expuesto a la adquisición de paneles solares con algún grado de mano de obra forzada proveniente de Xinjiang.

La pregunta para la casa es: sí Europa considera que el 95% de los paneles instalados podrían tener algún grado de mano de obra forzada, ¿cuánto es ese número para Chile? ¿Cuántos de esos contratos con precios de energía records están siendo abastecidos o serán abastecidos con paneles chinos baratos que tienen algún grado de mano de obra forzada? Y más importante aún ¿qué haremos al respecto?

Tal como dijo Anna Cavazzini, para combatir el cambio climático es muy importante acelerar el uso de energías renovables, pero esto no puede ser a cualquier costo y mucho menos el de violar derechos humanos.

Carbono neutralidad a 2050 requerirá aumento de la inversión de hasta US$173 billones

Carbono neutralidad a 2050 requerirá aumento de la inversión de hasta US$173 billones

Lograr cero emisiones netas de carbono para 2050 requerirá hasta $173 billones en inversiones en la transición energética, de acuerdo con el New Energy Outlook 2021 (NEO) de BloombergNEF (BNEF), la última edición de su análisis anual de escenarios a largo plazo sobre el futuro de la economía energética.

A pesar de la incertidumbre en torno al costo total de cada escenario propuesto en el NEO, BNEF estima que la inversión en suministro de energía e infraestructura sumará entre $92 billones y $173 billones en los próximos treinta años. Se necesitará una inversión anual de más del doble para lograrlo, aumentando alrededor de $1,7 billones por año hoy, a un monto promedio entre $3,1 billones y $5,8 billones por año durante las próximas tres décadas.

Transición

«Los gastos de capital necesarios para lograr cero emisiones netas crearán enormes oportunidades para inversionistas, instituciones financieras y el sector privado, y a la vez crearán muchos nuevos empleos en la economía verde», dijo Jon Moore, director general de BNEF.

Según el informe, «la energía renovable y la electrificación son el pilar de la transición y deben acelerarse de inmediato, mientras que el hidrógeno, la captura de carbono y las nuevas plantas nucleares modulares son herramientas emergentes que deberían ser desarrolladas e implementadas lo antes posible. Los próximos nueve años serán cruciales para encaminarse a limitar las crecientes temperaturas conforme al Acuerdo de París, y requieren una rápida duplicación de la inversión anual actual de $1,7 billones en el sistema de energía».

Una parte central del análisis de BNEF es construir presupuestos de emisiones por sector para lograr cero emisiones netas en 2050 con una transición ordenada. Juntos, demuestran que, para alcanzar cero emisiones netas en 2050, las emisiones mundiales relacionadas con la energía deben caer un 30% por debajo de los niveles de 2019 para 2030, y un 75% para 2040. Se trata de un presupuesto equivalente a 1,75 grados que implica una reducción del 3,2% cada año hasta 2030 y una rápida reversión de las tendencias recientes: las emisiones aumentaron un 0,9% anual de 2015 a 2020.

Durante la próxima década, el sector de energía necesita maximizar el progreso, reduciendo las emisiones en un 57% para 2030 desde los niveles de 2019, y luego en un 89% para 2040. Sin embargo, cada sector de la economía energética necesita reducir las emisiones de manera abrupta para lograr cero emisiones netas. Las emisiones de transporte en carretera deben caer un 11% para 2030, luego bajar más rápido durante la década de 2030 para alcanzar un 80% en 2040, por debajo de los niveles de 2019. Para lograr estas reducciones drásticas de emisiones acorde con una trayectoria a largo plazo hacia cero emisiones netas durante esta década, se deberán implementar en cada sector tecnologías de reducción disponibles comercialmente.

Más de tres cuartos del esfuerzo por reducir las emisiones en los próximos nueve años recae en el sector de energía y en una implementación más rápida de energía eólica y solar fotovoltaica. Otro 14% se logra con un mayor uso de electricidad en el transporte, en calefacción para edificios y en la provisión de calor a baja temperatura en la industria. Un aumento en el reciclaje de acero, aluminio y plásticos representa una caída del 2% en las emisiones; una mayor eficiencia de construcción, el 0,5%; y el crecimiento de la bioenergía para transporte marítimo y combustibles de aviación sostenibles, otro 2%. Este periodo también requiere poner a prueba y ampliar nueva tecnología para la descarbonización profunda después de 2030.

