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Dos acuerdos vitales para GE encaran obstáculos

Jul 13, 2015

Los reguladores de Europa y EE.UU. han cuestionado la compra de la francesa Alstom y la venta de su unidad de electrodomésticos a Electrolux.

(El Mercurio) Justo cuando General Electric Co. se prepara para celebrar mejoras operacionales en sus negocios industriales, dos acuerdos centrales para la estrategia del presidente ejecutivo, Jeff Immelt, están siendo obstaculizados por los reguladores.

Cuando GE publique sus resultados del segundo trimestre el viernes, cualquier noticia relacionada con esas transacciones -la compra de la división de energía de la francesa Alstom SA por US$ 17 mil millones y su venta de la unidad de electrodomésticos a su rival sueco Electrolux AB por US$ 3.300 millones- podría desviar la atención de logros obtenidos con mucho sudor, incluyendo una mejora de sus márgenes, un incremento orgánico de las ventas y los exitosos recortes de costos que los analistas esperan ver en el informe financiero.

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GE enfrenta una fecha límite en Bruselas, el día previo a la presentación de sus resultados trimestrales, cuando debe proponer concesiones a los reguladores antimonopolio de la UE en un esfuerzo por rescatar el acuerdo con Alstom, una parte vital del plan de Immelt para volver a enfocarse en los segmentos industriales y alejarse de los servicios financieros.

Los reguladores europeos han frenado el acuerdo con Alstom por más de un año y presentaron objeciones a la adquisición el mes pasado, citando preocupaciones de que GE y su rival alemán Siemens AG dominen el mercado de turbinas a gas de alto rendimiento en el continente.

Para GE, rescatar el acuerdo significaría renunciar a apenas lo suficiente del negocio combinado para satisfacer a los reguladores, a la vez que retendría las lucrativas ganancias de servicios que ayudaron a justificar el precio que pagó por un negocio atribulado.

La compañía también enfrenta problemas en Estados Unidos, donde el Departamento de Justicia presentó una demanda el 1 de julio para bloquear la venta de su división de electrodomésticos a Electrolux. El gobierno sostiene que el acuerdo concentraría el mercado de electrodomésticos de cocina, poniendo en desventaja a clientes como empresas de construcción y firmas de administración de propiedades.

En cada caso, GE afirma que confía en que va a prevalecer.

Nick Heymann, analista de William Blair & Co., dice que ha postergado sus fechas estimadas para la finalización de las transacciones con Alstom y Electrolux a finales del año y estará pendiente de los nuevos acontecimientos en el acuerdo con la empresa francesa para evaluar cuánto tendrá que ceder GE.

Más allá de los problemas, GE dice que ha avanzado en importantes esfuerzos internos para incrementar la eficiencia de sus negocios, los cuales fabrican maquinaria pesada como motores de avión, locomotoras, turbinas de generación eléctrica y escáners médicos.

Recientemente, la compañía ha enfatizado a los inversionistas las áreas en las que espera tener un mejor desempeño que sus rivales industriales en este trimestre, incluyendo su tasa de crecimiento orgánico de las ventas y su generación de efectivo. La compañía también está trabajando en medidas para mejorar los márgenes brutos de sus divisiones de manufactura, no sólo recortando costos en sus operaciones administrativas, sino también mejorando la eficiencia en su cadena de suministro y fabricando más productos en sus plantas.

Una prueba para el frente industrial provendrá de la división de gas y petróleo de GE, la cual fabrica equipos de exploración, bombeo y perforación. Los ingresos de la unidad podrían caer casi 16% en el segundo trimestre, dice Steven Winoker, analista de Bernstein Research, en un informe reciente. La prueba clave para la gerencia de GE será si puede ceñirse a su predicción de que las ganancias no caerían más de 10% este año, a través de un programa de rigurosos recortes de costos y estandarización de equipos en la división petrolera, que es la tercera más grande de GE por ventas.

Los obstáculos regulatorios se presentan en momentos en que la otra gran iniciativa de GE -la venta de la mayor parte de su negocio bancario de US$ 500 mil millones- está procediendo con más celeridad de lo que se prometió inicialmente.

Desde que anunció en abril los planes de vender la mayoría de sus operaciones bancarias, GE ha alcanzado acuerdos valorados en US$ 58 mil millones para vender operaciones como unidades que prestan a inversionistas de private equity en EE.UU. y Europa, un negocio de servicios a flotas de vehículos, y un portafolio de deuda y valores de bienes raíces por US$ 35 mil millones. «Tenemos mucho en el mercado y esperamos tener un gran tercer trimestre en términos de concretar la firma de más acuerdos», dijo el presidente ejecutivo de GE Capital, Keith Sherin, en una entrevista el mes pasado. La compañía planea anunciar acuerdos por un valor de US$ 100 mil millones este año.

La velocidad con la que GE está vendiendo sus negocios de préstamos es una buena señal para los inversionistas, porque el capital que está obteniendo con esas ventas está destinado a la casa matriz y debería quedar disponible para recomprar acciones, señala Heymann.

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