(La Segunda) Recién nombrado, Rodrigo Benítez (37) está cómodo en su nuevo cargo. Tras el anuncio hecho por el presidente electo Sebastián Piñera, el abogado será quien acompañe a Marcela Cubillos como subsecretario de Medio Ambiente, un rol en el que estuvo durante cinco meses en el anterior gobierno de Sebastián Piñera.
Sabe que la cartera no es fácil. El proyecto minero portuario Dominga — rechazado en última instancia por el Comité de Ministros— ha sido uno de los momentos más complicados para el joven ministerio. Pese a que el futuro ministro de Economía, José Ramón Valente, lo calificó de “interesante”, Ramírez prefiere no hablar al respecto. “Es un tema radicado en los tribunales ambientales, no es posible opinar en esta instancia”, dice.
Esto, porque el nuevo gobierno no podrá evitar enfrentarse al proyecto de Andes Iron, luego de que el Primer Tribunal Ambiental llamara a un inédito proceso de conciliación entre las partes, que deberá ser visada por la nueva ministra Marcela Cubillos .
Sobre las críticas a la falta de experiencia de Cubillos en el área, el abogado dice que posee la mejor impresión de ella y que tiene “grandes capacidades. Hará una gran gestión”.
El también ex jefe de la división jurídica de la cartera apunta a los tres principales desafíos a los que se enfrentarán, partiendo por reformar el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
¿Cuáles serán las reformas al SEIA?
Hay un informe de la comisión presidencial que convocó la presidenta Bachelet, donde hay 25 propuestas que van desde la participación ciudadana, las tipologías de ingreso de los proyectos y las atribuciones de SEA. Estas 25 propuestas serán un insumo para estudiar en el futuro. Lo que se hará en el corto plazo tiene que ver con gestión propia del SEIA, mejoramiento en los plazos de evaluación y de la coordinación.
De acuerdo a un estudio de la UC, se critica que la institucionalidad medioambiental «se ha ido creando por parches y exigencias de tratados firmados». ¿Qué opina al respecto?
Hay que avanzar en aspectos formativos, en normas de algunos componentes ambientales, pero la estructura está, solo falta operarla. Desde el 2010 opera la institucionalidad: el ministerio, la superintendencia y los tribunales ambientales. Ahora lo que falta es el servicio de biodiversidad de áreas protegidas.
¿Cuál es su evaluación del actual gobierno y el ministro Mena en particular?
Creo que el ministro Mena como el ex ministro Badenier han puesto todo su esfuerzo, es una cartera difícil. Nosotros tenemos una reunión programada para el 1 de marzo, donde se nos entregará una cuenta. Mientras eso no ocurra, prefiero no opinar. Los otros enfoques
¿Cuáles serán las primeras tareas al asumir dentro del ministerio?
Lo primero es el servicio de biodiversidad de áreas protegidas, que es un proyecto que lleva muchos años en tramitación y no ha pasado más allá del primer trámite. Es muy relevante, más aún cuando se están decretando una serie de áreas protegidas. Por otro lado, la implementación de la ley de reciclaje.
¿Cómo van a llevarlo a cabo?
Lo primero que hay que hacer es generar las metas de reciclaje y avanzar en estos procesos normativos y que los productores generen los mecanismos para la recolección y valorización de estos productos. Así la industria como la ciudadanía sabrán a qué se van a atener en el futuro.
El nuevo gobierno planteó la idea de generar “un shock de inversiones”. ¿Cómo se puede alcanzar esto? Aterrizémoslo.
Es importante la coordinación entre los ministerios. Esa es una tarea que se nos ha pedido a todos los subsecretarios, que actuemos de esa manera. Por nuestra parte, hay que velar para que toda la inversión del país pase por el SEIA y se ejecute en la medida que los impactos ambientales estén lo lo suficientemente identificados y que se generen las medidas para hacerse cargo de ellos.
La ministra tendrá que enfrentarse a Dominga el próximo 14 de marzo con su proceso de conciliación. ¿Qué opinión tiene respecto al proyecto y este proceso que enfrenta actualmente?
Lo que ha dicho el tribunal es que propondrá las bases de conciliación y, por supuesto, escucharemos a las partes. Pero no corresponde ahondar sobre la materia, es un proceso que está en curso.
Usted fue asesor del proyecto AVO I. ¿Se inhabilitará en el caso de tener un vínculo directo durante el análisis del mismo?
Por supuesto. De cualquier proyecto en el que yo hubiese participado a la fecha, me voy a inhabilitar.