El desierto de Atacama en Chile recibe los mayores niveles de radiación solar del mundo y en dicho territorio las compañías mineras necesitan grandes cantidades de electricidad para utilizar sus equipos. Así lo asegura el informe, correspondiente a 2013, sobre “La Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina y El Caribe”, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Según el estudio, el precio de la electricidad en Chile es significativamente superior al de otros países (US$0,25 por kWh en contraste con un precio de US$0,10 por kWh en Estados Unidos), donde se proponen proyectos de energía solar con un total de 9,9 GW de capacidad y varios se encuentran ya en construcción.
“Chile es el primer país de América Latina que ha logrado la paridad de red situación en la que la energía solar fotovoltaica no subvencionada es competitiva con la energía procedente de las fuentes tradicionales”, dice el estudio de la Cepal.
Exclusividad en la minería
Sin embargo, el documento enfatiza que la generación de energía solar no se está creando para vender electricidad a la red, sino directamente a las compañías mineras. “La central fotovoltaica de US$80 millones que está construyendo Solarpack será utilizada exclusivamente por Collahuasi. De hecho, algunas compañías mineras llegan a generar su propia energía solar a pequeña escala”.
Uno de los motivos es que la red eléctrica chilena no está totalmente integrada, de modo que los precios de la electricidad pueden ser diferentes dependiendo del lugar.
Por ejemplo, la empresa suiza Etrion recientemente suspendió la construcción de una central de 8,8 MW que iba a suministrar energía a una mina de yodo propiedad de Atacama Minerals Chile S.C.M. La central se planificó cuando los precios del yodo aumentaron después del desastre nuclear de Fukushima (Japón), pero cuando las nuevas minas del norte de Chile comenzaron la producción, los precios del yodo cayeron tanto que la inversión ya no resultaba rentable.
La Cepal detalló que Chile tiene una significativa ventaja en relación con otros países de la región sobre el desarrollo de la energía solar. “Si esta ventaja diese lugar a una reducción de la dependencia del petróleo y el gas importados, la balanza comercial del país se beneficiaría”, se afirma en el documento.
La amplia utilización de la energía solar también contribuirá a que el país alcance su meta de obtener en 2025 el 20% de la electricidad de fuentes renovables, exceptuando la energía hidroeléctrica a gran escala.
Durante los dos primeros meses de 2014, las nuevas energías renovables contribuyeron con un 7,07% a la producción eléctrica total, lo que supone un aumento significativo con respecto a la media del 5,85% en 2013. El porcentaje correspondiente a la energía solar solo fue del 2,5%, pero es probable que esta cifra aumente rápidamente.