Hitos

El informe sostiene la necesidad de alcanzar los siguientes hitos para 2030 para estar encaminados hacia el cero neto a mediados del siglo:

-Añadir 505 GW de nueva energía eólica cada año hasta 2030 (5,2 veces el total de 2020)

-Añadir 455 GW de energía solar fotovoltaica cada año hasta 2030 (3,2 veces el total de 2020)

-Añadir 245 GWh de baterías cada año hasta 2030 (26 veces el total de 2020)

-Añadir 35 millones vehículos eléctricos en las carreteras cada año hasta 2030 (11 veces el total de 2020)

-Combustibles de aviación sostenibles conforman el 18% del combustible de aviones en 2030

-Aumentar el volumen reciclado de aluminio a un 67%, acero 44% y plásticos 149% para 2030 a partir de los niveles de 2019

-Implementar 18 millones de bombas de calor cada año hasta 2030

-Aumentar el uso de electricidad para la calefacción a temperaturas más bajas en la industria a un 71% desde los niveles de 2019 para 2030

-Reducir la generación de energía a carbón el 72% de los niveles de 2019 para 2030, y retirar hasta alrededor del 70%, o 1.417 gigavatios, de capacidad de energía a carbón para 2030

Según el informe, el hidrógeno debe ampliarse rápidamente desde su reducida base actual, pero la magnitud del papel que desempeñaría varía ampliamente según el escenario. La nueva demanda del hidrógeno en 2050 es de solo 190 millones de toneladas métricas en el Escenario Gris de BNEF, en comparación con 1.318 millones de toneladas en el Escenario Verde, en el cual aumenta a alrededor del 22% del consumo total final de energía, en comparación con menos del 0,002% de hoy.

«El hidrógeno tiene muchas aplicaciones como un portador de energía y para la reducción de emisiones con el fin de ayudar a cumplir con el objetivo de cero emisiones netas en cada escenario, ya sea desplazando la combustión de combustibles fósiles en la industria, edificios y transporte, o complementando las energías renovables para ayudar a satisfacer la demanda estacional en el sector de energía», se agrega.

Carbono neutralidad a 2050 requerirá aumento de la inversión de hasta US$173 billones

Lograr cero emisiones netas de carbono para 2050 requerirá hasta $173 billones en inversiones en la transición energética, de acuerdo con el New Energy Outlook 2021 (NEO) de BloombergNEF (BNEF), la última edición de su análisis anual de escenarios a largo plazo sobre el futuro de la economía energética.

A pesar de la incertidumbre en torno al costo total de cada escenario propuesto en el NEO, BNEF estima que la inversión en suministro de energía e infraestructura sumará entre $92 billones y $173 billones en los próximos treinta años. Se necesitará una inversión anual de más del doble para lograrlo, aumentando alrededor de $1,7 billones por año hoy, a un monto promedio entre $3,1 billones y $5,8 billones por año durante las próximas tres décadas.

Transición

«Los gastos de capital necesarios para lograr cero emisiones netas crearán enormes oportunidades para inversionistas, instituciones financieras y el sector privado, y a la vez crearán muchos nuevos empleos en la economía verde», dijo Jon Moore, director general de BNEF.

Según el informe, «la energía renovable y la electrificación son el pilar de la transición y deben acelerarse de inmediato, mientras que el hidrógeno, la captura de carbono y las nuevas plantas nucleares modulares son herramientas emergentes que deberían ser desarrolladas e implementadas lo antes posible. Los próximos nueve años serán cruciales para encaminarse a limitar las crecientes temperaturas conforme al Acuerdo de París, y requieren una rápida duplicación de la inversión anual actual de $1,7 billones en el sistema de energía».

Una parte central del análisis de BNEF es construir presupuestos de emisiones por sector para lograr cero emisiones netas en 2050 con una transición ordenada. Juntos, demuestran que, para alcanzar cero emisiones netas en 2050, las emisiones mundiales relacionadas con la energía deben caer un 30% por debajo de los niveles de 2019 para 2030, y un 75% para 2040. Se trata de un presupuesto equivalente a 1,75 grados que implica una reducción del 3,2% cada año hasta 2030 y una rápida reversión de las tendencias recientes: las emisiones aumentaron un 0,9% anual de 2015 a 2020.

