En el marco del I Seminario Chileno Español de Biomasa, Rodrigo O´Ryan, gerente general de John O’Ryan Surveyors, destacó que el control de calidad y cantidad es relevante para el desarrollo del mercado de la biomasa, advirtiendo que no hay incentivos para que los productores entreguen cargamentos de leña más eficientes.
En ese contexto, se refirió a las asimetrías que presenta el mercado de la leña, indicando que la falta de capital de trabajo condiciona el hecho que el productor pueda incorporar mejores prácticas, y que la venta por kilo incentiva por ejemplo al productor a cortar y vender de manera inmediata.
Es así como resaltó la importancia de avanzar en la forma como se evalúa la calidad de la leña, y monitorear su procesamiento.
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Crecimiento sustentable
En el encuentro binacional, Hans Groose, investigador del Instituto Forestal (Infor), comentó que la biomasa forestal juega un rol clave en el abastecimiento energético chileno, ocupando el segundo lugar en la matriz de energía primaria, destacando además su potencial de crecimiento a partir del manejo sustentable del bosque nativo, incorporando, por ejemplo, mejores tecnológicas, considerando las 4.000.000 de hectáreas de bosque nativo maderable.
Vinculado a lo anterior, el ingeniero forestal advirtió que dicho crecimiento debe hacerse con una mirada holística, considerando el contexto socio ambiental en el cual se inserta, con una creciente desconfianza de las comunidades y el impacto ambiental de la actividad productiva, entre otros aspectos.
Mercado con sobre stock
Otro expositor del seminario fue Felipe Salazar, gerente general de la firma Ecomás, quien afirmó que el pellet aparece como una buena alternativa en materia de calefacción, aunque advirtió que hay un desconocimiento en cuanto a la normativa en su uso, costos de producción, alternativas de inversión y normas de calidad.
El ejecutivo resaltó que no existe una comunicación clara entre los importadores o generadores de demanda y las empresas productoras, registrándose una oferta aproximada de 90.000 toneladas para una demanda de 60.000, estimándose un sobre stock que se prolongará hasta 2018, ante lo cual se han optado por estrategias como la exportación, adquiriendo mayor relevancia factores como el flete y la certificación.
Felipe Salazar resaltó que la demanda sigue creciendo a nivel domiciliario, pero no así en los ámbitos industriales y de calefacción comercial, donde se está optando por el diésel y el gas.