(La Tercera) “Estamos contentos con que el gobierno haya hecho suya la propuesta que desarrollamos al final del gobierno anterior y que le entregamos en marzo en la carpeta correspondiente”, afirma el economista Salvador Valdés, ex asesor del Ministerio de Hacienda e impulsor del Sipco durante la administración de Sebastián Piñera.
Instalado como investigador del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la UC -que dirige el ex ministro Felipe Larraín-, propone la sustitución del Sipco por un nuevo sistema denominado Límite a las Alzas Bruscas. “Los tres principales avances de este mecanismo son una suavización mayor para el consumidor, cubrir el riesgo cambiario, y eliminar la discrecionalidad”, dice.
Agrega que estas propuestas están además “en nuestro borrador de Decreto Sepco (sistema de seguros que inicialmente reemplazaría al Sipco, pero que hasta ahora no ha sido implementado) y en un powerpoint para analistas, ambos publicados en la página web de Hacienda en febrero de 2014, y también en el documento de análisis que acabamos de publicar en Clapes-UC”.
Subsidios
La propuesta de Valdés considera un sistema que opere sobre la base de subsidios que limiten los aumentos bruscos en los valores de las gasolinas, pero sin bandas de precio.
“La idea es comparar el alza en el precio proyectado para la semana, respecto a precios efectivos de semanas anteriores, con un umbral de brusquedad predefinido, y otorgar un subsidio por el 100% del monto que exceda ese umbral”, plantea el documento. Dicho umbral sería expresado en pesos por litro e indexado a la Unidad Tributaria Mensual (UTM).
El trabajo agrega que el Límite a las Alzas Bruscas permite “dar mejor protección a los consumidores durante episodios de incremento del precio del dólar”, al contener un seguro cambiario que evalúa variaciones de precios en pesos chilenos.
Respecto de esas variaciones de precios, el trabajo de Valdés señala que de haberse aplicado en los últimos tres años, el sistema propuesto habría reducido la volatilidad en más de tres veces que el Sipco -$ 6,6 por litro versus $ 1,7 por litro-, y más de ocho veces que el Fepc. Añade que habría tenido un costo fiscal cercano al 43% del Sipco en el mismo período.