(El Mercurio) El jueves pasado, Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural Fenosa, y Antonio Gallart, gerente general del grupo CGE, se reunieron con el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo. El objetivo fue manifestarle su interés por entrar al negocio del abastecimiento de gas natural en el transporte.
En la empresa piensan que este será un complemento perfecto del plan de gasificación que están implementando, el que considera una expansión agresiva, principalmente hacia el sur del país. Consultada la CGE, Gallart dijo que las principales causas de problemas ambientales en zonas urbanas son la calefacción y el transporte, y que como grupo pueden ayudar a mejorar esos índices.
(El Mercurio) El objetivo es abastecer todo tipo de transporte, dijo el ejecutivo. «Nos juntamos con el ministro para explicarle que creíamos que había una oportunidad en las próximas licitaciones para favorecer una renovación tecnológica en el transporte», manifestó, y dijo que el sistema debería incorporar tanto el gas como la electricidad. «Nosotros suministramos, no vamos a operar ni buses ni camiones», agregó. El grupo ya está implementando este modelo en España, Argentina, Colombia, Brasil, y ahora está empezando en México, comentó.
El foco de la empresa española en el gas natural es potente. A menos de dos años de haber tomado el control de la CGE lo han hecho notar. Hace algunos meses aprobaron la separación de Gasco, quedando ellos con los activos de gas natural y la familia Pérez Cruz con los de gas licuado de petróleo (GLP), entre los que figura Autogasco, que abastece a los vehículos de gas. «Creemos que el GLP tiene un rol, pero nosotros vamos a apelar por el rol del gas natural», explicó Gallart.
Trabas a la expansión
El gas -como también la electricidad- es limpio y permitiría avanzar en la descontaminación del medio ambiente. Sin embargo, hay ciertas barreras que obstaculizan su expansión, como los impuestos. Esto, porque en Chile son mucho mayores que los que se aplican al diésel, pese a que este último contamina entre cinco y ocho veces más que el mencionado hidrocarburo.
Actualmente, solo se permite adaptar a gas vehículos de uso comercial, pese a que este combustible es mucho más barato que las gasolinas. Esto ha generado críticas. Por ejemplo, el gas natural permite un ahorro promedio anual de entre $30 y $35 por kilómetro, diferencia que para los taxistas colectiveros puede traducirse en ahorros por hasta $2 millones al año.
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