(La Tercera) La semana pasada, Antonio Gallart, el gerente general del holding energético CGE, se fue de minigira por la Segunda Región. Aprovechando que estaría presente en la firma del proyecto de equidad tarifaria, el ejecutivo español se quedó más tiempo en el norte y visitó las instalaciones que el grupo tiene en Mejillones y en Antofagasta. En esta última ciudad se reunió con todo el personal de la zona, incluyendo a subgerentes, jefaturas y trabajadores en general, para hacer una presentación sobre el momento actual del conglomerado y hacia dónde buscan avanzar. Ya de regreso en Santiago, Gallart lanzó una “invitación” a los ejecutivos de CGE, que se escuchó más bien como una “recomendación”. “Sería bueno que todos los gerentes hicieran esto mismo”, pidió.
El de Gallart no fue un viaje cualquiera. Se trató de su primera salida a terreno desde que asumió la conducción de CGE, el 1 de abril. Y fue, también, un reflejo de los nuevos tiempos que vive el grupo, reconocen en la firma, una señal del estilo que la catalana Gas Natural Fenosa (GNF) ha logrado imponer en los ocho meses que lleva con el control de la Compañía General de Electricidad (CGE), que hasta 2014 estaba bajo el mando de las familias Marín, Hornauer y Pérez Cruz. “La de ahora es una administración con estructuras más horizontales, menos protocolar, más de terreno”, comenta un ejecutivo del grupo.
La llegada de Gallart al principal sillón ejecutivo del holding -que distribuye electricidad al 40% del mercado chileno, con más de 2,5 millones de clientes, abastece a otros 580 mil usuarios de gas natural y tiene el 27% del mercado en gas licuado- no fue una decisión azarosa para la catalana. Gallart era director general de Recursos de GNF, “un cargo que pertenece a la primera línea ejecutiva de la compañía”, subrayan en el grupo. Por lo mismo, su nombramiento, destacan, evidencia lo clave que es Chile en el portafolio de activos de la firma europea. Al primer trimestre, CGE representó el 10% del Ebitda de GNF, aportando 125 millones de euros.
Pero la gasífera tiene mayores pretensiones con el grupo local y, en esa línea, uno de los ejes en que se centrará la nueva etapa de CGE será en potenciar su crecimiento. A ello ha estado abocado el grupo.
Desde hace un par de meses, la alta plana ejecutiva en Chile, junto con la cúpula en España, ha estado delineando la hoja de ruta que seguirá la compañía para expandir su presencia en el país en los próximos años. El nuevo plan estratégico que la española está diseñando a nivel local está pensado para anunciarse en el cuarto trimestre del año -aunque debe estar cerrado en octubre- y se enmarca en el programa de negocios integral que GNF definirá para todas las operaciones que maneja a nivel global, pensado para ejecutarse en el período 2016-2018.
La relevancia de esa agenda de inversiones es reconocida en la propia compañía. “Será la primera vez que el plan de inversiones de CGE empalmará con el de GNF”, señalan.
Si bien el programa se mantiene en fase de análisis, Gallart ya tiene un borrador con las principales directrices, las que luego deberán ser validadas por la cúpula en España.
Ejes del plan
La agenda de GNF para Chile considera crecer en todas las áreas de negocio que hoy opera el grupo.
Uno de los pilares es el área de generación. El grupo hispano prevé que la demanda eléctrica chilena crecerá 5% anual hasta 2020. Ese escenario, plantean en el grupo, requerirá agregar nueva capacidad de generación, lo que “ofrece oportunidades de crecimiento para la compañía”, dicen, “tanto en tecnología convencional como en renovable”.
Ese interés lo reconoció Antonio Basolas, vicepresidente de CGE, en la junta de accionistas de abril. “Dentro de las distintas tecnologías, como proyectos de generación se contemplan ciclos combinados a gas, donde somos uno de los principales operadores a nivel mundial, centrales hidráulicas y minihidráulicas, parques eólicos, que también operamos, y centrales solares. Dada la situación que existe hoy en Chile, también son proyectos que pueden ser interesantes”. Fuera del radio están el carbón y lo nuclear.
