(Pulso) Colbún inauguró ayer la mayor central hidroeléctrica construida en el país en los últimos diez años. Se trata de la central Angostura, que aportará 316 MW al SIC y que se convirtió así en el mayor proyecto hidroeléctrico construido en Chile en los últimos diez años y el primero tras Ralco.
Con su inauguración, Colbún se convirtió en la empresa que mayor capacidad ha agregado al país en la última década, con proyectos por 900 MW entre los que destacan, además de Angostura, la central a carbón Santa María, ubicada en Coronel (342 MW de potencia instalada) y un conjunto de unidades hidroeléctricas de menor tamaño.
Precisamente ayer, la empresa generadora inauguró oficialmente el proyecto hidroeléctrico Angostura, en una ceremonia que estuvo encabezada por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, y el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
Se trató, además, del primer encuentro entre representantes de Gobierno y de la generadora eléctrica luego del rechazo del Comité de Ministros al proyecto HidroAysén, que derivó en la revocación del permiso ambiental del complejo hídrico del que Colbún es uno de los socios, junto con Endesa.
En su intervención, el presidente del directorio de Colbún, Bernardo Larraín Matte, destacó el aporte que la empresa ha hecho en términos de sumar nueva capacidad instalada al Sistema Interconectado Central (SIC) en la última década, con proyectos como la central a carbón Santa María, ubicada en la comuna de Coronel, la propia Angostura y otras iniciativas de menor tamaño.
Larraín recordó que hace ocho años la también Presidenta Bachelet participó de la inauguración de la central hídrica San Clemente, un proyecto menor y que marcó el inicio de la incorporación de nueva capacidad por parte de Colbún.
“Desde aquella vez hasta ahora han pasado ocho años, tiempo en el que nuestra empresa ha incorporado 900 MW al sistema eléctrico nacional, con una inversión de US$1.600 millones, constituyéndonos en la empresa que más capacidad de generación de base ha aportado en este período. Pero no se trata de cualquier capacidad, porque el 51% del total ha sido incorporado mediante cinco centrales hidroeléctricas de distinto tamaño, desde una central pequeña como San Clemente, en El Maule, de 6 MW, hasta la unidad que hoy inauguramos”, manifestó el máximo representante de la generadora privada.
Añadió que en el futuro habrá que incorporar nuevos elementos al desarrollo de proyectos energéticos, como es el caso de aspectos comunitarios, sociales y ambientales.
En relación con la agenda energética impulsada por el Gobierno de la Presidenta Bachelet, manifestó que se trata de un plan muy importante y que los cambios institucionales que incorpora son muy relevantes. Entre ellos destacó la Estrategia Nacional de Cuencas, estudio que priorizará seis cuencas a lo largo del país para el análisis de su potencial hidroeléctrico.
Al respecto, el propio ministro de Energía, Máximo Pacheco, ratificó que esperan que este análisis esté listo el año que viene.
Sin nombrar directamente a HidroAysén, Larraín planteó que es muy importante que se apoye “con decisión” los proyectos que cuentan con permiso ambiental aprobado.
Sin proyectos
Uno de los hitos que significa para Colbún la puesta en marcha de la central Angostura es que por primera vez en los últimos años se queda sin proyectos de generación en ejecución.
Lo más próximo es la adecuación de su proyecto San Pedro, paralizado en 2010 debido a fallas geomecánicas, y que la empresa decidió reevaluar para retomar su construcción.
Se trata de un proyecto hidroeléctrico con embalse de regulación mínima que tiene una capacidad instalada de 144 MW ubicado en la Región de Los Ríos, y que la empresa espera retomar en los próximos meses. Mientras, la compañía ya ha iniciado la socialización de este proyecto con las comunidades cercanas.
No obstante, primero deberá someter a evaluación ambiental la adecuación del proyecto, trámite que podría aplazar su ejecución.
El gerente general de Colbún, Ignacio Cruz, manifestó que el costo total de la iniciativa está en evaluación, pero anticipó que se ubicará cerca de los US$500 millones, cifra que más que duplica los US$202 millones en que se fijó su costo en el Estudio de Impacto Ambiental, presentado en 2007 y aprobado en 2008.
En una etapa más preliminar está el proyecto Guaiquivilo-Melado, que por ahora suma una potencia cercana a los 400 MW y también la construcción de una segunda unidad de Santa María, el que pese a contar con todos los permisos aprobados todavía no se le da el vamos.