(El Mercurio) Siempre se supo que en algún momento iba a pasar. Lo difícil era determinar cuándo los vehículos eléctricos estarían al mismo precio que los de combustión. Volkswagen se habría tirado a la piscina varias veces con pronósticos respecto de su nuevo ID 3, mientras que Toyota incluso había asegurado que en 10 años el precio de los autos a hidrógeno será el mismo que el de los híbridos.
Pero ninguna de esta cifras abarcaba la escala de la industria, hasta que apareció el estudio del banco suizo UBS, que pronostica que la fabricación de automóviles eléctricos costara lo mismo que los automóviles convencionales en 2024. La clave, como siempre, reside en el costo de las baterías, pues supone el 40% del costo de un auto eléctrico.
El estudio, recogido por el periódico británico The Guardian, se basa en un análisis de las baterías que usan lossiete fabricantes más importantes del sector automotor.
El factor clave será la reducción de los precios de las baterías por debajo de US$100 por kWh, una barrera que los analistas creen que se superará en 2022 (fabricantes como Tesla están muy cerca de conseguirlo). Dos años después llegaría la esperada paridad.
Así, en 2022, los analistas pronostican que el sobrecosto que implica fabricar un coche eléctrico en comparación con uno de combustión sería de solo 1.600 euros. Como ejemplo, se cita el caso del Volkswagen Golf, cuyo precio en Europa parte de los 28.000 euros, mientras que su equivalente 100% eléctrico, el Volkswagen ID 33, se vende a partir de los 36.000 euros.
Esta disminución en el precio de la batería repercutirá también, inevitablemente señala el estudio, en la reducción de los modelos híbridos.
UBS considera que aquellos fabricantes de automóviles que intentan aferrarse a las ventas de autos a combustión corren el riesgo de ser adelantado por rivales como Tesla y Volkswagen.
Este último, el mayor fabricante del mundo por volumen se ha comprometido a invertir 33.000 millones de euros en la venta de modelos eléctricos.
A nivel mundial, la entidad pronostica que la participación de este tipo de automóviles en el mercado alcanzará el 17% para 2025, mientras que para 2030 ya deberían representar el 40% de las ventas mundiales.