El grupo ya explora opciones y la intención es tener proyectos concretos que le permitan participar de la licitación de suministro eléctrico de marzo de 2016, aseguran ejecutivos del grupo.
Con ese objetivo, el conglomerado analiza diversas figuras: comprar proyectos en operación, asociarse o desarrollar sus propias iniciativas desde cero. Otro camino es hacerlo en alianza con la estatal Enap. De hecho, están en la lista corta en el proceso que lleva adelante la petrolera para levantar una central a gas en la Quinta Región.
Para materializar la inversión en generación, lo más probable es que GNF emplee una vía distinta a CGE. “Gas Natural Fenosa creó una compañía participada mayoritariamente por el grupo, que se llama Global Power Generation (GPG), que es la encargada de desarrollar las actividades a nivel internacional, fuera de Europa, en generación eléctrica. Por lo tanto, lo más probable es que sea GPG el vehículo que termine utilizando Gas Natural Fenosa, si bien todavía no está definido 100% y va a depender de los distintos proyectos”, anticipó Basolas en abril.
En GNF no solamente las oportunidades serán en generación, puesto que estiman que el solo ingreso de nuevas centrales, “sobre todo aquellas renovables, que serán el 45% de la nueva capacidad al 2025”, requerirá inversiones en unidades de subtransmisión y redes de distribución, así como en infraestructura de tendidos para las mineras.
Expandir las redes de distribución de gas natural a regiones es otro de los focos del plan. El grupo calcula que el consumo de ese hidrocarburo subirá 5% anual hasta 2025. GNF pretende llegar con el combustible a distintos mercados residenciales y comerciales del país.
El proyecto de ley en trámite que busca regular las tarifas del gas natural no será un obstáculo para los planes del grupo, aseguran ejecutivos de la firma. La hispana espera que la iniciativa se perfeccione en temas como la rentabilidad máxima; la separación del abastecimiento de la actividad de distribución y el tratamiento de las conversiones.
Más liviana, más eficiente
Para sustentar el nuevo plan estratégico que implementará la compañía, en el grupo previamente se definió una nueva arquitectura organizacional que tenía un gran objetivo detrás: mejorar la eficiencia operativa de CGE, “simplificando la toma de decisiones en los diferentes negocios”, indican. La catalana pagó más de US$ 3.000 millones por el 96,5% de CGE, la mayor compra que han concretado fuera de España, y cuando se hizo del control, encontró una estructura “pesada, lenta, centralizada y con duplicidad de funciones”.
En la compañía recuerdan una frase que suelen repetir los hispanos de GNF. “El problema no es el talento, ni la tecnología, ni los recursos. El problema es cómo te organizas para generar ingresos y proyectarte creciendo en el tiempo”.
En el reordenamiento del equipo gerencial trabajaron las consultoras Amrop y Boston Consulting Group (BCG). “Se buscó una organización más integrada y liviana”, dice un ejecutivo del holding. Con ello, se replicó la arquitectura gerencial que GNF opera a nivel global.
Se definieron cuatro ejes estratégicos: seguridad en las operaciones, servicio al cliente, eficiencia operacional y crecimiento sostenido. Bajo esos lineamientos, la compañía creó nuevas áreas de trabajo, como la unidad de Negocios Eléctrico y la de Desarrollo y Nuevos Negocios. En la nueva estructura, CGE, además, formó el área de Auditoría y Compliance, entre otros cambios.
El nuevo esquema estuvo listo completamente en marzo, justo antes del aluvión del norte, y su puesta en marcha permitió que la velocidad de respuesta de la compañía para restablecer los servicios en la Segunda, Tercera y Cuarta Región fuera mucho más rápida que la que tuvieron un año antes, con el terremoto de Iquique, destacan en el grupo hispano. Es parte, dicen, de la CGE en versión española.