(Diario Financiero) «Tormenta perfecta”, el concepto que el ex ministro de Energía, Marcelo Tokman, acuñó hace casi una década para referirse a la crisis de abastecimiento en el principal sistema eléctrico del país, se reeditó en los últimos días.
Y si bien la situación ha mejorado respecto de esos años y hoy el abastecimiento de energía está asegurado en casi cualquier escenario, es el precio el factor que se resiente ante cualquier perturbación o desbalance de la operación.
Eso es precisamente lo que ha sucedido en los últimos días, cuando coincidiendo con el inicio de los envíos de gas natural a Argentina, cuando además las reservas hídricas están en niveles históricamente bajos y una central clave enfrenta una restricción operativa, el costo marginal en el Sistema Interconectado Central (SIC) ha superado los US$ 140 por MWh, como sucedió en algunos momentos de ayer, reflejando el costo de operar la centrales menos eficientes de la red.
Este rango es dos veces más alto que el nivel promedio que este factor mostraba en esta misma fecha del año pasado y al que están indexados los contratos de algunos grandes consumidores de electricidad.
El martes 6 de junio, por ejemplo, el costo marginal promedió US$ 124,6 por MWh, mientras que doce meses antes marcaba US$ 55.
Esta situación encendió los ánimos en la industria y tiene a los diversos involucrados en una dinámica de buscar responsables.
El ministro de Energía, Andrés Rebolledo, admite que el sistema eléctrico está operando en condiciones más estrechas, fundamentalmente porque la energía contenida en los embalses “está en su nivel más bajo desde que se tiene registro”, dijo.
Efectivamente y según datos del Coordinador Eléctrico Nacional, el conjunto de los reservorios contiene 200 GWh, lo que es similar a los 205 GWh que este lunes 5 de junio produjeron todas las centrales hidroeléctricas de pasada del SIC.
El año pasado en este mes la energía embalsada llegaba a 1.094 MWh, mientras que en un año húmedo como fue el 2006, en el mismo período hubo 5.572 GWh.
Envíos de gas a Argentina
Fuentes de la industria comentan que esta situación de escasez hídrica no habría sido suficientemente considerada a la hora de determinar los volúmenes de gas natural que a partir del viernes pasado comenzaron a inyectarse hacia Argentina.
Esto hizo que unidades clave para la contención de los costos no contaran con este hidrocarburo, como es el caso de Nueva Renca, -que ha tenido que quemar diésel-, y hasta ayer una de las unidades de Nehuenco.
“Respecto de la operación del Complejo Nehuenco, la unidad 1 ha estado operando con gas natural desde enero. La unidad 2 operó en base a gas natural hasta el 1 de junio pasado, y ha vuelto a operar con dicho combustible a partir de hoy”, dijo ayer Colbún.
Las versiones apuntan a que los cálculos efectuados por las empresas que tienen suministro de gas del terminal de Quintero, ENAP, Enel Generación Chile y la Aprovisionadora Global de Energía (Agesa) para determinar el volumen del combustible que destinarían a esa exportación, habrían considerado para estos días supuestos que finalmente no se cumplieron, como una mayor disponibilidad de agua por precipitaciones que se esperaban para la zona donde están las principales reservas hidroeléctricas, las regiones del Maule y Biobío.
Consultado sobre estas versiones, el titular de Energía señaló que en su calidad de presidente del directorio de la petrolera estatal no está al tanto de su gestión en el día a día, ni de los cálculos a partir de los cuales ésta toma sus decisiones.
Pero el propio Rebolledo anunció públicamente en tres ocasiones el inminente inicio de los envíos al país vecino de este año, lo que -dicen conocedores del tema- supuso una presión para que la petrolera concretara esta operación en los meses en que el consumo al otro lado de la cordillera se dispara.
ENAP responde
En la estatal, que fue la que articuló la venta de gas a su símil transandino, dijeron que junto a las otras empresas revisaron minuciosamente los envíos que se harían al país vecino, tras examinar el interés de las generadoras chilenas.
“Para ENAP es prioridad el mercado nacional y por eso, como ha sido siempre, se les dio a las generadoras la primera opción de acceso a nuestro gas. Sin embargo, como las compañías, en base a sus propios cálculos, no tuvieron interés en comprarlo, se decidió exportarlo a Argentina”, aseguraron en la petrolera y dijeron entender que las generadoras ahora estén preocupadas por el impacto de los costos marginales en las transferencias de energía entre las mismas eléctricas.
En este caso ENAP haría alusión a Colbún, firma con la que cada año negocia la entrega de parte de sus excedentes de gas en un proceso, que dicen en el sector, se extiende hasta el último momento posible. Esa situación cambiará a partir de 2019, cuando entre en vigencia un contrato de largo plazo entre ambas firmas.
Enel Generación Chile, en tanto, señaló estar exportando un porcentaje menor de gas, incluso inferior al del año pasado. “Sin embargo, la compañía cuenta con el abastecimiento necesario para la operación de sus centrales de ciclo combinado, sin perjuicio de que se utilice este gas en otras unidades realizando una optimización que mejore el abastecimiento del sistema”, dijeron.
Esto último explicaría que la eléctrica de los Matte ayer haya vuelto a disponer del hidrocarburo para su segunda unidad.
Recientemente una norma reguló la operación del gas en el sistema, tanto para uso interno como para exportación y en ese marco se estableció que la autoridad debe visar los envíos a Argentina.
Sobre este punto en ENAP dijeron que la venta del combustible al país vecino “no recibió ningún reparo por parte del Ministerio de Energía, entidad que conforme a la ley tiene la potestad para hacerlo, previo informe de la CNE. A dicha repartición se le informó respecto de la exportación y no ejerció su facultad de prohibirla, puesto que no significaba una alteración ni amenaza al abastecimiento interno de gas”.
Consultado el secretario ejecutivo de la CNE, Andrés Romero, por la situación de estrechez con la que opera el sistema en términos de precios, prefirió no comentar.
Un cuarto elemento conjugó para que en los últimos días la disponibilidad de gas natural para fines de generación no fuera suficiente para abastecer a todas las centrales que pueden usar este combustible: la mayor demanda de los usuarios residenciales y comerciales, a raíz de la baja en las temperaturas.
Ministerio analiza alternativas
El ministro de Energía, Andrés Rebolledo, dijo ayer que en la cartera existe preocupación por el nivel de los costos marginales y la situación de virtual agotamiento de las reservas hídricas para generación, así como las restricciones operativas que presentan algunas instalaciones térmicas clave.
Al respecto, adelantó que en conjunto con la CNE y la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) están analizando todas las alternativas regulatorias y normativas que disponen con el objetivo de determinar si algunas de ellas pueden ser aplicadas para contener los costos marginales y también cuidar el uso del agua.
Aunque no precisó qué tipo de instrumentos están mirando, anteriormente el gobierno aplicó figuras como el decreto preventivo de racionamiento, que pese a su nombre, nada tiene que ver con cortes programados, sino que establece una cantidad mínima de energía (500 GWh) que debe mantenerse en los embalses. Rebolledo dijo que la idea es llegar a una conclusión a la brevedad, considerando la urgencia de la situación.