(La Tercera-Pulso) El 26 de abril fue un día clave para el futuro de Marcelo Tokman en la Enap. Ese jueves, el gerente general de la petrolera se trasladó hacia el salón donde el nuevo directorio se ha estado reuniendo casi todos los días. Pero ahora la mesa tendría dos integrantes adicionales: los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y de Energía, Susana Jiménez.
¿La razón? Se realizó la primera junta de accionistas de Enap en su nueva era, es decir, con su nuevo gobierno corporativo.
Y fue luego de esa cita cuando Tokman decidió que debía pensar sobre su permanencia en la compañía. Esto, pese a que en enero pasado había manifestado abiertamente su disponibilidad de continuar liderando la gerencia de la empresa estatal luego de cuatro años de buenos resultados. “Estoy disponible para seguir aportando al país y a la empresa”, dijo en esa oportunidad en este medio.
Pero ese jueves, el ambiente en el piso 12 del edificio de Las Condes no fue totalmente grato. La cita con los nuevos ministros se celebraba a casi un mes de las declaraciones de la titular de Energía, Susana Jiménez, en La Segunda, donde se mostró contraria a la idea de que Tokman siguiera liderando la administración de la petrolera y donde, además, enfatizó que el nuevo gerente general de Enap debía ser “alguien que tuviera buen conocimiento del sector”.
“Se notaba que no había sintonía”, describe escuetamente una fuente cercana al directorio de la petrolera.
Es que Jiménez ha sido crítica de la gestión de Tokman, diferencias que ha manifestado abiertamente en su rol en Libertad y Desarrollo. De hecho, en plena discusión de la Ley de Gobierno Corporativo de la compañía, la otrora coordinadora de Políticas Públicas del organismo fue al Congreso e indicó que la capitalización de una empresa con malos resultados históricos resultaba una transacción poco rentable para el Estado. Además, criticó el proyecto de ley calificándolo de insuficiente, pues la estatal “requiere de un gobierno corporativo que dé garantías de independencia, continuidad y cuidado de los intereses ciudadanos”, dijo en aquella oportunidad.
También manifestó su rechazo a la idea que en su momento impulsó Máximo Pacheco respecto de la ampliación de giro de Enap para convertirse en un actor del mercado eléctrico y también de su unión con la china Mitsui para la realización de una central de generación. A su juicio, no existe ninguna razón que explique por qué las grandes generadoras internacionales necesitarían ingresar a Chile de la mano de una empresa que no solo no conoce del negocio eléctrico, sino que, además, está en una posición muy debilitada en términos financieros, indicó.
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Decisión final
La continuidad de Marcelo Tokman había sido un tema que en el directorio de la compañía no se había tocado aún. Esto, porque el trabajo de la mesa se ha centrado en entender la compañía y en analizar el plan estratégico de la petrolera.
Así por lo menos lo explicó la semana pasada la nueva presidenta de la empresa, Loreto Silva, quien en entrevista con este medio indicó que en las dos sesiones que ha tenido el nuevo directorio, “no ha estado en la mesa, a pesar de todo lo que se ha dicho, ningún tema que diga relación con la remoción o permanencia del gerente general”.
Y agregó que “el directorio va a tomar las medidas que tenga que tomar, cuando las tenga que tomar, y en el minuto lo comunicaremos”.
Silva, además, en su primera entrevista en su nuevo rol, destacó el aporte de Tokman, quien luego de la llegada de los directores, realizó una intensa labor de inducción, con presentaciones e informes detallados de todas las áreas de negocio de la estatal.
Pero pese a eso, finalmente Marcelo Tokman decidió dar un paso al costado como una señal, pues le resultaría incómodo tener que exponer sus ideas para mejorar la posición de Enap a un representante del accionista que no concuerda con sus políticas. “Se va por el bien de Enap”, comenta una fuente cercana a la estatal