Colbún, junto a la consultora Criteria, presentó los resultados del estudio “Un horizonte para la región de Antofagasta”, destacando las expectativas y percepciones de la comunidad local en torno a identidad, desarrollo y actividades económicas. Este análisis reveló un optimismo considerable hacia el crecimiento de la generación de energía renovable y la minería del litio en la próxima década.
Según el informe, un 23% y 25% de los encuestados anticipan un crecimiento significativo en la energía solar y eólica, así como en la minería del litio, posicionando a estas actividades como motores claves del desarrollo regional.
El gerente de Proyectos Hidráulicos y Agua de Colbún, Carlos Briso, destacó que “la generación de energía renovable es vista como una de las principales actividades económicas futuras aquí en Antofagasta. Por eso, como compañía estamos optimistas con el despliegue de proyectos que queremos impulsar, como la ampliación del parque Horizonte, la subestación Llullaillaco, proyectos de hidrógeno verde y ahora, prontamente, la puesta en marcha de Horizonte”.
Identidad regional, energías renovables y desafíos
La energía solar y eólica ocupan un lugar especial en el sentido de identidad regional de los antofagastinos, donde la generación con estas tecnologías corresponde a la segunda actividad productiva que más orgullo genera, según el 24% de los encuestados.
Además, un 32% y 24% perciben que estas energías contribuirán significativamente a la innovación tecnológica y a la calidad de vida de las comunidades locales, respectivamente.
María Teresa Véliz, seremi de Economía, Fomento y Turismo de Antofagasta, señaló que “tenemos un desafío de ver cómo, desde lo local, podemos potenciar la empleabilidad, dándole proyección de sostenibilidad en el tiempo”.
Por otro lado, la generación de energía solar y eólica y la minería del litio son vistas como las actividades con mayor potencial de crecimiento. Se espera un crecimiento explosivo en la energía renovable, mientras que la minería del litio es considerada la principal actividad económica futura por el 36%.
Matías Chaparro, director de Asuntos Públicos Criteria, explicó que “los antofagastinos aspiran a la diversificación de la matriz productiva de su región. Siguen valorando la minería del cobre, pero quieren ser más que solo cobre. Sus principales apuestas están en el crecimiento de la minería del litio y de las energías renovables. Estas últimas, además, despiertan una particular sensación de orgullo”.
Otro aspecto abordado en el sondeo es la calidad de vida. Lo que predomina entre los encuestados es la percepción de nostalgia. Un 63%, cree que la calidad de vida era mejor hace 10 años, lo que refleja una preocupación significativa sobre el bienestar actual y futuro en la región.
Asimismo, el estudio muestra una percepción ambivalente sobre las oportunidades económicas. Un 48% de los encuestados cree que estas eran mejores hace 10 años, mientras que solo un 23% piensa que han mejorado. Sin embargo, el 37% es optimista sobre el futuro, esperando mejores oportunidades en las próximas décadas.
Al respecto, el director del Parque Científico Tecnológico y del Lithium I+D+i UCN, Hernán Cáceres, expresó que “los antofagastinos aspiran al desarrollo y al potencial de nuestra región. Esto es un llamado a generar iniciativas que cumplan con estas expectativas de crecimiento, desarrollo y calidad de vida”.
El estudio también destacó la nostalgia predominante respecto a la calidad de vida pasada, aunque el 63% de los encuestados cree que era mejor hace 10 años.
Descentralización: optimismo moderado
Por último, la capacidad de la región para decidir su futuro de manera independiente de Santiago es vista positivamente. Un 50% de la muestra cree que esta capacidad aumentará en los próximos 10 años, reflejando un optimismo sobre la descentralización y el autogobierno. Esto, mientras que la minería del cobre sigue siendo percibida como la principal generadora de empleo y promotora de innovación tecnológica.
El estudio revela una identidad antofagastina en evolución, donde la minería del cobre ya no es la única protagonista. Según los investigadores, la diversificación económica y el optimismo hacia nuevas industrias reflejan una región que mira hacia el futuro con una visión más compleja y esperanzadora.