(El Mercurio) No es un buen momento para la eléctrica Enel Spa, que controla el 92,06% de Endesa España (EE) y el 60,62% de Enersis. Detentar el título de ser la empresa de servicio público más endeudada de Europa -como la califica el Financial Times en sus crónicas- no es para sentirse orgullosos; sobre todo, cuando la demanda de energía en España e Italia tiende a estancarse o a caer por la crisis, y existe la intención del gobierno de Mariano Rajoy de aumentar impuestos a este sector.
Aunque recién el 2 de agosto se sabrán los resultados de Enel, EE dio a conocer los suyos el viernes pasado. La eléctrica española ganó 1.146 millones de euros en los seis meses que corren del año, lo que implicó una baja del 10,7% respecto a igual período de 2011.
A esto se suma que el gobierno madrileño busca recaudar alrededor de 6.800 millones de euros a través de mayores impuestos a las empresas de energía, medida que podría «comerse» las utilidades futuras, indicaron Iberdrola, Gas Natural y Endesa en una carta enviada a Rajoy y que se dio a conocer el 20 de julio.
En este contexto, resulta difícil para Enel rebajar su deuda neta, la que llegaba a los 45.600 millones de euros a fines del primer trimestre. Esto obligó a la compañía a anunciar en marzo que pagaría menos dividendos (redujo el reparto desde el 60% al 40% de las utilidades netas) y que disminuiría sus inversiones en los próximos cinco años, con el fin de rebajar pasivos y mantener su rating crediticio.
Sin embargo, el presidente de Enel, Fulvio Conti, indicó en marzo que si bien iban a invertir menos, pretendían aumentar la exposición en América Latina y Europa del Este, con el fin de paliar la baja demanda de energía en Europa.
Declaración que se concretó el miércoles en la noche, cuando anunció a través de Endesa España que haría un aumento de capital por US$ 8.020 millones en Enersis. Con los mercados financieros restringidos, la fórmula que encontró Enel para suscribir dicho incremento fue aportar activos a Enersis, los que valorizó en US$ 4.862 millones. Cifra que escandalizó a los accionistas minoritarios, por considerarla abultada, y que causó el desplome del precio de la acción en el mercado local. En dos días, la valorización de Enersis descendió 16,7%.
Una suerte distinta vivió el papel de Enel, que logró terminar la semana con un alza de 0,99%, registrando aumentos de 5,83% el jueves y de 2,94% ayer viernes, lo que se atribuyó en gran parte al anuncio que había hecho respecto a sus operaciones en América Latina. Este mayor valor puede ser poco significativo si se toma en cuenta que en un año la acción ha bajado 44,62% y que su precio/utilidad es de apenas 4,96 veces, llegando su capitalización de mercado a 20.500 millones de euros.
En términos accionarios, las aguas tampoco están tranquilas en el grupo italiano. Es muy probable que el gobierno de Mario Monti decida desprenderse de las participaciones que el Estado tiene en las dos principales compañías de energía de ese país, Enel (cerca de un tercio está en manos estatales) y Eni, por las que podría recaudar alrededor de 10 mil millones de euros.
Fuente / El Mercurio