(La Tercera) Un 2015 complejo enfrentó el grupo Enersis en Brasil. Mientras en Chile la atención del mercado estaba puesta en el proceso de reestructuración que la italiana Enel impulsó en el holding, dividiendo los activos nacionales de los Latinoamericanos, en el mercado brasileño, tanto Enel Brasil como la distribuidora Ampla tuvieron que acudir a la matriz regional para respaldar algunos compromisos financieros. Se trató de créditos que Enersis le otorgó a Enel Brasil por US$ 45,5 millones y otros US$ 12 millones dirigidos a Ampla.
Esa situación inquietó a los directores del grupo en Chile. En la Memoria 2015 de Enersis se consigna que en la reunión de directorio del 17 de diciembre, un día antes de la junta extraordinaria de accionistas de Enersis y de Endesa para votar la nueva estructura de la compañía, Herman Chadwick, director de Enersis, recomendó al presidente del directorio, Francisco de Borja Acha, que al día siguiente se profundizara en los hechos que estaban afectando a las operaciones brasileñas.
La propuesta no fue acogida y en la asamblea nada se dijo sobre Brasil, país donde el Ebitda de las operaciones del grupo cayó 46,3% el año pasado.
En el Reporte 2015 de Enersis se detalla que Ampla “ha estado enfrentando distintos tipos de problemas financieros, debido a la situación pública y económica de Brasil”, y que esto, entre otros efectos, provocó un “deterioro en su efectivo y Ebitda”, lo que llevó a la compañía a “renegociar algunos pactos financieros, entre diciembre pasado y enero de 2016, con el fin de no incumplirlos”. En el informe, además, se advierte que “hay un riesgo adicional de no cumplir si el ambiente económico en Brasil continúa empeorando”.
En la mesa directiva de Enersis reconocen que la situación en Brasil es delicada, aunque mencionan que es una realidad que no sólo afecta al grupo, sino que a gran parte de las empresas que operan en ese país, debido a la recesión que enfrenta esa economía. Por lo mismo, en el holding energético no descartan que el negativo escenario pueda extenderse por otros dos años. “Las operaciones en Brasil cuentan con el apoyo del grupo, por lo tanto, no van a caer. Sabemos que esto podría durar un par de años más, ojalá sea menos, pero se están tomando medidas, como disminuir los gastos”, explica un director de la compañía.
Postergar el pago de dividendos de Enel Brasil y de Ampla, previsto para diciembre de 2015, fue una de las medidas que tomaron los directores de Enersis para que la filial brasileña tuviera mayor liquidez. En el caso de la primera empresa, se definió que por un plazo de 24 meses, que vence en diciembre de 2017, no se pagará dividendo; para Am-pla, en tanto, la postergación será hasta 2020.
Un integrante de la mesa de Enersis explica que considerando la recesión que afecta a Brasil, la compañía reducirá sus inversiones. “En Brasil está previsto que se desarrollen las inversiones acordes a la realidad que presenta el país, es decir, con moderación. Por lo tanto, estas decisiones buscan mantener y sostener a las empresas que hoy son deficitarias”, señala otro director del holding.
Pero la compañía podría verse obligada a frenar sus inversiones por otra razón: que no pueda obtener en el mercado los recursos necesarios para ejecutarlas. “Se podría, también, no tener la capacidad de obtener los fondos requeridos para completar los proyectos en desarrollo o en construcción. Las condiciones de mercado existentes en el momento de requerir esos fondos u otros sobrecostos no previstos pueden comprometer nuestra capacidad para financiar estos proyectos e inversiones”, advirtió Enersis en su Memoria 2015.
La compañía no respondió las consultas efectuadas al respecto.
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