Durante la próxima década, el sector de energía necesita maximizar el progreso, reduciendo las emisiones en un 57% para 2030 desde los niveles de 2019, y luego en un 89% para 2040. Sin embargo, cada sector de la economía energética necesita reducir las emisiones de manera abrupta para lograr cero emisiones netas. Las emisiones de transporte en carretera deben caer un 11% para 2030, luego bajar más rápido durante la década de 2030 para alcanzar un 80% en 2040, por debajo de los niveles de 2019. Para lograr estas reducciones drásticas de emisiones acorde con una trayectoria a largo plazo hacia cero emisiones netas durante esta década, se deberán implementar en cada sector tecnologías de reducción disponibles comercialmente.

Más de tres cuartos del esfuerzo por reducir las emisiones en los próximos nueve años recae en el sector de energía y en una implementación más rápida de energía eólica y solar fotovoltaica. Otro 14% se logra con un mayor uso de electricidad en el transporte, en calefacción para edificios y en la provisión de calor a baja temperatura en la industria. Un aumento en el reciclaje de acero, aluminio y plásticos representa una caída del 2% en las emisiones; una mayor eficiencia de construcción, el 0,5%; y el crecimiento de la bioenergía para transporte marítimo y combustibles de aviación sostenibles, otro 2%. Este periodo también requiere poner a prueba y ampliar nueva tecnología para la descarbonización profunda después de 2030.

Hitos

El informe sostiene la necesidad de alcanzar los siguientes hitos para 2030 para estar encaminados hacia el cero neto a mediados del siglo:

-Añadir 505 GW de nueva energía eólica cada año hasta 2030 (5,2 veces el total de 2020)

-Añadir 455 GW de energía solar fotovoltaica cada año hasta 2030 (3,2 veces el total de 2020)

-Añadir 245 GWh de baterías cada año hasta 2030 (26 veces el total de 2020)

-Añadir 35 millones vehículos eléctricos en las carreteras cada año hasta 2030 (11 veces el total de 2020)

-Combustibles de aviación sostenibles conforman el 18% del combustible de aviones en 2030

-Aumentar el volumen reciclado de aluminio a un 67%, acero 44% y plásticos 149% para 2030 a partir de los niveles de 2019

-Implementar 18 millones de bombas de calor cada año hasta 2030

-Aumentar el uso de electricidad para la calefacción a temperaturas más bajas en la industria a un 71% desde los niveles de 2019 para 2030

-Reducir la generación de energía a carbón el 72% de los niveles de 2019 para 2030, y retirar hasta alrededor del 70%, o 1.417 gigavatios, de capacidad de energía a carbón para 2030

Según el informe, el hidrógeno debe ampliarse rápidamente desde su reducida base actual, pero la magnitud del papel que desempeñaría varía ampliamente según el escenario. La nueva demanda del hidrógeno en 2050 es de solo 190 millones de toneladas métricas en el Escenario Gris de BNEF, en comparación con 1.318 millones de toneladas en el Escenario Verde, en el cual aumenta a alrededor del 22% del consumo total final de energía, en comparación con menos del 0,002% de hoy.

«El hidrógeno tiene muchas aplicaciones como un portador de energía y para la reducción de emisiones con el fin de ayudar a cumplir con el objetivo de cero emisiones netas en cada escenario, ya sea desplazando la combustión de combustibles fósiles en la industria, edificios y transporte, o complementando las energías renovables para ayudar a satisfacer la demanda estacional en el sector de energía», se agrega.

Carbono neutralidad a 2050 requerirá aumento de la inversión de hasta US$173 billones

Carbono neutralidad a 2050 requerirá aumento de la inversión de hasta US$173 billones

Lograr cero emisiones netas de carbono para 2050 requerirá hasta $173 billones en inversiones en la transición energética, de acuerdo con el New Energy Outlook 2021 (NEO) de BloombergNEF (BNEF), la última edición de su análisis anual de escenarios a largo plazo sobre el futuro de la economía energética.

A pesar de la incertidumbre en torno al costo total de cada escenario propuesto en el NEO, BNEF estima que la inversión en suministro de energía e infraestructura sumará entre $92 billones y $173 billones en los próximos treinta años. Se necesitará una inversión anual de más del doble para lograrlo, aumentando alrededor de $1,7 billones por año hoy, a un monto promedio entre $3,1 billones y $5,8 billones por año durante las próximas tres décadas.

Transición

«Los gastos de capital necesarios para lograr cero emisiones netas crearán enormes oportunidades para inversionistas, instituciones financieras y el sector privado, y a la vez crearán muchos nuevos empleos en la economía verde», dijo Jon Moore, director general de BNEF.

