(La Tercera-Pulso) En un sistema de energía solar fotovoltaica, los paneles son responsables de la generación de electricidad. Por tal motivo, la calidad del módulo juega un papel clave para asegurar el rendimiento e inversión de la instalación.
Es aquí donde entra la clasificación según grados (A, B y C), que cada vez más cobran importancia a medida que crece este mercado. Según Peter Horn, gerente general de Heliplast, empresa chilena especialista en energía solar, los paneles Grado A aseguran un producto de calidad, donde el fabricante podrá asegurar una garantía de 20 años o más.
En cambio, los módulos Grado B y C presentan aspectos defectuosos en el módulo, como pequeñas desviaciones en las celdas o ausencia de barras conductoras frontales, rasguños, marcas o pequeñas fisuras. “Estos defectos se producen directamente en el proceso de fabricación y visualmente es muy difícil distinguirlos”, señala Horn.
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Por ello, el ejecutivo recomienda realizar pruebas profesionales sobre los módulos antes de comprar o bien adquirir a proveedores certificados y de buena reputación, donde destacan las marcas alemanas.
También se pueden presentar defectos en el embalaje del módulo como, por ejemplo, problemas de back sheet, soldaduras excesivas, marcos o vidrios rayados o cajas de conexiones mal selladas.
La recomendación entonces, es exigirle al proveedor que informe el grado de calidad en base al estándar internacional. “El problema es que no todos los fabricantes informan su estándar, porque en muchos países -incluyendo Chile- el fiscalizador no exige la divulgación de esta información”, destaca.
Las Diferencias
Grado A
Significa alta eficiencia, rendimiento eléctrico uniforme y vida útil de 25 años. Se recomienda su utilización para sistemas domiciliarios, industriales y comerciales. Esta clasificación, a su vez, se divide en A1 (alta calidad garantizada), A2 (con algunas imperfecciones cromáticas) y A3 (con huellas o ligeras marcas de manipulación semi-imperceptibles).
Grado B
Es para módulos con ciertos problemas de menor escala, como micro-fracturas, pequeñas desviaciones o ausencia de barras conductoras frontales, rasguños, marcas o pequeñas fisuras. Estos defectos son detectables a través de pruebas con una máquina de electro luminiscencia. En los peores casos, los desperfectos de color, la celda se aprecia de otra coloración y no de otro tono.
Grado C
Indica deterioros físicos importantes en la fabricación del módulo. Estos son los mismos que en el Grado B, pero a mayor escala o cantidad de desperfectos. Su rendimiento es bastante inferior, ya que la gran cantidad de imperfecciones aplican directamente a su vida útil real y presentan alta inviabilidad ante condiciones climáticas extremas. Se usan en mercados menos exigentes.