(Pulso) Aunque pareciera que los directorios de Enersis y sus filiales están más apaciguados tras la última junta extraordinaria de accionistas que aprobó la primera etapa de la reestructuración regional del holding, las actas del directorio a las que tuvo acceso PULSO revelan que esto dista de ser así.
Los escritos revelan que la separación en dos sociedades -Enersis Américas y Enersis Chile-, y la forma en que cada una de ellas operará y se financiará, generó una dura discusión entre los directores independientes -particularmente Rafael Fernández Morandé- y los directores elegidos por el controlador.
El intercambio se dio luego de que se propusiera a la mesa de Enersis Américas y Enersis Chile un contrato entre el brazo chileno y el latinoamericano y viceversa para el funcionamiento operativo.
Específicamente, se propuso un contrato por unas 83.780 unidad de fomento (UF) más IVA -cerca de $2.166 millones, sin IVA- para que Enersis Chile le otorgue a Enersis Américas servicios de comunicaciones, recursos humanos, control de contratistas, seguridad, gestión patrimonial, auditoria interna, asuntos legales y corporativos, finanzas, mesa de dinero y tesorería, entre otros. El contrato sería por un año con opción de ser renovado.
Un segundo contrato por 10.694 UF, más IVA -unos $276,49 millones- con las mismas condiciones fue presentado a las mesas, pero esta vez para el “préstamo” a Enersis Chile del servicio de relaciones con inversionistas y de ciertos ejecutivos relevante en la estructura por parte de Enersis Américas.
En ambos casos para determinar el valor de mercado del contrato se contó con ayuda de asesores externos.
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Por ser una operación entre partes relacionadas (OPR) dichos acuerdos debieron ser revisado por el comité de directores independientes. En el caso del comité de Enersis Chile -encabezado por Pablo Cabrera- no hubo gran problema; pero en Enersis Américas el presidente de la instancia, Hernán Somerville, remarcó que es “fundamental” que Enersis Américas cuente con una persona de nivel ejecutivo, un compliance officer, que informe al comité de directores y al directorio cada tres meses acerca de la calidad y estándares bajo los cuales se están prestando cada uno de los grupos de servicios de este contrato.
Asimismo, solicitó que el acuerdo incluya una cláusula de término para el evento en que el directorio considere que las prestaciones no se han ajustado a los estándares y protocolos propios de la compañía e insistió que el contrato sea tratado como si no tuviesen relación ambas empresas.
Sin embargo, Rafael Fernández Morandé -director elegido por las AFP- fue más allá e indicó que no existe razón alguna para que se prive a Enersis Américas de su estructura de ejecutivos principales y criticó el hecho de que no exista claridad acerca de quién o quiénes van a prestar los servicios.
Tras esto, remarcó que dicho contrato debilita el control interno de Enersis Américas y que el contrato expuesto resulta absolutamente contrario al interés social de Enersis Américas, y destacó que en los balances proforma nunca se explicó esta organización, lo que a su juicio ameritaba ser sometido al directorio.
Pese a lo anterior, en ambos casos -aunque no con unanimidad- declararon que la operación correspondía al interés social.
Este sería probablemente el último “combate” librado por Fernández Morandé al interior del directorio de Enersis. El directivo tomó especial relevancia cuando se opuso tenazmente al aumento de capital de Enersis el año 2012, y el año pasado, cuando también criticó con fuerza la reestructuración societaria de la compañía en la región. Sin embargo, Fernández Morandé deberá dejar el directorio en la junta de accionistas que se realizará a fin de mes, pues ya cumplió dos períodos en el cargo, plazo límite auto impuesto por las AFP para sus representantes. En su reemplazo asumirá Domingo Cruzat, mientras que ya es un hecho que Rafael Fernández llegará a la mesa de CMPC.
Aprueban cambios directivos en HidroAysén, Celta y Pehuenche
Una seguidilla de cambios directivos fueron aprobados al interior de la mesa del holding Enersis Chile a fines de marzo, y que se enmarcan en las sucesivas renuncias de altos ejecutivos del grupo tras el fin de la primera etapa de la reorganización.
Luego de la renuncia del N°2 y gerente de finanzas (CFO) de Endesa, Ramiro Alfonsín, la mesa ha optado por designar a Raúl Arteaga como su reemplazante, pero solo para liderar el área de finanzas.
Por ello, Arteaga figura como reemplazante de Alfonsín en el directorio de Pehuenche -filial eléctrica de Endesa y que posee las centrales hidroeléctricas Pehuenche, Curillinque y Loma Alta, todas ubicadas en la cuenca del río Maule-.
Alfonsín informó su salida del grupo drante la semana pasada y se materializará el próximo 30 de abril. La decisión habría sido tomada de común acuerdo, dado que tras el cierre de la primera etapa del Plan ENEL -conocida al interior del grupo como Carter II, y que busca reordenar societaria y productivamente los activos del grupo en Chile y la región-, no hay puestos en Chile que requieran de su nivel de experiencia.
El ex mano derecha de Ignacio Antoñanzas -anterior director general de Endesa en Latinoamérica- también será reemplazado en sus cargos directivos en las filiales GasAtacama e Hidroaysén por Sergio Ávila (Chile Technical Support) y Claudio Helfman (bd Endesa Chile), respectivamente. Además, en Gas Atacama Chile lo reemplazará, Raúl Arteaga.
En Hidroaysén también entrará Raúl Arteaga en lugar de Carlos Carvallo, quien deja su puesto tras menos de un año a cargo.
En tanto, en inversiones GasAtacama, de la que el subgerente general y CFO de los brazos de generación de Endesa en Chile y Latinoamérica también formaba parte, será reemplazado por Pablo Árnes.
Finalmente, en Compañía Eléctrica Tarapacá -más conocida como Celta- saldrá Pedro de la Sotta -gerente comercial- e ingresará el CFO de Endesa Chile como director.