(Pulso) No solo la restricción a la construcción de centrales a carbón planea la italiana Enel, controladora de Enersis y su filial Endesa, también de las centrales a gas.
Esto pese a que sus pares han dado un giro hacia esta tecnología por considerarla más amigable con el medio ambiente y de una aceptación más rápida por parte de las comunidades, como es el caso de Gas Natural Fenosa y Engie -ex GDF Suez-.
En un documento de 416 páginas donde se detallan los alcances de la reestructuración societaria del grupo en Latinoamérica, y que fue ingresado al regulador estadounidense, la Securities and Exchange Commission (SEC), para sus accionistas de ADS, la administración de Enersis Chile informó que el carbón no sería a lo único que renunciaría la italiana ENEL -que posee 60% de la propiedad-, sino que también a la producción a base de gas natural.
¿La razón? Los costos de la emisión con dióxido de carbono (CO2) y el elevado precio de almacenamiento que presentan este tipo de centrales.
“ENEL, nuestro controlador tanto antes como después de la escisión, ha anunciado que ya no va a construir centrales eléctricas de carbón, ya que considera que la tecnología es obsoleta, y la compañía espera ser carbono neutral para el año 2050. Eventualmente a Enel también le gustaría eliminar las centrales de gas naturales debido a los costes de CO2 y la captura de carbono y ya que la tecnología de almacenamiento actual no es económicamente viable”, advierte la empresa en la página 97 del texto.
En caso de que la italiana concrete dicha disposición echaría por tierra lo informado por su filial Endesa a mediados del año pasado, cuando anunció una cartera de proyectos por 6.300 MW para desarrollar en Chile y América Latina.
En ese entonces aseguró que el crecimiento en Chile, por tecnología, incluiría unos 3.000 MW, de los cuales un 64% serían hidro y 36% a gas. Los 3.300 MW restante, que se desarrollaría en Perú, Colombia y Brasil sería 40% Hidro, 55% Gas y 5% carbón.
En Chile Enersis opera cinco centrales con este tipo de tecnología: Gas Atacama (781 MW), Central Tarapacá (182 MW), San Isidro (778 MW), Central Taltal (245 MW) y Central Quintero (257 MW). Dichas centrales suman 2.243 MW, cerca de un tercio de la capacidad instalada del holding en el país.
Durante el año pasado la empresa generó unos 4.930 GWh con GNL, con una participación de 9,3% en el mix de Endesa.
Las oportunidades de Endesa. La definición de la italiana -enmarcada en su plan para ser carbón neutral al 2050- deja en una situación incómoda a la administración de Enersis y Endesa, ya que en medio del proceso de reestructuración regional los directores independientes y las AFP han cuestionado las posibilidades de crecimiento de la empresa en Chile una vez que concluya el denominado Plan ENEL o Carter II.
Esto es particularmente sensible si se tiene en cuenta la disposición del mismo controlador que obliga a que todos los proyectos de energía renovable sean llevado a cabo por medio de su filial verde, Enel Green Power (EGP).
De esta manera, de concretarse la prohibición a la realización de proyectos en base a gas, Endesa solo podría participar como controlador de los proyectos hídricos. En los de EGP solo podría participar como minoritario.
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