(El Mercurio) El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, entregó ayer al Gobierno los resultados de un estudio solicitado por Chile como parte de la agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento, con un diagnóstico de la regulación chilena y recomendaciones que apuntan a mejorar la competitividad y calidad de los servicios que se ofrecen a las empresas y los ciudadanos.
Fue la propia Presidenta Michelle Bachelet quien recibió ayer lunes el informe encargado por el Ministerio de Economía a la OCDE en materia regulatoria. Destacó que se trata de «un instrumento potente para Chile y para nuestro desarrollo» y adelantó que «muchas de las recomendaciones involucran cambios institucionales».
Además, indicó que estas recomendaciones se suman a las ya planteadas por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), y permiten «avanzar hacia las mejores prácticas internacionales».
«La sumatoria de muchas acciones, pequeñas y grandes, son las que nos van a permitir darle solidez al crecimiento de Chile», dijo la Mandataria al inaugurar el seminario OCDE «Regulación de la productividad en Chile», realizado en la Cineteca Nacional del Centro Cultural La Moneda.
Entre las recomendaciones hechas a Chile por la OCDE está la creación de un órgano de control encargado de la política de regulación, entidad que debe perseguir la adopción de una política formal explícita de unión y conformidad global del conjunto del Gobierno, con objetivos definidos y una clara estrategia de comunicación.
Además, sugiere que se deben elaborar normas y directrices obligatorias para la preparación de leyes y regulaciones de la administración del Estado, incluyendo prácticas de consulta obligatoria, planificación anticipada, lenguaje y redacción llanos, y disciplinas de transparencia y rendición de cuentas.
«Engrasar la rueda de la economía chilena»
El secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, aseguró que el informe «es la culminación de más de un año de trabajo de un grupo de expertos, con todas las autoridades chilenas y en consulta con todos los sectores».
En ese sentido indicó que las recomendaciones ayudan «a ponernos al día con algunas iniciativas más ‘de filo cortante’ o más recientes, más exitosas en materia de regulación».
Gurría reconoció que la materia regulatoria «suena muy aburrido y no muy sexy, pero son esas cosas que cuando van bien ni se notan y cuando van mal son muy ruidosas y generan muchos problemas».
Además, indicó que las medidas buscan «seguir en el anonimato eficiente y con objeto de poder ‘engrasar’ la rueda de la economía chilena, de su modernización y transformación en una economía cada vez más basada en el conocimiento y la tecnología».
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