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Sara Larraín: “No existe regulación suficiente para el desarrollo hidroeléctrico”

Mar 3, 2016

La ecologista y activista social conversó con Revista ELECTRICIDAD acerca de la visión del sector ambientalista sobre la industria hidroeléctrica del país, señalando que los proyectos de este tipo no consideran los estándares internacionales.

Una serie de objeciones al actual funcionamiento de la industria hidroeléctrica realiza Sara Larraín, directora ejecutiva del Programa Chile Sustentable, a partir del documento “Crítica a la Hidroelectricidad en Chile y Propuestas Ciudadanas”, elaborado junto a otras organizaciones ambientalistas, en donde plantea la inexistencia de un marco regulatorio que incorpore estándares internacionales sustentables y de participación social.

Larraín indica a Revista ELECTRICIDAD que las empresas que operan en el mercado local de hidroelectricidad “están lejos de utilizar” estándares internacionales al momento de instalar sus proyectos de generación, ya sea de embalse o de pasada, además de cuestionar el uso de los recursos hídricos que se estipulan en el Código de Aguas por considerar que priorizan “los usos productivos con fines de lucro”.

¿Cuál es la situación que advierte del actual marco regulatorio de la hidroelectricidad en Chile?
Actualmente no existe regulación suficiente para el desarrollo hidroeléctrico. Hoy el único criterio es donde el inversionista tiene los derechos de agua, sin ninguna guía de ordenamiento territorial y tampoco se toma en cuenta los usos prioritarios del río por las comunidades y empresas locales.

¿Por qué cree que sucede esta situación, según su punto de vista?
La ley eléctrica favorece los derechos del inversionista propietario de los derechos de agua por sobre los derechos a la tierra de los de los agricultores, los emprendimientos de turismo, comunidades locales, comunidades indígenas, e incluso contra los planes de desarrollo regional y comunal. Tampoco se evalúan los impactos aguas abajo que provoca la operación de los proyectos y se promueve el trasvasije entre distintas cuencas, lo cual está prohibido o muy estrictamente regulado en muchos países. Esto explica la alta conflictividad en los territorios frente a las hidroeléctricas, porque las personas han visto sistemáticamente cómo sus derechos son pasados a llevar y no se ha dejado a las regiones decidir cuál será su vocación más allá de los usos del agua para generación eléctrica.

Siga leyendo esta entrevista en la edición de marzo de Revista ELECTRICIDAD que estará disponible en los próximos días en su versión impresa y digital.

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