(El Mercurio de Valparaíso) Uno de los parques fotovoltaicos más grandes del país es el que la empresa Sonnedix pretende instalar en la comuna de Calle Larga, Provincia de Los Andes.
De hecho es el proyecto más importante en la Región de Valparaíso desde el desarrollo de la estadounidense SunEdison, en Olmué, que contaba con 145 MWp de capacidad instalada y que en el año 2016 vendió a Colbún. Tal obra nunca se concretó pese a que contaba con la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada.
Segunda en tamaño
Esta nueva iniciativa, denominada «Meseta de Los Andes» considera la instalación de 450 mil paneles para cerca de 176 MWp por lo que, si se materializa, sería la segunda instalación de este tipo más grande del país tras Romero Solar (246 MWp) y su potencia permitiría abastecer a más de 300 mil hogares. También representa una inversión de US$ 165 millones.
«Somos una compañía que invertimos fundamentalmente en los países de la OCDE, es decir nuestras principales inversiones están en Francia, Italia, Japón, España y Chile, también en Puerto Rico», advierte el director de Operaciones y representante legal de Sonnedix, Sergio del Campo. Se trata de una empresa dedicada exclusivamente a iniciativas relacionadas con esta fuente de energía y, actualmente, tiene otros desarrollos en Chile ubicados en Petorca y en el Valle del Choapa.
«Es un proyecto que hoy ocupa alrededor de 250 hectáreas, que están a una altura de 1.200 metros sobre el nivel del mar con una radiación importante y que es levemente inferior a la que existe en el Desierto de Atacama», explica el ejecutivo, agregando que mientras más altura, mayor radiación, lo que sumado a la localización del emplazamiento, hacen que sea muy viable. Además, está continuo a la autopista Los Libertadores que lleva a Argentina.
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Evaluación ambiental
A fines de marzo, la empresa ingresó el estudio de impacto ambiental de «Meseta de Los Andes» y, de acuerdo a los plazos, su construcción debería iniciarse a mediados del próximo año.
«Actualmente estamos en el proceso de evaluación del estudio de impacto ambiental y desarrollamos actividades que son coordinadas por el Servicio de Evaluación Ambiental, así que esperamos tener lo antes posible este proyecto en marcha y, si todo anda bien, debiéramos iniciar la construcción idealmente en junio del próximo año», subrayó Del Campo.
Si finalmente se cumple ese primer objetivo, añade que la materialización de la obra ocurriría en el tercer trimestre de 2021 y estaría en condiciones de comenzar a suministrar energía a partir de diciembre de 2021 o enero de 2022.
En esa línea, el director de operaciones, se muestra optimista pues, por el momento, las comunidades no han manifestado oposición al levantamiento del parque.
«Hasta ahora la conversación ha sido bastante expedita, y de hecho nosotros tenemos arrendadas estas 250 hectáreas a la agrícola San Vicente que son 98 comuneros asociados y tienen el beneficio de una renta anual», remarcó, agregando que los terrenos en que está planificada la obra tienen poco uso alternativo.
Centros de consumo
El otro punto que destaca el ejecutivo es su proximidad a los polos productivos y habitaciones de la zona central. «Está ubicado cerca de uno de los principales centros de consumo del país y además tiene muy buen acceso al sistema de transmisión. Todo esto lo hace un muy atractivo», mencionó. La inversión también contempla una línea de transmisión de aproximadamente 16 kilómetros que lo une a la subestación Los Maquis, ubicada en Los Andes.
«El mundo va hacia el consumo de energía en todas sus áreas, en las casas, en los vehículos, en fin, por lo tanto este proyecto va a representar una parte importante de ello y Chile concretamente tiene un desierto gigantesco de 10,5 millones de hectáreas y, por lo tanto, el sol es una fuente de energía muy relevante y es la que va a predominar en el futuro», recalcó Del Campo, agregando que lo que se espera es que se tienda al uso de la energía solar fotovoltaica con batería y, sostiene, que la obra que representa va en esa dirección.
«Va a haber un cambio muy sustancial del portafolio de generación de electricidad del país», sostiene el exsubsecretario de Energía.
En cuanto a mano de obra, se prevé que durante la etapa de construcción del proyecto se ocupe en promedio a 375 personas con un peak de 500. En la fase de operación, en tanto, se requerirían 25 empleados regularmente con un máximo de 40. Se estima que su levantamiento se extenderá por 16 meses y que su vida útil será de 30 años.