La necesidad de que los desarrolladores de proyectos eólicos involucren tempranamente a las comunidades de la zona donde se emplazarán sus instalaciones es el principal desafío para el sector que aprecia el académico del Centro en Innovación de la Energía de la Universidad Adolfo Ibáñez, Carlos Silva.
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Y es que actualmente los proyectos eólicos enfrentan una mayor oposición de comunidades, especialmente en la zona sur del Sistema Interconectado Central, donde aumenta la densidad poblacional.
Según Silva, este rechazo no debe ser considerado como un impedimento al desarrollo energético, sino que como una oportunidad: «entre más comunidades haya se podría agudizar este tema, especialmente en la zona centro sur, donde hay mayor densidad de población, pero esto no significa que se vaya a obstaculizar el desarrollo energético, sino que simplemente es un desafío para los desarrolladores. Esto no es un tema de dinero, sino que de apertura».
A su juicio, el rechazo a los proyecto es un elemento en común que deben considerar los desarrolladores eólicos, «porque las comunidades se van a ver afectadas, por lo que esto es un desafío para los desarrolladores en cuanto a incorporarlos en sus proyectos, mucho más allá de llegar a un cierto valor de compensación, sino que realmente hay que involucrarlas en el valor que producen los proyectos y además de manera temprana en las decisiones que afectan a la comunidad».
Silva afirma a Revista ELECTRICIDAD que el sector eólico, de todos modos, «es considerado uno de los pilares del desarrollo energético futuro. De hecho en la Hoja de Ruta 2050 la energía eólica se identifica como uno de los grandes bloques que se van a necesitar en el futuro».
En su opinión, uno de los potenciales beneficios que tiene esta fuente ERNC es su carácter variable en la generación de acuerdo a la disponibilidad de vientos. «Si se analizan las series de los parques eólicos se ven diferencias entre las centrales eléctrica de cada zona, por lo que se puede ofrecer una oferta más balanceada al sistema como tecnología, lo que no ocurre con la energía solar que es más predecible».
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