Según el informe, «la energía renovable y la electrificación son el pilar de la transición y deben acelerarse de inmediato, mientras que el hidrógeno, la captura de carbono y las nuevas plantas nucleares modulares son herramientas emergentes que deberían ser desarrolladas e implementadas lo antes posible. Los próximos nueve años serán cruciales para encaminarse a limitar las crecientes temperaturas conforme al Acuerdo de París, y requieren una rápida duplicación de la inversión anual actual de $1,7 billones en el sistema de energía».

Una parte central del análisis de BNEF es construir presupuestos de emisiones por sector para lograr cero emisiones netas en 2050 con una transición ordenada. Juntos, demuestran que, para alcanzar cero emisiones netas en 2050, las emisiones mundiales relacionadas con la energía deben caer un 30% por debajo de los niveles de 2019 para 2030, y un 75% para 2040. Se trata de un presupuesto equivalente a 1,75 grados que implica una reducción del 3,2% cada año hasta 2030 y una rápida reversión de las tendencias recientes: las emisiones aumentaron un 0,9% anual de 2015 a 2020.

Durante la próxima década, el sector de energía necesita maximizar el progreso, reduciendo las emisiones en un 57% para 2030 desde los niveles de 2019, y luego en un 89% para 2040. Sin embargo, cada sector de la economía energética necesita reducir las emisiones de manera abrupta para lograr cero emisiones netas. Las emisiones de transporte en carretera deben caer un 11% para 2030, luego bajar más rápido durante la década de 2030 para alcanzar un 80% en 2040, por debajo de los niveles de 2019. Para lograr estas reducciones drásticas de emisiones acorde con una trayectoria a largo plazo hacia cero emisiones netas durante esta década, se deberán implementar en cada sector tecnologías de reducción disponibles comercialmente.

Más de tres cuartos del esfuerzo por reducir las emisiones en los próximos nueve años recae en el sector de energía y en una implementación más rápida de energía eólica y solar fotovoltaica. Otro 14% se logra con un mayor uso de electricidad en el transporte, en calefacción para edificios y en la provisión de calor a baja temperatura en la industria. Un aumento en el reciclaje de acero, aluminio y plásticos representa una caída del 2% en las emisiones; una mayor eficiencia de construcción, el 0,5%; y el crecimiento de la bioenergía para transporte marítimo y combustibles de aviación sostenibles, otro 2%. Este periodo también requiere poner a prueba y ampliar nueva tecnología para la descarbonización profunda después de 2030.

Hitos

El informe sostiene la necesidad de alcanzar los siguientes hitos para 2030 para estar encaminados hacia el cero neto a mediados del siglo:

-Añadir 505 GW de nueva energía eólica cada año hasta 2030 (5,2 veces el total de 2020)

-Añadir 455 GW de energía solar fotovoltaica cada año hasta 2030 (3,2 veces el total de 2020)

-Añadir 245 GWh de baterías cada año hasta 2030 (26 veces el total de 2020)

-Añadir 35 millones vehículos eléctricos en las carreteras cada año hasta 2030 (11 veces el total de 2020)

-Combustibles de aviación sostenibles conforman el 18% del combustible de aviones en 2030

-Aumentar el volumen reciclado de aluminio a un 67%, acero 44% y plásticos 149% para 2030 a partir de los niveles de 2019

-Implementar 18 millones de bombas de calor cada año hasta 2030

-Aumentar el uso de electricidad para la calefacción a temperaturas más bajas en la industria a un 71% desde los niveles de 2019 para 2030

-Reducir la generación de energía a carbón el 72% de los niveles de 2019 para 2030, y retirar hasta alrededor del 70%, o 1.417 gigavatios, de capacidad de energía a carbón para 2030

Según el informe, el hidrógeno debe ampliarse rápidamente desde su reducida base actual, pero la magnitud del papel que desempeñaría varía ampliamente según el escenario. La nueva demanda del hidrógeno en 2050 es de solo 190 millones de toneladas métricas en el Escenario Gris de BNEF, en comparación con 1.318 millones de toneladas en el Escenario Verde, en el cual aumenta a alrededor del 22% del consumo total final de energía, en comparación con menos del 0,002% de hoy.

«El hidrógeno tiene muchas aplicaciones como un portador de energía y para la reducción de emisiones con el fin de ayudar a cumplir con el objetivo de cero emisiones netas en cada escenario, ya sea desplazando la combustión de combustibles fósiles en la industria, edificios y transporte, o complementando las energías renovables para ayudar a satisfacer la demanda estacional en el sector de energía», se agrega.